En la temporada 2021/22 que acaba de finalizar, los países australes lograron un nuevo récord exportador. Por primera vez los envíos de uvas superaron las 1,5 millones de toneladas. Una década atrás, las mismas alcanzaban las 1,2 millones de toneladas. Este récord se logró a pesar de las múltiples dificultades que tuvieron que enfrentar productores, exportadores y comercializadores. Los problemas logísticos acompañaron a las uvas desde la cosecha hasta las góndolas de los supermercados. Las complicaciones en conseguir suficientes trabajadores, los retrasos en los puertos, la superposición de arribos, etc. no permitieron una adecuada planificación y afectaron la cantidad y calidad por comercializar.