Una tormenta invernal que azota el norte de California (Estados Unidos) con fuertes lluvias y vientos desde lunes llegó al centro del Valle de San Joaquín, amenazando cultivos como las uvas de mesa que aún se están cosechando.
Las lluvias desafiaron los pronósticos y se detuvieron durante horas mientras el viento azotaba Fresno y las comunidades cercanas, informó Fresno Bee. Las precipitaciones comenzaron el lunes por la mañana en el norte de Fresno y más temprano llegaron a la zona Merced y el norte del Valle.
Se prevé que la tormenta deje más de lluvia en el área de Fresno y hasta cuatro a seis pulgadas de lluvia en las colinas.
La tormenta fue potenciada por un río atmosférico y fue clasificada como Categoría 5, según el Departamento de Recursos Hídricos de California. Al igual que los tornados y los huracanes, las tormentas fluviales atmosféricas se clasifican en una escala variable de intensidad con la Categoría 5 en la parte superior, descrita como "principalmente peligrosas".
Los vientos nocturnos derribaron ramas en toda la región el lunes por la mañana en Fresno y en puntos más al sur del valle central de San Joaquín, lo que hizo que la conducción de automóviles fuera peligrosa en algunos lugares.
Las fuertes lluvias en las áreas de producción de uva de mesa, que cuentan con fruta que aún está por cosechar podrían reducir la cantidad de suministros comercializables o afectar el estado y la vida útil de las uvas.
En septiembre, Dirk Winkelmann, presidente de Vanguard Direct, dijo que “California tenía entre tres y cuatro semanas de avance en su cosecha. Además dijo que debido el escenario climático las condiciones de la fruta no eran óptimas para su conservación a largo plazo”,
Estos dos factores limitarían la capacidad para alcanzar la ventana de mercado tardía en diciembre y principios de enero. Por lo tanto, cualquier impacto negativo de las lluvias de esta semana probablemente crearía mejores oportunidades para los primeros proveedores de uva del hemisferio sur, como Perú y el norte de Chile.
Los Angeles Times informó que después de que pase la tormenta, la sequía seguirá estando aquí, dijeron especialistas al medio de comunicación.
“Ha estado muy, muy seco durante dos años”, dijo Jay Lund, director del Centro de Ciencias de Cuencas Hidrográficas de UC Davis. "Una tormenta no acaba con ese tipo de sequía”, afirmó.
Bill Patzert, un científico climático, jubilado del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, hizo sonar una alarma aún más fuerte, advirtiendo que un invierno lluvioso no sería suficiente para sacar al estado de su condición desecada.
El experto proyectó que se necesitarían 17 años de lluvia y nieve por sobre de lo normal para rellenar el lago Mead, una importante fuente de agua para Occidente, que ha caído a niveles críticamente bajos.
"No hay una solución rápida para la sequía", aseguró Patzert.
