Usos y aplicaciones del aceite de neem
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Usos y aplicaciones del aceite de neem
Aceite de neem: Este insecticida natural es prácticamente inocuo para animales y personas, fácil de utilizar y eficaz. Además, es fácil de encontrar en viveros y tiendas online de productos de jardinería para cultivadores.
Es que resulta muy interesante poder contar con productos naturales para el control de plagas muy comunes en cualquier tipo de planta que podamos cultivar, y no solo cultivos hortícolas, sino también plantas ornamentales.
Junto al aceite de neem también podemos encontrar otras formas ecológicas de tratamientos contra insectos, como el jabón potásico, piretrinas o la tierra de diatomeas, y contra hongos y otras enfermedades, como el cobre, el azufre o los extractos vegetales (ortigas, canela, ajo, etc.)
¿Qué contiene el aceite de neem?
Las semillas del árbol de neem contienen una proporción alta de diferentes ácidos grasos, esteroides y triterpenoides. En este último grupo de componentes encontramos la azadiractina, un conocido compuesto que tiene eficacia como insecticida natural. En la semilla de neem podemos encontrar un rango de entre 250-300 ppm azadiractina, suficiente para garantizar su acción frente a diferentes plagas.
Como su proceso de obtención es natural y no tiene por qué utilizar componentes artificiales o que dejen residuo, el aceite de neem está extendido en agricultura ecológica como una fuente interesante de control de diferentes insectos para un amplio abanico de cultivos.
La azadiractina, uno de los principales componentes insecticidas que encontramos en el aceite de neem, es el principal responsable del éxito en el control de diferentes plagas. Esto se debe a que alteran la conducta y la fisiología de la reproducción de los insectos fitófagos, causando la muerte por inanición y disrupción del aparato reproductivo.
Qué plagas puede controlar el aceite de neem
Dada la actividad de los triterpenoides contenidos en la semilla de neem, este aceite se puede usar frente a un amplio grupo de insectos:
- Cochinilla
- Larvas de mosca blanca
- Ácaros (araña roja y araña blanca).
- Psilas
- Pulgón
- Orugas
- Minadores
La efectividad del tratamiento depende mucho de la exposición de la aplicación foliar frente al insecto, ya que es un insecticida de contacto directo. Dado el amplio número de insectos y ácaros que controla, se considera un insecticida natural de amplio espectro.
Cómo utilizar el neem como insecticida
En la concentración habitual del neem y la dosis aplicada como insecticida sobre las plantas, el efecto que podemos leer en etiqueta es el de insectistático, creando confusión en diferentes insectos que dejan de alimentarse y reproducirse, ya que también tiene actividad sobre la detección de feromonas.
Frente a los insectos situados en la parte aérea de la planta (la mayoría de ellos), la dosis en aplicación foliar varía entre 100-200 cc/hl (100 litros de agua).
Aceite de neem: Azadiractina
Sin embargo, esta concentración dependerá de la concentración final en azadiractina, el componente principal insecticida. Por ello, es habitual encontrar dosis mayores (2-4 g/L de agua) dependiendo de la finalidad del tratamiento y el insecto objetivo.
En el control de insectos por medios naturales, como ocurre con el aceite de neem, es muy importante tener paciencia, ya que los resultados nunca se pueden comparar a materias activas fitosanitarias que dejan residuo.
Por ello, además de la prevención como arma de combate, las reaplicaciones constantes cada 4 o 5 días con este producto hasta eliminar por completo la plaga es importante. El neem debe aplicarse de forma foliar cuando detectemos un umbral alto de huevos o larvas de insectos chupadores (mosca blanca, ácaros, pulgones, trips, etc.) sobre las hojas.
En el caso en el que localicemos el insecto en envés de la hoja, es decir; la parte de abajo, es importante utilizar suficiente caldo en la aplicación foliar para cubrir toda la superficie de la hoja; utilizando un buen pulverizador que atomice la gota para que pueda alcanzar al insecto.
Fuente: www.agromatica.es