Viveros El Tambo-Chile cierra el 2022 celebrando 30 años de existencia
A mediados de los años 80, los dos socios directores de Viveros El Tambo habían comenzado a experimentar con la propagación de plantas por separado. Samuel Escalante principalmente había propagado vides y Fernando Zagal, carozos para sus plantaciones.
Se conocieron mientras Escalante trabajaba en una empresa exportadora y Zagal vendía fruta a la misma empresa. Decidieron establecer un vivero en conjunto. “Como él tenía vides y yo no tenía idea de vides, nació la idea. Yo me encargo de toda la parte de producción, que es lo que me gusta hacer, y él de la parte comercial, de los nexos de los productores”, explica Zagal sobre el inicio del vivero, que comenzó propagando uva de mesa, duraznos y nectarines.
“La primera vez debemos haber hecho entre 5 y 10 mil plantas, al segundo año entre 20 y 30 mil, al tercer año 50 mil”, señala Escalante. “En esos tiempos los viveros eran muy básicos, se estaba plantando, había un desarrollo de la fruticultura importante. Fuimos creciendo rápido. Al tercer o cuarto año ya estábamos en las 200 mil plantas”, agrega.
El vivero fue creciendo y se fue caracterizando por ser buen productor de plantas y empezó a tener más demanda.
El desafío de mantener un vivero
Durante estas tres décadas, Viveros El Tambo ha pasado por altos y bajos. Los socios explican que existen diversos factores que les han permitido seguir adelante.
“Lo primero es la perseverancia, apuntar mucho a la calidad, estar siempre innovando y estar ligado a la genética”, indica Samuel Escalante. Por su parte, Fernando Zagal destaca la honestidad de ambos: “Eso es fundamental. La confianza que tenemos es tremenda”.
Tal vez el punto más importante, explican, es mantener la calidad de las plantas y “cuando hay problemas, poner la cara”, señala Zagal.
Por otra parte, Zagal subraya que ambos socios son más bien conservadores: “Somos muy terrenales en no hacer más allá de lo que las finanzas lo permiten. Esto nos ha permitido tener un crecimiento constante, pero lento y bien sólido”.
“Yo creo que se nos viene tiempos difíciles. Hay amenazas, primero que nada, hídricas, que nos van a ir limitando un poco las plantaciones. Por otra parte, se están copando las superficies”, señala Fernando Zagal. “Pero, por otro lado, lo que vemos con Samuel es que se debiera ajustar a menos viveros”, agrega.
“Tenemos acceso a variedades protegidas, y la fruticultura en casi todas las especies siguió el camino de basar las nuevas plantaciones en especies protegidas”, explica Samuel Escalante.
Las opiniones
“Es un agrado trabajar con gente que sabe lo que está haciendo, que domina el oficio, que siente la satisfacción de poder entregar una buena planta, persiguiendo las variedades con los atributos adecuados para optar a los distintos mercados. Tanto los dueños del vivero como los administradores, por el hecho de estar ligados a la producción frutícola, entienden los graves problemas que acarrearía entregar plantas mezcladas o de mala calidad.
En lo personal, siento mucha confianza en Viveros El Tambo, así como también siento que las personas que trabajan en la empresa tienen mucho compromiso y cariño por lo que hacen”.
José Flores, productor de cerezas, nectarinos, damascos y ciruelas.
“La relación con Viveros El Tambo es espectacular. Tienen un gran equipo. Son serios. Nos orientan y recomiendan variedades probadas. Buscan una alianza con el productor más que solo hacer una venta.
Siempre nos han entregado plantas de primera calidad. Objetivamente, es gente que da mucha confianza. Uno se siente en buenas manos”.
Harold Faille, Gerente de Producción en Greenvic S.A
“Soy cliente del vivero desde el día en que nació. Hay algunos detalles menores que se conversan y se ordenan y con otros viveros no. Es confiabilidad, en el fondo, honestidad. A medida que ha avanzado en el tiempo ha permitido tener más seguridad en sus productos”.
Manuel Gandarillas, productor de uva región de Atacama, consejero de Fedefruta y de la SNA.