Pitahaya amarilla echa raíces en isla tropical de China
La pitahaya amarilla, originaria de las zonas tropicales de América, ha echado raíces en la isla tropical de la provincia de Hainan, en el sur de China, a unos 17.000 kilómetros de su lugar de origen.
En la aldea del distrito de Sanjia, en la ciudad de Dongfang, los residentes locales están ocupados en recoger pitahayas amarillas de una plantación.
Los árboles de unas seis hectáreas de las más de 13 que conforman esta plantación comenzaron a madurar en enero pasado y la cosecha se prolongará hasta septiembre.
Parecida a la pitahaya roja, la amarilla es más dulce y tiene un alto valor nutricional.
Gracias a su clima tropical y el largo período de exposición a la luz solar, Hainan es muy adecuada para plantar esta variedad de frutas, explica Chen Chengjin, administrador de la Plantación de Pitahaya Amarilla Dongfang Guobo.
En 2019, la pitahaya amarilla apenas se plantaba en Hainan y su precio era muy elevado. Viendo una oportunidad de negocio, la plantación de Chen comenzó a cultivar la fruta dorada.
Dado que la pitahaya amarilla es una variedad nueva, que exige un alto nivel de habilidades de plantación, solo se cosecharon unos 750 kilogramos en 2020. Sin embargo, un año después, el rendimiento se duplicó, gracias a la mejora de las habilidades y la gestión.
Según Chen, el ciclo de crecimiento de la fruta tarda unos 14 meses desde la siembra hasta la cosecha. El rendimiento es relativamente bajo y el costo de la mano de obra es elevado, lo que genera un precio elevado.
"En verano, se ven distintas variedades de frutas en el mercado y el precio de la pitahaya amarilla grande comprada en la plantación oscila entre 80 yuanes (unos 11,9 dólares) y 100 yuanes por kilo", detalla el administrador, tras señalar que en invierno el precio podría subir a entre 100 y 120 yuanes por kilo.
La producción estimada de la plantación es de entre 125 y 150 toneladas, y se prevé que los ingresos totales superen los 10 millones de yuanes, agrega Chen. La fruta se vende principalmente en grandes ciudades como Beijing, Shanghai, Hangzhou y Guangzhou, donde su disponibilidad sigue siendo escasa en la actualidad.
Gracias a sus beneficios económicos, la pitahaya amarilla ha generado una "oportunidad de oro" para los lugareños. Más de 20 aldeanos trabajan en la plantación para ayudar a gestionar los árboles frutales.
Zhao Feng, de 46 años, un agricultor de la aldea de Suanmei, vino a gestionar 1,8 hectáreas de la plantación en abril del año pasado y se ha ocupado de ella junto con su mujer.
Proveniente de una plantación de pitahaya roja o fruta del dragón, Zhao asegura que es más difícil cultivar la amarilla y resulta más complicado recoger la fruta, pero ha ganado más dinero que en su trabajo anterior.
"Puedo ganar entre 6.000 y 7.000 yuanes al mes. Todos estamos muy satisfechos", ríe el agricultor./ Xinhua