Entre las costas de Málaga y Granada hay en torno a 11.000 hectáreas con aguacates y mangos, la mayor zona de plantaciones de frutas tropicales de Europa. En una finca experimental de Trops —uno de los líderes del sector— se ha llevado a cabo un experimento que aplica inteligencia artificial a la recolección de los frutos gracias a la velocidad que permiten las redes de telecomunicaciones 5G. «Con esta iniciativa se ha desarrollado un robot que identifica el punto de maduración de la fruta y activa un brazo mecánico para recolectar las piezas que ya están listas para su comercialización», según afirma Rafael Alcaide, director territorial de Vodafone en Andalucía.
Detectar el punto perfecto de maduración de la fruta es esencial para estos agricultores. El robot capta la imagen del mango y la envía a la nube, donde gracias a la inteligencia artificial contrasta el color y la tonalidad con un archivo de más de 47.000 imágenes, y se analiza en tiempo real si es el momento adecuado o no para su recolección. «La rapidez con la que actúa el sistema solo es posible con una red 5G que permite que la máquina responda de inmediato y con total precisión».
Dada la baja latencia y la capacidad para enviar imágenes de gran calidad «en muy poco tiempo la nube recibe la información y envía un diagnóstico en un plazo imperceptible, lo cual es imposible con la red 4G».El potencial de este experimento es el primer paso para digitalizar las labores en el campo. Jesús Regodón, director de I+D+i de Trops, señala que los resultados de esta experiencia tendrá resultados a corto, medio y largo plazo en varios aspectos del negocio.
«Ahora mismo la recolección de estos frutos es manual, se ha dado el primer paso para una mecanización de estos cultivos en el futuro, aunque aún estamos en una fase muy embrionaria». De manera más inmediata, hay otras aplicaciones que se podrán utilizar en los próximos años. 
No obstante, «la inteligencia interna del robot ya se puede escalar ese sistema, embarcado en drones, nos permitiría hacer un aforo de la campaña en tiempo real, así como el análisis del estado de maduración de los mangos en cada una de las fincas, y esto ayudaría a planificar mejor la campaña y optimizar la gestión del resto de los eslabones de la cadena, desde la recepción en la planta a la logística y envío a los clientes», incide. Y esto no solo mejora el proceso de venta y la calidad «sino que minimiza el desperdicio por exceso de stock».
El siguiente paso sería llevar esta misma aplicación a los aguacates. El proyecto de Trops es un ejemplo de cómo funcionará la red móvil del futuro. El crecimiento del 5G no llegará, como hasta ahora, con la venta de una línea telefónica y de datos al usuario final. El futuro pasa por el desarrollo específico de aplicaciones y productos que se realicen gracias a la potencia de esta red para sectores como la sanidad, la dependencia, la automoción o la aeronáutica. Y esto se debe a que el 5G eleva la velocidad de descarga de datos para el ciudadano, pero la verdadera ventaja competitiva es que reduce al mínimo la latencia o tiempo de respuesta, y «este aspecto para quien de verdad es fundamental es para las empresas que están desarrollando innovación en telemedicina, el coche conectado o el control de aviones no tripulados».
En el caso de la finca de Trops, la red 5G se ha habilitado a través de una equipo transportado en una furgoneta que crea una «red burbuja» con todas las prestaciones de esta nueva red. «El sector agrícola está viviendo un intenso proceso de transformación digital en todos sus procesos y el futuro viene marcado por avances tecnológicos como estas aplicaciones», apunta Regodón. «No solo a través de robots, sino con imágenes de drones, sensores de humedad, Internet de las cosas (IoT), edge computing… Con el tiempo, se convertirá en una fuente de ventaja competitiva indudable».
Este proyecto se enmarca en la iniciativa «Piloto 5G Andalucía», impulsada por Red.es, que desarrollan Vodafone y Huawei. Trops también participa en la plataforma Green Motion, un proyecto liderado por Eurosemillas, que nace de la mano de la Universidad de California. Lanzar nuevas variedades de aguacate es un proceso cada vez más largo. Esta plataforma ha tomado el control de materiales sobre los que ya había una investigación avanzada para ver su adaptación en distintas zonas del mundo y acelerar su desarrollo. / Agrónoma
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