Para cultivar sandía tenemos que comenzar a hablar de la planta de sandía: Planta de tamaño muy grande, pero achaparrada que repta por él suelo, otra gigante como todas las cucurbitáceas.
Con un follaje verde oscuro intenso y luminoso. De hojas grandes palmeadas y largos tallos de aspecto peloso, desarrolla zarcillos de agarre e invade todo el espacio que puede.
Su fruto seguramente es el más bello, refrescante y sorprendente de todas las hortalizas, ya que cortado a la mitad, nos ofrece el verde oscuro de su piel y el blanco, para pasar al rojo vivo de su pulpa, moteada de perlas negras y brillantes, que son sus semillas.
Una fruta fresca, jugosa, dulce y sabrosa, que se hace pura agua en la boca.
Es de los frutos más grandes a excepción de algunas variedades de calabazas.
Su suelo ideal será arenoso y muy suelto, medianamente rico en humus, y con aportes ligeros de compost y estiércol bastará.
El soporte es la tabla, que en este caso deberá ser muy espaciosa, con un área de 2 x 2 metros y con buen vaso de riego.
Su clima típicamente de verano nos ofrece refrescar las siestas del estío. Hortaliza de temporada cálida y clima puramente veraniego.
Su riego lo haremos de forma intensa y continuada, al principio es bueno refrescar la planta con aspersor, y una vez que ha florecido será mejor regar por inundación de su vaso de riego, el agua ayudará a la formación de sus frutos.
La plantación se hace en su soporte definitivo y de forma directa en hoyo, en el que se echan 3 ó 4 semillas, a una profundidad de 3 ó 4 cm, y cuando brotan las semillas y son plantitas se dejan una o dos como máximo. Su marco de siembra como ya dije son 2 x 2 metros; 200 x 200 cm.
Su labor de mantenimiento será sobre todo mantener la tierra incidencias. En cuanto a la planta, se pueden cortar algunos tallos por encima del fruto, unos cinco centímetros por encima de este y así hacemos que engorden más las sandías.
Su cosecha, al igual que el melón es complicado saber a ciencia cierta cuando están en el punto idóneo de maduración; unos lo averiguan dando unos golpecitos o cachetes secos, otros apretando el extremo que tiene tallo o rabillo con el pulgar, otros oliéndola; y hay gente que no falla una y luego hay otros como yo que fallamos bastante, así que cada uno se buscará la vida como pueda. Se cogen escalonadamente hasta que se raja la primera, y a partir de este momento es mejor coger todas las que nos parezcan maduras.
La semilla la recogeremos de un fruto que haya crecido muy cerca de la raíz y que haya madurado mucho, y que aunque se haya rajado no importa; entonces se extraerán, se lavarán, se secarán bien a la sombra y se guardarán herméticamente.
Su conservación es efímera por lo que habrá que comerlas pronto.
Si tenemos en cuenta la dimensión de la planta, su compostaje no es demasiado buena, porque es quebradiza y se estropea, pero bueno lo que quede se tritura y va al montón.
Métodos de control de plagas basados en compuestos aromáticos naturales que atraen o repelen a los insectos (Ecología Química).
La incorporación de rastrojos es una práctica alternativa al uso del fuego en la agricultura, la que se realiza con diversos tipos de implementos.
Estos extractos de algas ayudan a potenciar la tolerancia al estrés abiótico, mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos.