Lobesia botrana, comúnmente llamada polilla de la vid, es una plaga cuarentenaria bajo control oficial del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) desde el año 2008 en Chile. Se encuentra presente desde la región de Atacama hasta la Araucanía, afectando principalmente a las vides, arándanos y ciruelas.
Para un manejo sustentable de esta plaga se requieren estrategias de control amigable con el medioambiente, siendo una buena alternativa el empleo de hongos entomopatógenos (HEP) (Beauveria sp. y Metarhizium sp.) (Figura 1 y 6) y de bacterias (Bacillus thuringiensis) (Figura 7). Para lograr esto, en el proyecto de “Bioplaguicidas para el control de L. botrana (PYT-2017-0182)” ejecutado por INIA y SAG, y apoyado por FIA, se seleccionaron las mejores cepas de HEP en base a su facilidad de producción a gran escala y por su eficacia sobre pupas en ensayos in vitro. Posteriormente, se realizaron aplicaciones de bioplaguicidas de los hongos Beauveria pseudobassiana (cepa HEP 1) y Metarhizium robertsii (cepa HEP 2), sobre la plaga en estado de pupas en su diapausa de invierno y de Bacillus thuringiensis (producto comercial) en estado de larva (L1).
Las eficacias obtenidas por los HEP, en ensayos de campo, en las regiones Metropolitana (Figura 2) y O’Higgins (Figura 3) oscilaron entre 50% y 80% en invierno y se redujeron las capturas de L. botrana en las regiones mencionadas entre un 50% y 90% (Figura 4 y 5). Complementariamente, la eficacia de las aplicaciones de B. thuringiensis varió de 55% a 85% en primavera. Finalmente, los resultados dieron origen a una propuesta de manejo integrado compatible con las estrategias existentes, permitiendo una producción de vid sustentable y amigable con el medio ambiente (Figura. 7).
Fuente: www.inia.cl