Las plantas suculentas son un amplio grupo de plantas que se caracterizan por presentar las raíces, el tallo o las hojas engrosados para permitir el almacenamiento de agua. Esto les permite sobrevivir en entornos secos que para otras plantas sería imposible.
Las plantas suculentas pueden pertenecer a varias familias. Los grupos que más se destacan son las cactáceas y las crasuláceas. Otras familias que presentan un gran número de especies suculentas son: Agavaceae, Euphorbiaceae, Portulacaceae Aizoaceae y Apocynaceae.
Muy a menudo, a todos los que disfrutamos de la jardinería, se nos mueren muchas de estas plantas. Esto generalmente está vinculado al poco conocimiento que tenemos sobre sus condiciones de cultivo. La publicación de hoy está dedicada a todos los que nos encantan este tipo de planta y hemos presentado problemas con su cultivo.
Uno de los primeros factores que debemos tener en cuenta para el cultivo de suculentas es el tipo de maceta que debemos utilizar. Las macetas ideales para el cultivo de estas plantas son las de barro. Este tipo de macetas, al ser porosas, permite que el sustrato se seque muy rápido y que no haya peligro de pudrirse la planta. También se pueden cultivar en macetas de plásticas, pero este tipo de maceta conserva el agua por más tiempo y son mucho menos ventiladas. Otras macetas muy recomendadas para el cultivo de estas plantas son las de concreto y las de terracota.
Es muy importante que las macetas posen agujeros en el fondo para que el drenaje sea adecuado. La maceta debe ser proporcional al tamaño de la planta, aunque en general la mayoría de las suculentas requieren macetas pequeñas.
La frecuencia de riego depende de la época del año, del recipiente en que crecen, el sustrato y de la especie y su biología. Todas las suculentas tienen una época de crecimiento bastante precisa en el año y esta puede durar un mes o varios; en esta época es cuando necesitan mayor cantidad de agua. Antes de efectuar el riego en nuestra suculenta es recomendable conocer e investigar un poco respecto a ella para evitar confundirnos (el riego de muchas suculentas por personas que no las conocen es la principal causa de la muerte de estas plantas).
Un aspecto muy importante a tener en cuenta antes de regar es comprobar la calidad y capacidad de drenaje del sustrato donde crece. Es necesario un buen drenaje y que el sustrato seque con rapidez. El riego debe realizarse cuando el sustrato esté completamente seco en la época de crecimiento y verano.
El riego más efectivo consiste en aplicar abundante agua hasta que veamos que escurra por los agujeros de los envases. Siempre debemos tener en cuenta que es mejor un solo riego bien profundo a varios superficiales para el desarrollo de nuestras suculentas.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el sustrato debe ser bien drenado y poroso para que la ventilación sea adecuada y se seque con facilidad. Para esto el sustrato debe tener partículas cuyo tamaño sea relativamente grande porque si posee demasiada arcilla, permanecerá húmedo mucho tiempo y esto traerá consigo la muerte de la planta por ataques de hongos o pudrición de las raíces.
El sustrato lo podemos preparar en casa mezclando piedras, materia orgánica, arena bien lavada y cualquier otro material granulado. Mientras mayor sea la maceta que queremos prepara, mayor debe ser el porciento de material granulado que debemos añadir a nuestra mezcla.
Generalmente las plantas suculentas no necesitan de muchos fertilizantes, pues son de crecimiento lento y están adaptadas a sobrevivir en ambientes donde la escasez de nutrientes en una de las principales condiciones.
Sin embargo podemos añadir algunos fertilizantes en bajas concentraciones. Para esto el fertilizante se debe diluir a un tercio de la dosis recomendada.
La luz es un factor muy importante para el crecimiento de nuestras suculentas. La mayoría de las especies admiten crecer a pleno sol pero lo más recomendado es ubicarlas en sitios muy iluminados con luz solar filtrada. Otro método es ubicar las plantas en zonas donde el sol incida de 2-5 horas diarias. Hay algunas suculentas que necesitan crecer a semisombra durante toda su vida.
Si queremos conocer con exactitud la luz que necesita nuestra suculenta debemos conocer en qué condiciones crece en su hábitat natural y tratar de reproducirlas lo más parecido posible en nuestro jardín.
La mayoría de las suculentas que se cultivan pertenecen a la familia Crassulaceae y casi todas poseen reproducción asexual por esquejes. Mucha de estas plantas la podemos reproducir fácilmente a partir de una hoja o fragmento del tallo de la planta madre.
Casi todas tienen la posibilidad de multiplicarlas asexualmente pero otras suculentas solo se pueden reproducir a partir de semillas. La reproducción por semillas es un poco más complicada porque necesitamos suministrar sustratos específicos para la germinación de las semillas de cada especie.
Las principales plagas que atacan las suculentas son las babosas, caracoles, cochinillas, pulgones y algunas aves de corral. Otros organismos nocivos para ellas son los hongos (atacan las raíces y hojas), bacterias y virus. Las plagas de insectos pueden ser eliminadas de forma manual o con insecticidas. Las babosas y caracoles deben ser eliminados de forma manual. Las aves de corral (pollos principalmente) debemos criarlas lejos de nuestras suculentas porque se alimentan de ellas.
La mayoría de las enfermedades provocadas por bacterias y virus provocan la muerte de nuestras plantas y no tienen tratamiento alguno. Generalmente las enfermedades por bacterias y virus se manifiestan por manchas en hojas y tallos y malformaciones en la planta.
Fotos: Agronotips
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