La agricultura de precisión pasa por realizar análisis de agua, suelo y de la planta. Sólo así conseguiremos estrujar al máximo el aporte de fertilizantes y el riego que tenemos que hacer. A la larga es bueno para nuestros bolsillos. Como nuestro objetivo es dar a conocer todo lo que podamos acerca de la agricultura, hoy empezamos esta línea de artículos «descifrando» un análisis de agua.
Un análisis de agua de riego nos dará muchos parámetros interesantes. Uno de los más importantes es su contenido mineral, su pH, las sales que alberga y la conductividad. Sin embargo, no todo se queda en estos datos, también hay otros que, sabiendo entenderlos, son importantes para intentar cambiar algunas labores culturales que perjudican al suelo.
Por ejemplo, si el pH del agua es básico, con el tiempo, el pH del suelo también lo serán. De nada vale hacer incorporaciones de sulfato de hierro, turba ácida o demás si continuaremos en un futuro añadiendo agua alcalina al suelo.
Aunque hay laboratorios mejores que otros, errar es de humanos, y muchas veces podemos llevarnos sorpresas. Hay algunos parámetros que nosotros, a pie de campo, no podemos saber con certeza si han sido bien calculador, pero otros sí.
Los cationes (sodio, potasio, calcio y magnesio) y aniones (carbonatos, bicarbonatos, nitratos, sulfatos y cloruros) que muestra un análisis de agua de riego, han de estar equiparados. Es decir, la suma de cationes y aniones debe ser igual a 0, o al menos con un error de menos del 10%. Otras veces se acepta únicamente el 5%, cuando se quiere ser más preciso.
Una diferencia de más del 10% entre aniones y cationes supondría pedir un nuevo análisis en otro laboratorio (o que lo repita el mismo).
Otra forma de comprobar si la conductividad eléctrica está entre unos valores adecuados es ver que la CE (uS.cm-1) dividido por la suma de los valores de aniones y cationes (meq·L) sea equivalente a 100, sin sobrepasar los valores de 110 y 80.
Por ejemplo: imaginemos que la conductividad en el análisis de agua nos da 2.650 (us·cm-1), y la suma de cationes y aniones (meq·L) nos da 26. Si dividimos estos valores obtenemos un resultado de 101,92, un número bastante cercano al 100. Podemos dar por válido dicha conductividad eléctrica.
La mayoría de los análisis de agua dan una serie de parámetros introductorios (antes de pasar al volumen de aniones y cationes de la solución). Éstos suelen ser los siguientes:
Estos, a priori, son los datos que cualquier análisis de agua de riego normal nos podría dar, aunque hay algunos más precisos donde nos ofrecen otros parámetros interesantes, como:
Importante, a la hora de comprender un análisis de suelo, es saber entre qué valores podemos movernos o qué valores se consideran normales. De nada nos sirve poder ver en la hoja que nos mande el laboratorio que el agua con la que regamos tiene un índice de Scott (IS) de 4.
¿Esto es mucho o es poco?
Veamos lo que dice Urbano Terrón (1.995), en la clasificación de Stabler:
Según el valor que hemos comentado anteriormente del índice de Scott, 4, vemos que podríamos considerar dicha agua como peligrosa. Tendremos que dedicar especial atención al drenaje de nuestro suelo, y mejorarlo, en caso de que sea necesario.
Podemos verlo aquí:
También deciros que en artículo sobre la conductividad eléctrica, hay una tabla donde se ve la reducción del rendimiento del cultivo según la acumulación de sales.
Hemos dicho que el SAR era la relación de adsorción del sodio, pero eso a mucha gente puede que no estemos diciendo nada. ¡Queremos valores de media para compararlos con nuestro análisis! ¡Ok!
Esto guarda mucha relación con los problemas de permeabilidad del suelo, donde un valor alto de SAR significa que estamos potenciando una pérdida de la estructura del suelo.
También, en muchos análisis vemos como aparece un segundo valor del SAR, es decir, el corregido. Este valor tiene en cuenta el calcio precipita en bicarbonatos, situación muy real en nuestro suelo. Haremos más caso a este valor.
Veamos los valores de SAR, para compararlos con los nuestros:
Muchas veces vemos como algunos de nuestros electrodomésticos (lavadora, plancha, cafeteras, etc.) se deterioran por acumular cal en alguna de sus partes. Esto está íntimamente unido a la dureza del agua, y está relacionado con el catión calcio.
Veamos una tabla para poder compararla con nuestro análisis de agua:
Y bueno, aunque hay más formas de interpretar la calidad del agua a partir de un análisis, estos son más que suficiente para realizar correcciones en el abonado, mejorar nuestro suelo o buscar otros medios para regar.
La cuaja o no cuaja en cerezos es en los primeros 25 días después de plena flor. Todo fruto que nos prospere después de esos días, no cuajó.
La técnica de no excavación, tal como su nombre lo indica, consiste en cultivar sin alterar el suelo. Es un método sencillo y demanda menos tiempo.
Cuando se habla de soluciones para la agricultura, se habla de tecnología, de técnicas de cultivos, etcétera, pero estos no son soluciones. Los electrocultivos sí.