Países exportadores agrícolas incrementarán producción de alimentos
Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y México afirman el importante papel que como principales exportadores de productos e insumos agrícolas, pueden desempeñar para fortalecer la seguridad alimentaria mundial.
Según un comunicado, los cinco países afirman que como grandes exportadores agrícolas pueden "fortalecer la seguridad alimentaria mundial".
Las cinco naciones señalan que tomarán medidas “en un momento en el que una de cada tres personas en el mundo no tiene acceso a alimentación adecuada, asequible y nutritiva” y en el que “las perturbaciones en el abastecimiento agravan la interrupción del comercio de granos, maíz, aceite para cocinar e insumos agrícolas claves como semillas, fertilizantes y combustibles refinados”.
A su vez, el cambio climático ha intensificado los eventos climáticos graves y los ha vuelto más frecuentes. Esto ha tenido como resultado alteraciones en los patrones de precipitaciones en todo el mundo lo que amenaza el volumen de cosechas y dificulta todavía más la actividad agraria, especialmente en un período en que el mundo se recupera de la pandemia de COVID-19. Los precios elevados de la energía y los fertilizantes son una limitación adicional que agrava la posibilidad de llevar a cabo la agricultura de manera rentable y aumenta los precios globales de los alimentos para los consumidores, agudizando más la inseguridad alimentaria mundial.
Como grandes productores y exportadores de alimentos y otros insumos agrícolas afirman “la necesidad de adoptar medidas a medio plazo orientadas a estabilizar los precios de los alimentos y maximizar de manera sostenible la producción agrícola, además de favorecer sistemas alimentarios mundiales resilientes, seguros y sustentables para el futuro”.
El objetivo es maximizar el suministro de alimentos para intentar "mantener la estabilidad de precios" y asegurarse de que las sanciones por la guerra no afecten a estos productos.
Los firmantes también se comprometen a brindar asistencia humanitaria a los más vulnerables, con donativos, así como promover mejores prácticas que potencien el rendimiento de las cosechas, la producción agrícola y el comercio.
En el largo plazo, se proponen “intensificar los esfuerzos para la transformación de los insumos agrícolas y los sistemas alimentarios insostenibles de modo que se incremente su sostenibilidad, su resiliencia ante perturbaciones, su carácter inclusivo en términos financieros y sociales, y su accesibilidad para agricultores grandes, medianos y pequeños sin distinción, en función de las capacidades y prioridades nacionales".
“La inseguridad alimentaria es un problema mundial cada vez mayor que no reconoce fronteras internacionales. A su vez, está asociada con la pobreza y con la inestabilidad social, económica y política. Como países exportadores de alimentos principales y que albergan a los agricultores que alimentan al mundo, nos interesa, y forma parte clave de nuestros valores, adoptar estas medidas orientadas a prevenir el hambre, la desnutrición y la pobreza en el mundo, además de invertir en sistemas agrícolas y alimentarios globales con mayor resiliencia e inclusión, que favorezcan el desarrollo rural y contribuyan a la paz en el mundo”.
A fin de cumplir estos objetivos, los países anteriores manifiestan que se proponen:
Promover mejores prácticas que potencien el rendimiento de las cosechas, la producción agrícola y el comercio: Trabajaremos con agricultores de todo el mundo en la adopción de medidas que mejoren las cosechas sostenibles e incrementen la producción agrícola sostenible. El uso de prácticas y enfoques eficaces redunda en beneficios para todos los países exportadores, que incluyen: uso de cultivos de alto rendimiento y semillas resilientes; doble cultivo; rotación estacional del suelo; gestión integrada de plagas y enfermedades; productividad de plaguicidas; agricultura vertical; innovaciones y eficacias de fertilizantes; uso más eficiente de la irrigación y técnicas para mejorar la huella hídrica; prácticas y tecnologías nuevas e innovadoras en apoyo a la agricultura sostenible; mayor acceso a la tecnología agrícola de precisión y a herramientas financieras innovadoras, como el crédito agrícola y el seguro de cosechas para el acceso garantizado al crédito asequible; y técnicas de almacenamiento innovadoras para reducir la pérdida posterior a la cosecha antes de que los cultivos se vendan en el mercado mundial.
Los países se proponen fortalecer tanto la infraestructura física como los soportes logísticos de las cadenas de suministro, además de seguir desarrollando las innovaciones existentes para el cultivo, el almacenamiento y la distribución de alimentos, a fin de asegurar un mayor acceso a alimentos asequibles, nutritivos y sanos.
Maximizar el abastecimiento alimentario y mejorar el comercio y el transporte de alimentos en los mercados mundiales: Una provisión constante y previsible de exportaciones agrícolas diversas de los principales países productores dirigido al mercado mundial puede contribuir a preservar la estabilidad de los precios, reducir perturbaciones y transmitir calma a los mercados de productos básicos. En contraposición con esto, el pánico ante la posibilidad de escasez y fuertes aumentos en los precios, el acaparamiento y el acopio excesivo, así como las prohibiciones de exportación, pueden generar un círculo vicioso que contribuya a la inseguridad alimentaria global. Nos proponemos mantener o ampliar el comercio justo y abierto de productos básicos agrícolas, en consonancia con las políticas internas vigentes y con las obligaciones y estándares internacionales. Trabajaremos por el objetivo de lograr reducciones progresivas y significativas en el apoyo agrícola, que posibiliten una reforma fundamental.
Calibrar las sanciones, según corresponda, y trabajar para evitar otras restricciones, como la prohibición de exportaciones, a fin de limitar el impacto sobre el comercio de productos básicos agrícolas y evitar las perturbaciones en los mercados. Nos proponemos asegurar que los regímenes internos de sanciones de nuestros países no afecten de manera indebida a los alimentos y en adoptar todas las medidas pertinentes para evitar la prohibición de exportaciones y otras restricciones económicas que puedan interponerse a la libre circulación de materias agrícolas en todo el mundo.
Proporcionar asistencia humanitaria a los más vulnerables: Los países prevén, dentro de los recursos disponibles, efectuar nuevas donaciones económicas o en especie adicionales a organizaciones humanitarias clave que presten asistencia humanitaria inmediata que salve vidas, como efectivo, alimentos y suministros nutritivos, programas sobre salud y nutrición, agua y saneamiento, y protección humanitaria a las poblaciones más vulnerables, tanto dentro como fuera de sus fronteras, para prevenir la desnutrición o la hambruna.
Facilitar un acceso más amplio a los fertilizantes y sus insumos (sintéticos y orgánicos), incluso mediante la producción dentro de los países, como parte de sus esfuerzos por la seguridad alimentaria. Sujeto a la disponibilidad de recursos, nos proponemos aumentar la producción de fertilizantes, incluso dando en el desarrollo de alternativas versátiles e inteligentes respecto del clima, y acompañar esto con una gestión integrada del suelo y técnicas de eficiencia en el uso de fertilizantes, como la gestión de fertilizantes basada en el modelo de las 4R, a fin de evitar escasez. El uso de técnicas de gestión del suelo, combinadas con opciones de fertilizantes alternativos, resulta crítico para optimizar el abastecimiento global de fertilizantes y para reducir la dependencia de proveedores únicos de fertilizantes. A su vez, incrementar la competencia entre productores de fertilizantes también contribuirá a estabilizar los costos de producción en las cadenas de suministro y a lograr un mayor rendimiento de los cultivos para los mercados de alimentos vulnerables.
Optimizar el uso de fertilizantes, aumentando la sostenibilidad de los recursos hídricos y la biodiversidad: Nos proponemos promover técnicas innovadoras, como la agricultura de precisión, para que los agricultores optimicen el equilibrio entre el uso de fertilizantes y de agua por tonelada de alimentos producidos, a través de técnicas de cultivos, estacionales y alternativas. Asimismo, promoveremos el uso de cultivos y semillas de alto valor y rendimiento para maximizar las fuentes de energía renovable procedentes de cultivos no alimentarios, materias primas, fórmulas, usos y datos de cultivos para favorecer una gestión más eficaz de los riesgos agrícolas y de la escasez en el período previo a temporadas de siembra críticas, reducir la erosión del suelo y enriquecer la biodiversidad sostenible.