Cultivo del ajo chilote: Es conocido también como ajo Blandino (Allium ampeloprasum), y es una hortaliza de bulbo originaria de Asia Central, pero forma parte de las tradiciones del sur de Chile. No se conocen cultivares dentro de la especie; se adapta muy bien a las condiciones edafoclimáticas locales.
La zona aporta con las horas de frío necesarias, que influyen directamente sobre la inducción de los bulbillos o dientes y luego su brotación, y las temperaturas medias que favorecen la madurez de la especie.
En relación con su sistema de establecimiento es una hortaliza de siembra directa, habiendo cumplido el período de dormancia que implica unos 4 a 5 meses (enero-junio) según las condiciones de temperatura reinante. Esto determina que las siembras tempranas de otoño (marzo a mayo) no siempre redunden en una buena o pronta emergencia. Su ciclo tiene una duración entre 210 a 230 días.
Los requerimientos edafoclimáticos son: temperaturas mínimas (7°C), máxima (30°C) y óptima entre 15 y 20°C. Prefiere suelos francos a franco-arcillosos, con un rango de pH de 5,6 a 8.0, la conductividad eléctrica debe ser inferior a 2,2 dS/m.
El clima expresado como fotoperiodo largo (más de 13 a 14 horas de luz por día), es decir asociado a época del año y a la latitud de la zona productora y como temperatura (acumulación de grados frío) determinan el inicio de la bulbificación en primavera.
Se ha determinado que la proporción de cebollones (bulbo compacto, sin bulbillos) a cosecha está influenciada por siembras tardías y semilla de calibre pequeño (<20 g). Los niveles de nitrógeno, fósforo y potasio demandados son relevantes, pero no es aconsejable sobre fertilizar el cultivo, ya que esto puede determinar una mala postcosecha. En caso de incorporar abonos orgánicos, se debe aplicar en su totalidad antes del inicio de la bulbificación.
Cuadro 1. Componentes del rendimiento (CR1 y CR2) para cultivo de ajo chilote.
Los niveles de nitrógeno, fósforo y potasio demandados son relevantes, pero no es aconsejable sobre fertilizar el cultivo, ya que esto puede determinar una mala postcosecha. En caso de incorporar abonos orgánicos, se debe aplicar en su totalidad antes del inicio de la bulbificación.
El manejo fitosanitario del cultivo está asociado a una adecuada selección de la semilla tanto a la cosecha, en almacenaje como a la siembra. Durante el cultivo, se debe realizar un manejo preventivo oportuno de enfermedades y plagas, las cuales podrían transmitir virus en este tipo de ajo.
También es importante considerar un adecuado abastecimiento hídrico para asegurar un buen llenado de bulbo sobre todo en los últimos dos meses de cultivo (diciembre-enero) ya que se podría producir déficit hídrico en Chiloé. Cercano a la cosecha es importante interrumpir los riegos para alcanzar una adecuada madurez.
Cuadro 2. Puntos críticos asociados al estado fenológico, sus verificadores, umbrales y medidas correctivas en el establecimiento y mantención para el chequeo por parte de agricultor
Figura 2. Cultivo de ajo chilote a 60 días de establecido, en camellones con dos hileras y malla antimalezas (foto julio 2020, sector Butalcura).
Fuente: www.inia.cl
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