El éxito de una plantación de un viñedo para la producción de vinos (vid vinífera (Vitis vinifera)) radica en primera instancia, en la correcta identificación de la variedad más adecuada para cada zona agroclimática.
En este sentido, en base a resultados obtenido por INIA en la provincia General Carrera, se ha podido concluir que, desde el punto técnico y comercial, las cepas Pinot noir en tintas; Chardonnay y Sauvignon blanc en blancas, alcanzan su madurez fisiológica y contenido de sólidos solubles necesarios para la obtención de un vino.
En términos comerciales, las tres variedades son reconocidas por el mercado, por la calidad de los vinos que pueden lograrse con ellas, lo que es favorable al momento de presentar los vinos en el mercado.
La elección del sito de plantación es otro factor importante, es necesario priorizar terrenos con buena exposición y protegidos del viento, siendo importante considerar los siguientes aspectos:
Trazar las líneas de plantación priorizando la orientación Norte Sur, para maximizar la luminosidad y procesos de maduración homogénea de la fruta.
No es una limitante para el desarrollo de las plantas, pero condiciona el sistema de conducción, de riego y de protección contra el viento. Profundidad de suelo: debe ser superior a 70 cm, y no presentar estratas compactadas.
Priorizar suelos con buen drenaje, con ausencia de napa superficial.
Eimportante disponer de un tranque de acumulación de agua, para el control de heladas por aspersión y de riego, durante todo el periodo de crecimiento y producción del cultivo es decir de octubre a marzo en el hemisferio sur.
Para la planificación del riego por goteo, es necesario colectar muestras de suelo por horizonte, para determinar las propiedades físicas de suelo, como también la precipitación y la evapotranspiración del suelo (ETo), para determinar según el mes del año la frecuencia y duración de cada riego, en general se ha determinado necesario regar cada dos o tres días, con riegos de dos a 4 horas de duración.
Para el riego tecnificado, se debe utilizar tubería, con goteros auto compensados cada 80 cm, que permite contar con un gotero por planta, con una descarga de 4litros/hr.
La presencia de nematodos fitoparásitos en los suelos, se compensa con la utilización de un portainjerto resistente como el 101-14.
Preparación de suelo: se puede realizar un barbecho químico con herbicidas sistémicos y posteriormente una preparación de suelo tradicional con rastra y arado.
La falta de fertilidad natural se puede corregir mediante la fertilización química al momento de la plantación, para ello se requiere colectar 20 submuestras de suelo a dos profundidades, de 0 a 20 y de 20 a 40 cm., para determinar presencia de macro y micronutrientes.
Se debe considerar como marco de plantación una distancia de 0.8 m sobre hilera y de 1,8 m a 25 metros entre hilera, equivalente a 5.000 a 6.400 plantas por hectárea.
Producto de la velocidad e intensidad de los vientos predominantes en la zona austral, es imprescindible, previo al establecimiento del viñedo, disponer de un eficiente sistema artificial de control de viento, con cortinas de 2 metros de altura separadas a 8 metros entre una y otra, que abarque unas 4 hileras de plantas. No se recomienda el uso de cortinas con árboles ya que las raíces de estos interferirán con las del viñedo y el crecimiento en altura será también un problema por el sombreamiento que generará sobre el viñedo. (Figura 1).
Se debe realizar una poda de raíces, que consiste en cortarlas bajo el cuello de la planta, dejándolas de 10 cm de longitud, posteriormente se sumergen en agua durante 24 a 48 horas, antes de su plantación. (Figura 2).
La razón de cortar las raíces obedece a evitar que estas queden enrolladas y se dificulte su desarrollo, al adecuarlas al hoyo de plantación se permite que se distribuyan en forma diagonal en la superficie del suelo (Figura 3).
Las plantas deben encargarse la temporada anterior, a viveros inscritos en los registros del SAG, pues la calidad de éstas será determinante para el éxito del establecimiento del viñedo.
Al momento de establecer cada planta, agregar como fertilización base: fósforo, potasio y una mezcla de fertilizante de liberación en forma lenta, en el fondo del hoyo de plantación. Como ejemplo se puede utilizar Basacote®, que aporta nitrógeno, fósforo y potasio (16-8-12), magnesio y microelementos, estos nutrientes se liberan en función de la temperatura del suelo.
La plantación debe realizarse en forma manual (Figura 4) para evitar daño mecánico por la utilización de herramientas, una vez finalizada esta labor, se realiza un riego, hasta logar una percolación del agua, hasta la zona radical. Es importante cuidar que la zona de la unión del injerto no quede muy cercana al suelo, para evitar que la variedad llegue a desarrollar raíces.
A cada planta se le coloca un tutor que se fija al primer alambre y una bolsa protectora a cada planta, de manera que el crecimiento se realice en forma vertical al interior de la bolsa (Figura 5).
Dado que en el periodo de brotación de las vides en la zona aún se registran heladas y que el daño en las yemas afectará el desarrollo vegetativo y reproductivo, es importante disponer de un eficiente sistema de control de heladas.
El control por aspersión, utilizando micro aspersor modelo Flipper (Figura 6), los cuales distribuyen el agua franjas muy angostas y de gran longitud, cubriendo únicamente las hileras de viñas, permite ahorrar hasta un 70% de agua, en comparación con otros sistemas y ha mostrado ser efectivo en la zona.
Las gotas de gran tamaño minimizan el efecto de enfriamiento al iniciarse el sistema. Descarga bajos volúmenes de agua entre 25 a 40 litros/hora con una presión de trabajo entre 2,0 a 2,5 bares.
La vid es una planta trepadora que no puede sujetarse por sí misma y necesita una estructura de sujeción que la mantenga erguida, para ello es imprescindible disponer de un sistema de conducción en espaldera.
Sobre las hileras de plantación, se localizan postes de madera cada 8 metros, los que a su vez permiten localizar los aspersores para el control de heladas. En esta hilera de postes se disponen dos hileras de alambre galvanizado a los 80, 120 y 150 cm de altura.
Sobre este alambre y en cada planta se localiza un tutor que permita que los brotes de la planta se conduzcan en forma vertical (Figura 7).
Durante el primer año de crecimiento, las plantas se dejan crecer en forma libre, formándose entre 3 a 5 brotes, de esta manera se promueve la formación de un adecuado sistema radicular. A partir del segundo año se iniciará la formación de la planta, dependiendo del grosor que ésta alcance a la altura del primer alambre.
Si el viñedo se encuentra con baja uniformidad será más recomendable postergar la formación hasta el tercer año y rebajar las plantas a dos yemas para favorecer su desarrollo (Figura 8). Si bien en la zona central la formación de las plantas se realiza al segundo año, en zonas tan frías no es recomendable apurar este proceso y permitir que las plantas puedan establecerse y formar un buen soporte antes de la formación definitiva.
Los antecedentes recopilados hasta el momento permiten asegurar que es posible producir uvas para vino en las comunas de Chile Chico y Puerto Ibáñez; de la Provincia General Carrera, región de Aysén. Sin embargo, no debe perderse de vista que, aunque se trata de una zona con un microclima; las condiciones de producción son extremas y debe generarse un ambiente protegido para lograr que las plantas se establezcan y desarrollen adecuadamente.
La orientación del viñedo debe permitir la máxima intercepción de radiación y permitir la instalación de cortinas cortaviento; procurando que éstas generen la menor sombra posible sobre las plantas. Al momento de brotación la cortina debe estar instalada, de otra manera el follaje será seriamente dañado y finalmente se perderá.
Considerando que las vides brotarán en octubre y se producen heladas hasta noviembre, es imprescindible contar con un sistema de protección de heladas. En este caso se utiliza la microaspersión con agua, que ha resultado ser eficiente en este y otros frutales como el cerezo.
Este costo debe considerarse al momento de evaluar el negocio. La buena planificación será también muy importante al momento de iniciar el establecimiento del viñedo. Dado que este rubro es nuevo en la zona; no se cuenta con varios de los insumos que se necesitan y por lo tanto deben adquirirse y trasladarse con anticipación.
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