Se recurre al raleo en cerezos en combinaciones vigorosas cuando se ha optado por alguna estrategia para reducir vigor y aumentar cuaja.
- El raleo de dardos y/o yemas: El raleo manual de dardos (conocido como “extinción de dardos”) se realizó inicialmente siguiendo el sistema francés, utilizado en manzanos, asociándose a una poda mínima e inclinación de ramas bajo la horizontal con el objetivo de aumentar aún más la precocidad y rendimiento en combinaciones de menor vigor.
Esto fue un error agronómico ya que desconoció la importancia de mantener una adecuada relación H:F y un árbol con vigor equilibrado. Las consecuencias se manifestaron años más tarde en combinaciones muy productivas que desarrollaron “ramas tubo” muy largas sin ramificaciones y dejaron de crecer vegetativamente disminuyendo la calidad de la fruta, hasta que los árboles colapsaron por el exceso de carga.
Actualmente, en combinaciones muy productivas utilizando portainjertos semivigosos y precoces, debe evitarse el uso de inclinación de ramas y el raleo de dardos. Solo se utiliza en casos justificados.
Es útil para desarmar “tacos” en los cambio de año y combinaciones variedad/portainjerto demasiado cuajadoras que generan muchos dardos (Royal Dawn®/Gisela®6, Lapins/Gisela®6). Recientemente se han comenzado a ralear yemas individuales a mano (“raleo chino”) en algunas combinaciones de alto rendimiento. Este consiste en la eliminación selectiva de yemas reproductivas antes de la brotación. En general, se eliminan dos o tres yemas por dardo frutal, dejando algunas yemas reproductivas más la vegetativa.
Esta práctica permite que las reservas de almacenaje del árbol se distribuyan entre menos puntos de crecimiento, garantizando el abastecimiento de fotoasimilados en la fase inicial de desarrollo del fruto (división celular). La desventaja del raleo de yemas es el riesgo de eliminar tempranamente yemas con flores sin conocer su calidad antes que concluya el invierno y quedar expuesto a accidentes climáticos primaverales como heladas, lluvias y días nublados.
- El raleo de flores: La remoción de flores es una técnica de regulación de carga que consiste en sacar flores a mano con tijera desde la base o la parte superior del ramillete floral del dardo (figura 6). Normalmente, se elimina en forma aproximada entre un 30 y 50% del total de flores presentes en el ramillete.
El efecto de este tipo de raleo es positivo en términos de promover una mayor calidad de frutos, sin embargo, no es selectivo y tiene el riesgo de que luego de hacerlo se produzcan eventos climáticos indeseables. Tanto el raleo de yemas como el de flores asumen un riesgo que el productor debe enfrentar cada temporada, pero ambos garantizan un efecto positivo en la calidad final de la fruta.
Un productor podrá optar por una estrategia que combina poda, ya sea invernal o estival, y un posterior ajuste a través de raleo de yemas o flores. Sin embargo, no todos los productores pueden usar esta estrategia combinada y, en algunos casos, deben ralear frutos aunque no sea la mejor opción para producir una cereza de calidad.
- El raleo de frutos: La remoción de frutos fue inicialmente aplicada por la mayoría de los productores de cerezo. Sin embargo, con el tiempo se fue dejando atrás debido al escaso efecto en la calidad final de la fruta. El raleo de frutos es una medida tardía y; en caso de ser realizada; debe ser muy pronto después de ver un frutito cuajado para que tenga algún efecto en el proceso de división celular. Mientras más tarde se realice el raleo de frutos menor será el efecto en calidad; produciéndose solo un cambio leve en la coloración y contenido de sólidos solubles del fruto.
El productor de cerezos chileno se enfrenta al gran desafío de producir una cereza premium, para lo cual debe manejar el cultivo en forma precisa. Una de las labores claves es la regulación de carga; que se asocia estrechamente a la combinación variedad/portainjerto y a las características climáticas donde se ubica el huerto. Para implementar el ajuste de carga el productor debe recorrer su huerto “leyendo los árboles”; y registrando en forma continua y metódica los manejos agronómicos realizados.
El productor de cerezos debe conocer su huerto mejor que nadie y tomar decisiones informadas no solo considerando la experiencia de especialistas; sino la suya propia. Esto le permitirá mejorar sus rendimientos y la calidad de la fruta; también reduce la incertidumbre al momento de definir la ejecución de manejos tan importantes como la poda y el raleo.
Actualmente uno de los mayores problemas del cultivo está relacionado con la presencia de la enfermedad de la madera.
Una correcta operación y un adecuado mantenimiento de un sistema de riego tecnificado son elementos claves para garantizar la eficiencia productiva.
El Instituto Rich Earth de Estados Unidos trabaja para normalizar esta práctica y promover la sostenibilidad, utilizando la orina como fertilizante a gran escala.