Las lluvias torrenciales son una constante en la historia del clima de España, sin embargo, en los últimos años estos episodios han crecido.

Tras el paso de la última depresión aislada en niveles altos de la atmósfera (DANA) causó tormentas y pedriscos a finales de septiembre de este año, que provocaron daños en más de 25.000 hectáreas de cultivo, según La Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro)

La entidad dijo a la prensa local que “además de las inundaciones habituales en las gotas frías, esta DANA ha estado acompañada de fuertes pedriscos que han agravado los daños en el campo”.

“También inusual la extensión geográfica afectada, ya que incluye superficie agrícola de todo el arco mediterráneo (Comunidad Valenciana, Cataluña, Región de Murcia y Andalucía) así como del centro y sur peninsular (Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León)”, dijo la empresa a el periódico de Extremadura.

En tanto, de acuerdo con Agroseguro, la Comunidad Valenciana ha sufrido siete fuertes tormentas de pedrisco en los últimos dos meses, en especial daños sobre el cultivo de caqui, con más de 2.000 hectáreas afectadas; cítricos, con más de 1.200 hectáreas; y 400 parcelas de arroz.

En cuanto a Cataluña, los deterioros se produjeron en parcelas pendientes de recolección de almendra, frutales y uva de vino, y en cultivos de maíz, con una superficie total siniestrada de más de 2.000 hectáreas.

Agroseguro desatacó los daños en el olivar, el viñedo, las producciones hortícolas y la uva de mesa en Murcia, así como a los registrados en cultivos leñosos y hortalizas en Andalucía.

En Castilla-La Mancha el temporal dejó más de 4.000 hectáreas siniestradas, sobre todo de viñedo y de manera puntual en girasol, olivar, almendro y hortalizas.

En la misma vereda, en Extremadura, los daños superaron las 2.400 hectáreas, con especial incidencia en el tomate de industria cultivado en las vegas del Guadiana, mientras que en Castilla y León los cultivos en desarrollo como remolacha, alfalfa o espinaca sufrieron especialmente el impacto de las tormentas, con más de 4.000 hectáreas siniestradas.

Pese loas incidentes registrados en el país, Agroseguro afirmó “que estos fenómenos meteorológicos están cubiertos por el sistema español de Seguros Agrarios Combinados e insistió en que para agilizar los trabajos de peritación es «muy importante que los agricultores remitan los partes de siniestro tan pronto como les sea posible”.

Cultivos de manzanas

En la zona zaragozana de Moros las fuertes lluvias y pedriscos ha dañado diversas producciones de manzana.

Óscar Joven, representante de UAGA en la comarca de Calatayud comentó a El Heraldo: “son variedades tardías que aún no se habían cosechado porque en esta zona la campaña de fruta de pepita se alarga hasta el mes de octubre".

“Todavía es pronto para concretar la superficie y la producción dañada ya que la abundante lluvia caída ha hecho impracticable el acceso a los cultivos”, detalló.

El representante de UAGA afirmó que “la tormenta de granizo se produjo en una zona muy concreta y que el resto de los municipios colindantes recibieron abundantes precipitaciones, pero que no fueron acompañadas de pedrisco”.

"La pena es que estas manzanas que estaban a punto de ser recogidas eran de frutales de las fincas que se salvaron tras las heladas", señaló.

“Las bajas temperaturas que los frutales de la comarca de Calatayud tuvieron que soportar en la primavera pasada y que provocaron importantes pérdidas justo en el momento en el que había comenzado la floración de las especies de fruta de hueso”, explicó Óscar Joven.