El almácigo es cuando sembramos las semillas de alguna verdurita u hortaliza No directamente en la Huerta, sino que en una almaciguera o semillero, hasta que la plantita tenga un tamaño adecuado para trasplantarla ( llevarla) a la huerta. Mas o menos, cuando tienen 3 o 4 hojas (de las verdaderas).
Permiten adelantar las cosechas, ya que cuando en el exterior el clima es propicio, las plantas ya han realizado una parte de su desarrollo en el almaciguero. Y por el otro lado, hemos dado más tiempo a terminar su ciclo a aquellas plantas que están de la temporada anterior en el huerto.
Permiten aprovechar el espacio, ya que en las almacigueras las plantitas crecen bastante juntas.
Facilitan las labores de riego (corres menos peligro de que se te sequen los plantines pequeños y además utilizas menos agua) y de vigilancia de hierbas competidoras.
Podemos proteger mejor las plantitas en sus primeras fases de desarrollo, tanto del excesivo frío como de las heladas nocturnas, el viento, las lluvias, el exceso de humedad, la radiación solar demasiado intensa, de los parásitos o los caracoles!
Hay plantas que les gusta que las siembren en almácigos y hay otras que les gusta sembrarse directamente en la tierra.
Podemos hacer almácigos de: Tomates, cebollas, pimentones, berenjena, lechugas, acelgas, brócolis, coliflor, repollo, zapallitos italianos, pepinos, zapallos.
Siembra directa: Las papas, porotos, habas, arvejas y zapallo amarillos (de guarda), quinoa, amaranto son mejor sembrarlos directamente.
Podemos usar recipientes reciclados, como los potes de helados, tetrapacks, etc. Pero a mi lo que mejor resultado me ha dado son los cajones de feria. Cuando me hace falta más, los hago yo misma, con madera.
Lo bueno de los cajones mas grandes es que corres menos riesgo de que se te sequen, o sea, los puedes regar con menos periodicidad. Y además la planta puede crecer mas grande, y se puede desarrollar mejor antes de trasplantarla o bien si te demoras en hacerlo, no corres riesgos de que se te muera.
- Ante todo! Disposición y decisión a querer cuidar esa plantita que nos dará sabrosos frutos u hojas deliciosas, completamente natural, libre de algún agrotóxico.
- Comienza utilizando una buena tierra, ojalá uses compost, puedes mezclarlo con la tierra que tienes para nutrirla y entregarle materia orgánica.
- Proporciona un ambiente acogedor, que le llegue solcito y esté calentito. Las semillas germinan (brotan) con calor.
- Escoge las almacigueras que utilizarás (puedes reutilizar cajas de leche, helados, botellas, o cajones de feria, etc) donde sembrarás las semillas.
- Siembra la semilla que tengas!, no esperes a encontrar la selección que deseas, comienza con lo que tienes, y puede que te sorprenda. Luego irás obteniendo más y más semillas.
- Ojalá uses semillas naturales, no compradas, pues por lo general son híbridas, o pueden ser transgénicas. Lo importante es conservar estas semillas que no han sido modificadas, porque son las que nos darán generaciones fructíferas y podremos seguir utilizándola en el futuro.
- La profundidad de siembra es app 2 veces el ancho de la semilla.
- Hazlo con Amor! y antes de sembrar riega la tierra!, así evitarás que las semillas chiquititas se hundan más en la tierra. y estará húmedo para que puedan germinar.
- Riégalas con agua como llovizna.
- Cómo sembrar? Casi para todas las semillas; yo las siembro en líneas. Hago unos pequeños surcos con mis dedos y dentro de estos surcos voy poniendo las semillas, ya sean una a una y si es que son muy chicas, como las lechugas; voy rociándolas por el surco. De esta forma sé que crecerán en línea y al momento del transplante es más fácil retirarlas de la almaciguera. Sin embargo; Para las semillas de zapallito italiano, pepino, zapallos en general. Es mejor sembrarlas de a dos o de a una en el caso de zapallito italiano en materos individuales, ojalá grandes; Como esas bolsas negras donde vienen las plantas en los invernaderos. Es son plantas más débiles que se recienten más al momento del transplante por eso es mejor sembrarlas individualmente y así no dañar sus raíces.
- Escribe qué semilla es, para que no lo olvides! Y también agrega la fecha.
- Espera, pacientemente, revisa todos los días si la tierra está húmeda. No debe secarse. Nosotros ayudamos con el agua y la naturaleza se encarga de hacer todo lo demás!… Pero ojo con el exceso de humedad.
- Y MAGIA!!! Al momento de brotar, primero salen dos “hojitas” que no son sus hojas de verdad. Espera a que crezcan sus verdaderas hojas!. Cuando ya son unas 4 hojas, podrás trasplantarla a su lugar definitivo.
- Al momento del transplante agrégale algo de compost, es un abono natural! La plantita te lo agradecerá.
El trasplante de una planta será más fácil y tendrá mayor probabilidad de éxito cuanto más joven sea la planta a trasplantar y menor sea su desarrollo y dimensión.
Por otra parte, hay especies que aceptan mejor que otras un trasplante. Las especies más sensibles suelen ser plantas de crecimiento lento que desarrollan un sistema radicular amplio y profundo.
En caso de tratarse de una planta de gran dimensión, un árbol adulto o una especie sensible a los trasplantes, se aconseja solicitar los servicios de profesionales especializados.
Cuándo realizar un trasplante. Hay momentos del año que resultan más adecuados para realizar el trasplante, aunque en todo caso, se deben evitar días de fríos fuertes y heladas.
Finales de invierno - Principios de primavera. Para las plantas herbáceas y para arbustos y árboles de hoja perenne, la mejor época para el trasplante es finales de invierno o principios de la primavera, antes de que la planta haya iniciado su explosión vegetativa primaveral.
Mediados o finales de otoño. Para arbustos y árboles de hoja caduca, la época más acertada para realizar el trasplante es mediados o finales de otoño, una que vez la planta ha perdido sus hojas e iniciado su período de reposo vegetativo.
Preparación previa de la planta. Antes de iniciar el trasplante se debe podar la planta hasta un tercio de su tamaño aproximadamente. La poda se hace para compensar el recorte y pérdida de raíces que sufrirá la planta en el trasplante.
Este paso es importante puesto que si no se realiza la poda, es posible que las raíces que queden tras realizar el trasplante no sean capaces de alimentar toda la parte aérea de la planta provocando su muerte.
1º Marcar una circunferencia alrededor de la planta tomando cómo diámetro la extensión que tenían las ramas antes de ser podadas. Para marcar la circunferencia se puede utilizar una pala.
2º Cavar una zanja profunda alrededor de la circunferencia soltando las raíces que quedan agarradas en la tierra. Finalmente se cava bajo el cepellón, introduciendo la pala y cortando las raíces leñosas que haga falta. La profundidad a la que se debe recortar el cepellón depende de la dimensión de la planta.
3º Traslado de la planta a su nueva ubicación. Para dañar lo menos posible a la planta se la puede tumbar de lado para sujetarla del cepellón. Una vez sujeta, se levanta de la tierra y se posa sobre una tela de arpillera, colocando la planta recta y centrada en la tela. Finalmente, trasladar la planta tirando de la tela con la ayuda de varias personas si el cepellón es grande y pesado.
4º Cavar el hoyo de plantación. Se cava un hoyo de doble anchura e igual profundidad que el cepellón. El cavado se debe realizar respetando las distintas capas del suelo y separándolas para mantener su posición inicial al rellenar el hoyo. Se deben eliminar las hierbas adventicias de la capa superior del suelo.
5º Colocar la planta en el hoyo. Se incorpora la planta en el nuevo lugar y se va rellenando el hoyo de tierra mientras se mantiene la planta recta. Al rellenar el hoyo se debe incorporar la tierra respetando la posición y estructura inicial de las capas del suelo. Una vez relleno el hoyo, compactar el suelo con el talón para eliminar bolsas de aire.
6º Riego y acolchado. Regar abundantemente la planta y si se necesita mantener la humedad del suelo, incorporar un acolchado o mulching alrededor de la planta.
Los vegetales que crecen de una plántula trasplantada te permiten adelantar tu cosecha y reducir el tiempo de siembra en campo abierto. Además, al sembrar directamente en el semillero, y cuidar el proceso en invernadero, proteges a la planta de condiciones de estrés, patógenos y plagas.
El trasplante ocurre cuando la plántula cumplió el ciclo de desarrollo necesario para poder continuar su ciclo vital en la tierra definitiva de cultivo.
Una semana antes del trasplante, se recomienda someter a la plántula a un proceso de endurecimiento de tejidos; esto se logra al reducir el riego con el fin de que la planta sufra una pérdida de humedad y entonces endurezca sus tejidos para que sean más resistentes a las condiciones que tendrá en el campo. Una plántula con mucha humedad luce con raíces muy acuosas y débiles, mientras que una que tuvo una deficiencia de humedad tiene raíces gruesas y leñosas.
Tres o cuatro días antes del trasplante se puede aplicar en las plantas una solución rica en fósforo, con una mezcla que consiste en una base de 6 gramos de fosfato de amonio por cada litro de agua. La medida es entre 4 a 6 litros por metro cuadrado.
Además, tienes que dejar la tierra lista para recibir a las plántulas. Debes asegurarte que el suelo tenga un buen drenaje y esté libre de malezas y plagas que podrían dañar a la plántula.
Si tu plántula tiene por lo menos tres hojas y se muestra sana y vigorosa, con un buen sistema radicular y una altura de unos 15 centímetros, está lista para el trasplante.
Hay dos tipos de trasplantes, el de raíz lavada, sin tierra alrededor, y de cepellón, que es cuando las raíces están cubiertas por una capa terrosa; el primero se puede aplicar para las plántulas de tomate, chile, cebolla y brócoli debido a que pueden recuperarse de la pérdida parcial de raíces durante el proceso de trasplante. Sin embargo, el melón, la sandía y el pepino tiene que ser sólo por cepellón.
El trasplante se tiene que realizar en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde, para aprovechar los momentos más frescos del día. El suelo tiene que estar mullido y húmedo para que la raíz de la plántula se desarrolle con mayor facilidad y rapidez.
Además, dos o tres horas antes del trasplante, debes regar el semillero para facilitar la extracción de la plántula sin dañar las raíces y que lleguen al campo con humedad suficiente. Evita trasplantar las plántulas que estén moradas, pues esto significa que les falta fósforo.
Finalmente, toma en cuenta la distancia entre camas y entra plantas para que las raíces puedan crecer adecuadamente. Por ejemplo:
Brócoli // Distancia entre camas: 90 cm // Distancia entre plantas: 30 cm
Cebolla // Distancia entre camas: 90 cm // Distancia entre plantas: 10 cm
Chile jalapeño // Distancia entre camas: 160 cm // Distancia entre plantas: 30 cm
Chile serrano // Distancia entre camas: 160 cm // Distancia entre plantas: 30 cm
Lechuga // Distancia entre camas: 90 cm // Distancia entre plantas: 30 cm
Tomate // Distancia entre camas: 160 cm // Distancia entre plantas: 30 cm
Hay muchas plantas que pueden mejorar de forma notable nuestros jardines. La milenrama es una de esas plantas. Es una planta medicinal que tiene muchos usos.
Cultivar espárragos en el huerto puede ser una tarea gratificante. Los espárragos (Asparagus officinalis) son una hortaliza perenne que puede producir durante más de 15 años si se cuida correctamente.