Con tratamiento de irradiación pretenden que productores mexicanos exporten fruta fresca a EE.UU.
Con el propósito de que los productores hortofrutícolas del sur sureste de México puedan exportar fruta fresca con tratamiento de irradiación a Estados Unidos, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural trabaja en un proyecto para reconvertir la antigua planta de cría y esterilización de machos de mosca del Mediterráneo, ubicada en Metapa de Domínguez, Chiapas, en una planta de irradiación.
En reunión con el director general del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), Francisco Delgado Mendoza, el director general de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Francisco Ramírez y Ramírez, señaló que el proyecto impulsará principalmente a productores de frutas del sur sureste, quienes tendrían la oportunidad de exportar a mercados muy exigentes como la Unión Europea y Japón.
Subrayó que la antigua Planta Moscamed cuenta con los requerimientos básicos que utilizan las plantas de irradiación de alimentos, por lo que sólo sería necesario adaptar la infraestructura a las nuevas necesidades de este tratamiento poscosecha.
Adicionalmente, se cuenta con personal altamente calificado y óptimo equipo tecnológico que permitirán concretar el proyecto a mediano plazo, en beneficio principalmente de productores de pequeña y mediana escala.
Ramírez y Ramírez precisó que contar con una planta de tratamiento de irradiación, como la que existe en Matehuala, San Luis Potosí, permitirá crear nuevos empleos, reducir tiempos de traslado del producto desde su cosecha hasta el anaquel y garantizar que se mitigue adecuadamente el riesgo fitosanitario.
Agregó que, actualmente, la irradiación de alimentos frescos es un tratamiento seguro que permite la exportación a Estados Unidos y otras regiones del mundo de productos como mango, carambola, chile manzano, granada, higo, naranja, guayaba, pitaya y próximamente rambután y zapote negro.
El director general del Firco, Francisco Delgado Mendoza, recordó que a finales de Los años 70, con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), México construyó la Planta de Cría y Esterilización de Mosca del Mediterráneo.
Esta instalación, comentó, produjo durante más de 40 años alrededor de 500 millones de pupas por semana, las cuales son estratégicas para la erradicación de la plaga.
Indicó que, en 2021, con la entrada en operación de la nueva planta Moscamed, las instalaciones que quedaron en desuso ahora podrán fungir como una infraestructura para el tratamiento fitosanitario post cosecha, lo que representa un beneficio importante para desarrollo del sector frutícola mexicano.