Por Rafael Rosell Aiquel, Rector Universidad del Alba.
El próximo 5 de junio, el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) tiene previsto reunir a gran parte de las economías mundiales en Suecia para celebrar el Día Mundial del Medioambiente bajo el lema “Una sola tierra”, en donde el llamado será vivir de manera sostenible y en armonía con la naturaleza, a través de cambios relevantes que sean impulsados por políticas públicas, así como elecciones cotidianas que nos guíen hacia estilos de vida más limpios y ecológicos.
Por otra parte, los países han reconocido que los paquetes de estímulo para la recuperación de la pandemia ofrecen una oportunidad única para orientar las inversiones hacia una “economía de la restauración”, capaz de generar millones de empleos verdes, ya que desde la ONU se ha advertido que podríamos estar llegando a un punto sin retorno para el planeta a medida que la humanidad devasta los ecosistemas, pero que aún hay tiempo para cambiar el curso de la historia.
“La tarea es monumental. Necesitamos replantar y proteger nuestros bosques, limpiar nuestros ríos y mares, y reverdecer nuestras ciudades. Eso no solo nos permitirá salvaguardar los recursos del planeta, sino que creará millones de nuevos empleos para 2030, generará retornos de más de US$ 7 billones cada año y ayudará a eliminar la pobreza y el hambre”, señaló el Secretario General de la ONU, António Guterres.
Chile se encuentra en la posición correcta para iniciar un proceso de recuperación de la economía, a partir de los efectos de la pandemia a causa del COVID-19, contando con una serie de ventajas y atributos que lo hacen competitivo y con ventajas importantes para impulsarlo, con un uso eficiente de la energía y de los recursos naturales. Para que esto ocurra, es necesario contar con técnicos y profesionales preparados para hacer frente a esta transición, que cuenten con sólidos conocimientos, con una gran vocación medioambiental y un alto grado de sensibilidad, humanidad y solidaridad con los otros seres vivos con los cuales coexisten en sus ecosistemas.
Hay grandes oportunidades para aportar desde nuestro país al cuidado del medioambiente. De hecho, Chile fue nombrado el país más atractivo para invertir en energías renovables según el ranking de Bloomberg elaborado en 2020, así como también, el noveno país en cuanto a su desempeño frente al cambio climático, según señala el Índice de Desempeño del Cambio Climático, IDCC 2021, elaborado por la ONG Germanwatch.
La Universidad del Alba apunta a ser la Casa de Estudios de referencia en estas materias, vinculándose con el desarrollo de las regiones en donde se encuentra presente: Antofagasta, Coquimbo, Metropolitana y Ñuble, fomentando de esta forma aspectos tales como la protección del medioambiente, el control de los efectos antrópicos sobre los ecosistemas, la salud planetaria, la economía circular, el desarrollo de energías renovables, así como la regeneración de los propios ecosistemas, entre otros, con una mirada global.
Es por ello que a partir del 2022 nos sumamos a estos desafíos, incorporando la carrera de Ingeniería Ambiental, desde donde pretendemos generar un semillero de futuros profesionales con formación de excelencia y fuertes valores de humanidad, solidaridad e inclusión, que aporten a los grandes desafíos que el planeta requiere.
El Instituto Rich Earth de Estados Unidos trabaja para normalizar esta práctica y promover la sostenibilidad, utilizando la orina como fertilizante a gran escala.
Una correcta operación y un adecuado mantenimiento de un sistema de riego tecnificado son elementos claves para garantizar la eficiencia productiva.
Las principales causas del malfuncionamiento de los equipos de riego tecnificado son principalmente por falta de mantenimiento, falta de protocolos en la limpieza.