Cada vez es más común ver a personas interesadas en saber qué hacer con los desperdicios orgánicos de sus casas o de sus explotaciones silvoagropecuarias, como una forma de devolver a la naturaleza lo que de la naturaleza proviene, ayudando además a mejorar las características de los suelos donde crecen nuestras plantas y cultivos, sobre todo lo que tiene relación con la materia orgánica. Una de estas formas es hacer un buen compost de calidad como veremos a continuación en el presente artículo.
Pero no todos los desechos orgánicos son aptos para utilizar en la elaboración de un compost de calidad, en el presente artículo te mencionaremos cuáles productos puedes utilizar para estos efectos, y cuales no debemos utilizar. Pero antes, vamos a ver qué ventajas aporta para los suelos y al medio ambiente, agregarle compost de calidad cada cierto tiempo.
- Prevención de la erosión de los suelos: Permite mejorar su estructura, reduciendo los problemas de compactación. Además, aumenta la capacidad de retención del agua y el intercambio gaseoso, favoreciendo el desarrollo de las raíces.
- Aumenta la fertilidad de los suelos: Su PH neutro, lo hace sumamente confiable para ser usado con todo tipo de plantas. Además, contribuye al mantenimiento y desarrollo del microflora y microfauna del suelo (bacterias y hongos benéficos para las plantas).
- Disminuye los residuos de basureros y vertederos: Reduce los RSU (Residuos Sólidos Urbanos). Los desperdicios orgánicos que generalmente termina acumulados en los vertederos por toneladas y toneladas sin ser un aporte, pueden ser convertidos en toneladas de compost siendo un gran aporte a los suelos y al medio ambiente. Con 100 kilogramos de residuo orgánico es posible obtener 30 kilogramos de abono natural.
- Ayuda a mejorar la calidad del aire: Los residuos urbanos son muy perjudiciales para el medio ambiente, ya que causan un aumento en las emisiones de CO2 y su impacto en el cambio climático. Hay que tener en cuenta que la comida desperdiciada es un grave problema ambiental.
- Funciona como insecticida: En el proceso del compostaje, se produce la degradación de la materia orgánica (compost) formando un líquido orgánico que puede ser utilizado con insecticida o fertilizante. El lixiviado, sirve como fertilizante líquido orgánico. Pero también sirve como insecticida para el control de plagas y enfermedades. El lixiviado ha demostrado ser un buen insecticida contra el tizón de la papa o tomate, el mildiu polvoso y el fusarium en manzano. Los lixiviados ofrecen mayor resistencia de la planta a la infección, ya sea al repeler plagas como la proliferación de hongos.
- Favorece la biodiversidad: El proceso por el cual se transforma la basura orgánica en humus o abono orgánico, intervienen microorganismos, bacterias e insectos como las lombrices. En este proceso de descomposición dónde los seres vivos, después de morir, se convierten en materias primas para la tierra.
- Reduce la huella de carbono: El compostaje natural, la basura orgánica se convierte en humus o abono orgánico, mediante un proceso natural de la descomposición, reduciendo tu huella de carbono. Retiene carbono en el suelo, mejorando el potencial del suelo como reservorio de carbono.
- Menor uso de fertilizantes químicos: El abono que se obtiene del proceso de compostaje, y el cual puede ser utilizado como un fertilizante natural en algunas ocasiones, permite que se reduzca el uso de fertilizantes químicos, que contaminan los acuíferos por un exceso de nitratos.
- Disminución de enfermedades edáficas: Muchos composts tienen capacidad para suprimir la actividad de los patógenos del suelo. Los efectos directos incluyen la competencia microbiana por los nutrientes, los efectos directos por parasitismo, así como la presencia de sustancias húmicas y/o compuestos volátiles tóxicos.
- Plantas de huerto o jardín (restos de cosechas y flores viejas o marchitas).
- Hierbas adventicias (a ser posible, antes de que hagan semillas).
- Estiércol de camas de corral de animales, de cría ecológica.
- Ramas trituradas procedentes de la poda de árboles frutales, setos, arbustos, flores arbustivas, etc.
- Matas y matorrales procedentes de la limpieza de bosques o sotobosques.
- Plantas medicinales.
- Hojas caídas de los árboles.
- Heno y hierba segada.
- Césped (en capas finas o previamente desecado).
- Algas marinas (tras un proceso de lavado del salitre).
- Mondas del pelado de frutas y hortalizas.
- Restos orgánicos de comida.
- Alimentos estropeados o caducados.
- Cáscaras de huevo trituradas.
- Posos de café (inclusive los filtros de papel) y plantas medicinales usadas en infusión (sin el sobre).
- Servilletas y pañuelos de papel (no impresos ni coloreados).
- Cortes de pelo (no teñido).
- Lana en bruto o viejos colchones o almohadas de lana (en pequeñas capas, mezclada con otros restos).
- Pieles de naranja, de cítricos y de piña americana (sólo en pequeñas cantidades y muy troceadas).
- Productos y restos cárnicos sobrantes de las comidas (huesos pequeños, grasa, espinas de pescado, caparazones de mariscos triturados, etc.).
- Patatas estropeadas, podridas, germinadas.
- Cenizas (espolvoreadas en pequeñas cantidades o prehumedecidas).
- Virutas de serrín de maderas no tratadas.
- Papel y cartón (sin impresión de tintas).
- Trapos y restos de tejidos de fibras naturales (algodón, lana, lino, etc.).
- Materiales químico-sintéticos (fibras sintéticas, materiales o fibras naturales plastificadas, etc.).
- Materiales no degradables (vidrio, metales, plásticos, etc.).
- Restos orgánicos contaminados con sustancias tóxicas y plantas tratadas con pesticidas o muy enfermas.
- Ramas y hojas de tuya y ciprés (demasiado ácidas y contienen sustancias inhibidoras).
- Grama y otras plantas invasoras (excepto si realizamos un compostaje con elevación de temperatura).
- Huesos grandes (no triturados).
- Virutas y serrín de madera tratada (fungicidas, sales de cobre, arsénico, pentaclorofenol, creosotas o procedentes de aglomerados y contrachapados).
- Aglomerados o contrachapados de madera (en trozos, virutas o serrín).
- Cáscaras de almendras o nueces (se degradan demasiado lentamente).
Hay muchas plantas que pueden mejorar de forma notable nuestros jardines. La milenrama es una de esas plantas. Es una planta medicinal que tiene muchos usos.
Cultivar espárragos en el huerto puede ser una tarea gratificante. Los espárragos (Asparagus officinalis) son una hortaliza perenne que puede producir durante más de 15 años si se cuida correctamente.