El tema de hoy es una pequeña variante que los que ya utilizan técnicas de acolchado ya lo deben conocer. Hace ya unos cuantos meses contamos las bondades y las pegas (que también las tiene en muy pocos casos) que tiene este método, pero dentro de todas sus posibilidades, existe la variante que abordamos hoy. El acolchado BRF. Si quieres desentrañar las siglas sigue leyendo.
Recordemos un poco el acolchado
En pocas palabras, para aquel que no haya leído la entrada publicada sobre el acolchado, recordamos que es una técnica que consiste en cubrir las zonas de suelo desnudas que quedan entre los marcos de plantación de nuestras hortalizas en el huerto.
De esta forma protegemos los niveles superiores del suelo de excesivas radiaciones, disminuimos la suela de labor, mejoramos la porosidad, y sobre todo mantenemos niveles de humedad muy constantes y el ahorro en el agua de riego (como en el riego exudante) es muy muy notable, sobre todo en lugares cálidos.
Se puede realizar con diversos materiales como paja, césped cortado, hojarasca, cortezas, serrines entre otros pero hay uno que nos gustaría mencionar en especial en esta entrada.
Aunque las siglas vengan del francés, su traducción es «madera de ramas troceada», pero en castellano lo solemos llamar restos de poda que al fin y al cabo, hablamos de lo mismo. Pongo BRF porque las siglas ya se han hecho nombre representando a este método pero cada vez más se oye acolchado de restos de poda.
Normalmente, se aconseja que los restos de poda destinados a este fin, sean podas de ramificaciones relativamente jóvenes, de no más de 2 años, ya que están algo menos lignificadas y todavía contienen un buen equilibrio entre componentes: ligninas, proteínas, azúcares y celulosas.
Las maderas más viejas, van perdiendo la mayoría de componentes dando paso a más concentración de lignina.
Si esperas que al añadir los restos de poda triturados en el huerto vayas a ver crecer tus hortalizas más grandes, sanas y ricas, te tengo que decepcionar. El acolchado de restos de poda, es uno de los acolchados que más tarda en incorporarse al componente suelo.
La paja, el cesped, los abonos verdes, son fracciones vegetales poco lignificadas y por tanto de una rápida descomposición, aportando nutrientes y complementando las propiedades del suelo en poco tiempo (no llegando a veces ni a un año).
Sin embargo, los restos de poda, son componentes más lignificados, y el tiempo que requiere su descomposición es más elevado, pudiendo alargarse hasta los 3 años. Pero el huerto es como la buena cocina, el tiempo de preparación, al final da mejores resultados. Al acolchar pasa lo mismo. La estructura que aportan los restos de poda descompuestos al suelo, acaban siendo de una mayor estabilidad.
Si ya tienes acolchado o no quieres utilizar los restos de poda para tal fin, también te recordamos que puedes compostarlos con el resto de materiales de compostaje habituales. Por lo tanto tenemos dos opciones de destino de los restos de poda. Al final, las dos, acabarán formando parte de nuestro suelo del huerto.
El resto de poda, siempre podemos compostarlo como hacemos con el resto de restos vegetales para, mediante los diversos procesos biológicos que se dan en el compostaje, obtener un compost evolucionado del que los restos de poda formarán parte. De esta forma, la descomposición será más rápida que el aporte directo, pero no tendremos la ventaja del acolchado.
Si los restos de poda los añadimos triturados al huerto directamente obtendremos el mencionado acolchado y el aporte de nutrientes al suelo se irá realizando de forma mucho más progresiva, aunque en este caso, sí tendremos las ventajas que proporcinan acolchar el suelo del huerto ecológico
He llegado a oír, que el acolchado BRF o de restos de poda, es mágico y el huerto mejora a niveles insospechados. Esta afirmación me parece demasiado categórica. Creo sinceramente, que el acolchado, en general, ayuda mucho en las condiciones del huerto, pero si no lo combinamos con un adecuado manejo, riego eficiente, buen compost y dedicación, no notaremos mucha mejoría. El huerto hay que cuidarlo siempre, aunque técnicas como estas, nos permiten un mejor control y unos beneficios extra que son de agradecer.
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