A medida que la industria agrícola progresa y aumenta en dimensión, nuevos pilares, antes no considerados a gran escala, van surgiendo como herramientas para sostener el crecimiento sustentablemente. Lo anterior debido a que ser ecoamigables ya no es solo una tendencia, sino que es un requerimiento solicitado tanto por consumidores, como por productores.
En esa línea, generar formas innovadoras de lidiar con los desperdicios que surgen en el sector es algo que se convierte, cada vez más, en una tarea clave. El reciclaje, en distintas formas, permite, no solo captar la atención de nuevas audiencias, sino que estar a la par con las necesidades de los tiempos actuales.
De acuerdo a la FAO el desperdicio es un concepto humano que no existe en los ecosistemas naturales.
"Al imitar los ecosistemas naturales, las prácticas agroecológicas favorecen los procesos biológicos que impulsan el reciclaje de los nutrientes, la biomasa y el agua de los sistemas de producción, con lo que se aumenta la eficiencia en el uso de los recursos y se reduce al mínimo el desperdicio y la contaminación".
Hoy se se commemora a nivel mundial el Día del Reciclaje, que tiene como objetivo de sensibilizar a la sociedad acerca de la importancia que tiene tratar los desechos para no contribuir al cambio climático, y así proteger el medio ambiente.
En PortalFrutícola.com hablamos con diversos expertos que nos entregaron un análisis/respuesta concerniente a temas que afectan a la industria respecto a prácticas ecoamigables en la industria agrícola.
Rodrigo Prieto, Gerente General de Integrity y Ultrapac, explicó que su objetivo es ser 100% circulares, incorporando la reutilización de los envases que producen junto a las botellas de PET recicladas y transformándolas en nueva materia prima.
“Un paso importantísimo para nosotros y bajo la premisa de seguir avanzando en nuestro camino a ser una compañía sustentable en todas nuestras divisiones, que la labor de transformar residuos en materia prima - que venimos realizando hace ya 15 años- crezca hacia los residuos domiciliarios tan importantes para la Ley Rep”, detalló.
En ese contexto, afirmó que en lo que concierne a la agroindustria, ellos esperan su todos sus clientes que por una razón u otra no pudieron usar ciertos clamshells en temporadas anteriores, tengan la posibilidad de sacarlos de sus bodegas y que - en entregas planificadas - puedan ser procesados en su Planta de Reciclado.
“Quienes trabajamos y somos parte de este mercado, sabemos que los excedentes de materiales son un tema, no sólo por el stock de insumos muchas veces que no pueden ser considerados por estar etiquetados, sino que también por espacio en nuestras bodegas”.
En línea con lo anterior, la empresa 0 Waste también apunta a reducir la brecha de información entre el productor y el consumidor, comunicando de forma sencilla y directa el comportamiento ambiental del envase y la disposición final necesaria.
Alberto Veloso, CEO de 0Waste, explicó a PortalFrutícola que para lograr lo anterior desarrollaron una etiqueta inteligente que se puede poner en productos como los clamshells, la que al ser escaneada (cuenta con un código QR), entrega información respecto a los puntos de reciclaje más cercanos sobre el producto usando geolocalización.
“Así contribuimos al reciclaje, a través de nuestra plataforma interactiva, con nuestra etiqueta inteligente”, señaló.
“La importancia [de reciclar] es que genera un ahorro a la explotación de materiales e incentiva a cambiar de una mentalidad de economía lineal a una de mentalidad circular. No es exigirle tanto a los recursos naturales, sino que es usar lo que ya está dentro de nuestro ecosistema”.
Además, mediante la etiqueta, pueden entregarle participación a los consumidores finales. “Nuestra iniciativa cierra la brecha de información entre productor y consumidor”, destacó.
El plástico es uno de los grandes residuos de la industria hortofrutícola. Aparece en varios procesos dentro de la cadena productiva y si bien cada vez hay mayores tecnologías destinadas a hacerlo ecoamigable, aún queda camino por recorrer en esa área.
Fabio Corradini, investigador de INIA La Platina se refirió al impacto que tiene la concentración de plástico en el suelo agrícola.
“El problema de la acumulación indeseada de plásticos pequeños (microplásticos) en los suelos tiene principalmente dos aristas. La primera es el efecto de esta contaminación sobre la salud del suelo y la segunda el riesgo de dispersar contaminantes de forma difusa hacia otros ecosistemas, como ríos y mares. La información con la que se cuenta actualmente a propósito de ambos efectos es escasa, por ser la problemática ambiental del plástico un tema reciente para el caso de los suelos”, comentó.
Respecto del efecto que la contaminación tiene sobre la salud del suelo, estudios internacionales señalan que la acumulación de plástico causa el deterioro químico, físico y biológico del suelo.
De hecho, los microplásticos retienen pesticidas y herbicidas con más fuerza que el suelo, por lo que generan pequeños focos de alta concentración de sustancias tóxicas.
En esa línea, el experto indicó que “los microplásticos quedan incorporados dentro de los agregados del suelo y afectan su estructura…internacionalmente se han observado efectos negativos en lombrices, collembola, hongos, y comunidades bacterianas”.
Agregó que la actividad agrícola aumenta la exposición que tienen los suelos rurales a la contaminación por microplásticos.
“Si a esto le sumamos que parte de la superficie agrícola se riega, tenemos que la superficie de suelo que está más expuesta a la contaminación por plástico también es la que con más agua cuenta para enviar plásticos aguas abajo. Es en los campos agrícolas, entonces, donde es más urgente evaluar y entender las consecuencias que tiene la contaminación por plásticos y donde deberían enfocarse algunas de las primeras medidas para mitigar un posible problema”, enfatizó.
A raíz de problemáticas como las anteriores es que empresas como PacLife han implementado acciones para enfrentar la situación a nivel corporativo.
“El eje principal de nuestro trabajo es la sustentabilidad. Envases PacLife trabaja única y exclusivamente en soluciones efectivas para la conservación de frutas y vegetales. A través de nuestra tecnología patentada, extendemos la vida útil de los alimentos minimizando la pérdida y desperdicio, llegando al consumidor final con una lámina plástica inteligente que preserva las características sensoriales, cosméticas y nutricionales del producto contenido de manera natural, sin intervención de químicos ni agentes externos”, indicó Cristián Parra, jefe comercial de PacLife.
Agregó que, “además de lo anterior, debemos revisar aguas arriba; el desperdicio, merma o pérdida de un alimento lleva consecutivamente toda una cadena de sucesos que involucró su producción partiendo por uno de los bienes más preciados en el presente y futuro, el agua”.
La pérdida de frutas y verduras a nivel mundial se estima que es de un 45%, siendo los puntos más determinantes la postcosecha, procesado, logística y distribución sectores que atacamos con mayor hincapié, comentó Parra.
Reciclaje no es solo control de residuos, sino que también aportes a sistemas productos más sustentables con herramientas enfocadas en una economía circular.
Oscar Becerra General Manager Decco Chile, explicó que, “el uso consciente del agua va tomando cada día más fuerza, por la escasez de este recurso, la limitación a seguir explotando y abusando del agua subterránea, lo que ha llevado a los gobiernos regionales a limitar el uso de las aguas subterráneas, las exigencias a la eliminación de aguas de proceso cada vez son mayor y debe cumplir con parámetros establecidos en los DS90, DS46 y otros”.
Decco Chile está siendo pionero en traer soluciones a la industria agrícola. “Queremos aportar a la industria frutícola soluciones que ayuden a tener sistemas productivos más sustentables, entregando herramientas a nuestros clientes para un uso consciente de los recursos naturales, por lo que hemos incorporado a nuestro servicio la Tecnología de tratamiento de aguas (Sistema reciclador de aguas de proceso)”.
“El sistema toma el agua desde un estanque, por ejemplo el de fungicida de cerezas, la filtra completamente y la incorpora al estanque nuevamente para ser reutilizada” esto no sólo significa un ahorro considerable de agua (más de 80% del consumo anual), sino que también el agua recuperada contiene un porcentaje de los ingredientes activos de fungicidas que están presentes en esa solución”, detalló.