Las plantas suculentas del género Agave son una gran alternativa para cultivar en macetas o directamente en el jardín, especialmente en zonas de clima cálido. Agave attenuata es una de las variedades más populares y su cultivo es relativamente sencillo. Estas plantas crecen mejor en un sustrato con buen drenaje, así como en general requieren mucha luz directa, aunque también pueden tolerar alguna sombra.
Como ocurre con muchas otras plantas suculentas y cactus, tienen como enemigo el exceso de riego, por lo que controlando bien el riego, es posible sacar el máximo nivel de esta planta en cuanto a color, vistosidad y vigorosidad.
En su día, comentamos las principales características de la planta Agave, de donde se extrae el Tequila en México (agave tequilana).
En este artículo te hacemos un resumen de las principales necesidades de Agave attenuata o, como se conoce comúnmente, ágave atenuado.
Agave attenuata es una suculenta de hoja grande conocida comúnmente como Agave sombra. Esta planta es originaria de los desiertos del norte de México y el sur de los Estados Unidos. Agave attenuata tiene un tallo corto, hojas puntiagudas y espinosas. Alcanza una altura de entre 50 y 75 cm, con flores blancas en racimos que se abren durante la primavera.
Orden | Asparagales |
Familia | Asparagaceae |
Género | Agave |
Especie | Agave attenuata |
Nombres comunes: ágave atenuado, ágave del dragón o cuello de cisne, Maguey, Agave de cola de león.
Vive bien en zonas áridas y semiáridas.
Temperatura: planta sensible al frío que no soporta heladas, aunque tolera algunas horas con temperaturas por debajo de 0 ºC. El óptimo se encuentra entre los 23-28 ºC
Humedad: está adaptado a condiciones de baja humedad ambiental, aunque no es un requisito importante, ya que existen muchísimos ejemplares de Agave que son cultivados en jardines costeros y crecen de forma espectacular.
Iluminación: cuanta más, menor. Pueden crecer en zonas de semi sombra o, lo mejor, bajo Sol directo. Únicamente en verano podremos notar como pierde su color verde intenso debido a la insolación, por lo que si es cultivado en maceta, mejor ubicarlo en un entorno con mucha luz, pero sin exposición directa a los rayos solares.
La mayoría de plantas suculentas están adaptadas a entornos muy secos y con baja pluviometría. Sus hojas, carnosas, acumulan humedad para cubrir las necesidades de la planta durante meses.
En el caso de Agave attenuata, sus necesidades todavía son más austeras. Suele regarse 1 vez por semana en verano y cada 15 días en los meses de otoño e invierno. Pero, como principal medida para evitar cualquier tipo de pudrición, es contar con un buen drenaje, hecho que conseguiremos eligiendo bien el tipo de sustrato que te contaremos a continuación.
En resumen:
Riegos en primavera y verano: 1 riego cada 15-20 días, dependiendo de la temperatura.
Riegos en otoño e invierno: 1 riego cada 7 días, dependiendo de la temperatura y la exposición solar.
La dosis de riego suele ser la que permita un drenaje de alrededor del 10% del agua, arrastrando sales que pueden ser perjudiciales para la planta. En cuanto al volumen, hablamos de 1/8 o 1/10 parte del volumen de la maceta.
Las plantas suculentas cultivadas en macetas requieren como requisito principal un tipo de sustrato que permite eliminar el agua sobrante con mucha facilidad.
Por ello, no se suelen utilizar únicamente sustratos universales, sino que se mezclan con componentes como arenas, grava, perlita o fibra de coco. Todos ellos ofrecen una buena oxigenación del medio y drenan el agua sobrante.
Una mezcla de sustrato casera para tu Agave attenuata puede ser el siguiente:
50% sustrato universal
30% fibra de coco o perlita
20% arena de río
En tiendas especializadas también puedes encontrar preparados algo más complejos, donde incluyen fertilizantes como magnesio (las plantas suculentas y los cactus son bastante exigentes en este macronutriente) y componentes como greda volcánica o corteza de pino triturada.
Como hemos comentado que nuestro sustrato llevará una parte importante de componentes inertes que no aportan apenas nutrientes, es preciso nutrir a la planta con el aporte añadido de fertilizantes.
Dicho aporte lo podemos realizar utilizando fertilizantes sólidos en forma de gránulo o bien fertilizantes líquidos. Para los que busquen comodidad, los fertilizantes sólidos son más cómodos, ya que se aportan a inicio de primavera 1 vez al mes, liberándose lentamente con la humedad de los riegos.
Si quieres ser más preciso con la nutrición de tu Agave attenuata, puedes utilizar fertilizantes líquidos. Encontrarás un gran número de ellos, siendo preferible una relación NPK (nitrógeno, fósforo, potasio) de 2-1-2,5, con preferencia por el potasio. No te olvides nunca del magnesio y los micronutrientes, importantes para este tipo de cultivo.
Este fertilizante granulado cuenta con una composición de NPK (Mg-S) 12-8-16(3-25), por lo que cuenta con una relación ideal para una planta como Agave attenuata. Se aplica en baja dosis, en torno a 10-20 gramos por planta (maceta) y 100-150 gramos por planta si está cultivada al aire libre, reaplicando cada mes durante los meses de primavera y verano.
Aunque Agave es una planta resistente, hay algunos insectos que sienten debilidad por la savia y la alta concentración de jugo que contiene sus hojas.
Picudo del agave (Scyphophorus acupunctatus): el gorgojo adulto ataca a muchas especies de agave, siendo más susceptibles de ser atacadas las especies de gran tamaño, como Agave americana. El adulto hembra adulta entra en la base de la planta para poner huevos. Las plantas infestadas de infestadas pronto colapsan y mueren. Las larvas de larvas (gusanos) se desarrollan en la planta moribunda e infectan a otros huéspedes cercanos.
Escarabajo de los cactus (Moneilema gigas): aunque este escarabajo es más propio de los cactus, como Echinocactus grusonii (cactus asiento de suegra), también podría afectar a plantas suculentas. El daño a las plantas es el resultado de alimentarse de los márgenes de las almohadillas de las chumberas o de los brotes. terminales de otros cactus.
Cochinilla (Dactylopius coccus): es una de las plagas más comunes en cactus y suculentas, creando un manto de algodoncillo blanco y delibitando progresivamente a la planta, que pierde su color y vigorosidad original.
Coccidos (Coccid spp): otro tipo de cochinillas en forma de lenteja que pueden cubrir toda la planta, formando pústulas y debilitando la planta con el paso del tiempo.
A la hora de combatir estas plagas, frente a picudos, escarabajos y gorgojos, necesitarás insecticidas como piretrinas. En cambio, frente a la cochinilla puedes utilizar soluciones caseras como vinagre (2 ml/L de agua), jabón de platos (2 ml/L), jabón potásico (5 m/L) o agua oxigenada (2 ml/L), pulverizando sobre la plaga y después, con un paño empapado en alcohol, eliminando los restos que hayan podido quedar sobre las hojas.
Los principales problemas del cultivo de Agave attenuata están relacionados con hongos y exceso de humedad (en el sustrato o en el ambiente).
Los principales hongos que afectan a esta planta y otras relacionadas son los siguientes:
Antracnosis (Colletotrichum): puede ser un problema en los agaves en condiciones de humedad u ocasionalmente cuando se cultivan en la sombra y se riegan por aspersión o quedan gotas en las hojas. Las infecciones causan lesiones en las hojas y/o coronas. Cuando el hongo está activo, produce una masa de esporas de color rojo a naranja dentro de las lesiones.
Pythium: enfermedad asociada con tiempos húmedos y frescos, quedándose agua acumulada sobre las hojas y sobre el entorno de las raíces.
Enfermedades de las raíces: causadas por agentes como Erwinia o Fusarium.
Necrosis bacterial: causada por una o varios grupos de bacterias en condiciones de alta humedad atmosférica (>80%).
Si necesitas más información sobre enfermedades de Agave , la Universidad de Arizona tiene grandes referencias.
Rara vez se suele podar, salvo para eliminar las hojas inferiores que tengan un aspecto marrón o seco, pudiéndolas retirar cortándolas con un cuchillo afilado.
En cuanto al trasplante, si hablamos de cultivo en maceta, se recomienda cuando no haya más de 1 dedo de separación entre la base de la planta y el recipiente. Realizar esta operación es sencillo (se puede hacer durante todo el año):
Saca la planta de la maceta, con mucho cuidado y sin romper ninguna raíz
Elimina con un rastrillo, cuchillo o cualquier otro objeto el sustrato pegado a las raíces, de forma que queden los más limpias posibles
En una maceta de mayor tamaño, llena un 20-30% con sustrato nuevo (elige la mezcla anterior o la comercial).
Sitúa el agave atenuado en el centro y cubre el resto del espacio con el sustrato hasta que llenes toda la base de la planta.
Aprieta un poco con los dedos y realizar un primer riego con la dosis recomendada anteriormente.
El mejor método de propagación de Agave attenuata es mediante división. Suele realizarse durante el periodo de crecimiento (primavera y verano), o aprovechando el trasplante. Para que el trasplante se haga de forma exitosa, se requiere que los hijos o pequeños rebrotes cuenten con raíces formadas.
Métodos de control de plagas basados en compuestos aromáticos naturales que atraen o repelen a los insectos (Ecología Química).
La incorporación de rastrojos es una práctica alternativa al uso del fuego en la agricultura, la que se realiza con diversos tipos de implementos.