Los cultivos altamente tecnificados, hidropónicos, invernaderos, aquellos cultivados con luz artificial o con dosis de fertilizantes muy ajustadas requieren de elementos altamente específicos. Algo tan sencillo como macetas para cultivos tecnificados o recipientes de soportes y sustratos, pueden tener variantes inimaginables para cultivos tan precisos. Vamos a ver qué importancia tiene el contenedor en el que la vamos a plantar y los tipos de macetas.
La proporción maceta/altura de planta es importante para un buen desarrollo radicular de casi cualquier planta. Hay plantas que requieren mucho volumen de sustrato para tener una expansión radicular importante y otras plantas como los cactus o las crasuláceas que prefieran macetas más pequeñas.
Para cultivos muy tecnificados, se utiliza una regla general (muy general) orientativa de 1 litro de capacidad de la maceta por cada 4-5 cm de altura de la planta. Otras plantas tienen otras proporciones. Aplicando una sencilla regla de tres:
Es algo orientativo. De hecho no encontrarás macetas de tamaños exactos a los que te ponemos, pero sí muy similares.
Ya no solo en este cultivo es importante. Salvo especies adaptadas a medios saturados de agua (plantas de ribera, pantano etc.) el resto de plantas necesitan un buen drenaje. En el momento en que nosotros utilizamos un recipiente ”estanco” o sin posibilidad de salida de agua sobrante estaremos saturando el sustrato la mayoría de veces. Por ello es necesario que en el fondo haya agujeros que impidan que el agua se estanque en la maceta de cultivo.
El sistema radicular debe estar sano, con espacio, no encharcado y la planta debe emitir una gran cantidad de superficie radicular de contacto con el sustrato para absorber los nutrientes. Una de las formas de conseguir esto es favoreciendo la emisión de raíces secundarias.
Todos los consejos redundan en una sistema radicular saludable que se basa en espacio, drenaje y posibilidad de desarrollo radicular para aumentar la superficie de contacto con el sustraro y así captar el máximo de nutrientes.
Macetas de plástico de todos los tamaños, colores y formas. Todas ellas tienen la ventaja de que son baratas, reutilizables por años y años y al ser totalmente impermeables, el agua aguanta más tiempo en el sustrato. Esto puede acarrear ventajas (menos frecuencia de riego) e inconvenientes (posibilidad de encharcamiento).
El color es importante según queramos cultivo exterior o interior.
Tal y como lo oyes. Son macetas con orificios en toda la pared del contenedor. Las raíces crecen cuando se encuentran en ambientes oscuros (bajo tierra), húmedos y con la aireación justa. En el momento en el que una raíz toca el aire exterior, deja de crecer (poda aérea) y se fuerce la emisión de raíces secundarias , gobernando el sustrato y consiguiendo mayor superficie de contacto.
Es una variante de las anteriores, hechas de tela (tejido) siendo este muy poroso y teniendo por tanto grandes ventajas que enumeramos a continuación:
No es nuestro sistema favorito pero lo ponemos porque también existe. Son desechables de plástico. Son muy cómodas al ser desechables pero ya sabemos que el plástico es contaminante si no se recicla bien. En cultivos de invernadero se usan mucho pero para cultivos particulares no lo recomendamos. Hay opciones más sostenibles (todas las anteriores).
Son muy específicas para cultivos hidropónicos por ejemplo donde el agua con los fertilizantes exactos va en continua circulación en contacto con las raíces. También en los aeropónicos donde los nutrientes van atomizados y pulverizados en el ambiente radicular del cultivo. La NASA utiliza cultivos de este tipo para sus investigaciones de cultivos en gravedad cero.
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