El cultivo del maracuyá (Passiflora edulis) es originario de la región amazónica del Brasil, de donde fue difundida a Australia, pasando luego a Hawai en 1923. En la actualidad se cultiva en Australia, Nueva Guinea, Sri Lanka, Sudáfrica, India, Taiwán, Hawai, Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela y en Colombia. El maracuyá también es conocido con el nombre de: parchita, parcha, chinola, granadilla, pasionaria, fruta de la pasión, passionfruit (inglés)
Es el método más simple y más usado, pero trae como consecuencia una gran variabilidad en el orden genético del material obtenido, debido a la polinización cruzada, por lo tanto las plantas obtenidas no serán idénticas a la planta madre, pero a la vez existe un menor riesgo de incompatibilidad por la misma variabilidad. Las plantas producidas por este sistema son más vigorosas y presentan una vida más larga que por esqueje.
Consiste en usar partes intermedias de las guías, y presenta la ventaja de poder obtener plantas con características idénticas a la planta matriz, por lo que las plantaciones son homogéneas, pero se corre el riesgo de aumentar la incompatibilidad, ya que al seleccionar las plantas con las mejores características se podría estar tomando plantas originadas del mismo clon. Este método es el más usado en la propagación de maracuyá dulce (Passiflora alata).
La no es muy usado comercialmente, ya que incrementa los costos, su utilidad sería el poder combinar patrones resistentes a hongos del suelo o encharcamientos, con plantas que presenten buenas características agronómicas, como precocidad, sabor y tamaño de fruto. El tipo de injerto que se usa es el de cuña.
Para obtener la semilla, se retira la pulpa, luego se fermenta en un recipiente durante tres días, se lavan y secan a la sombra, además de que se mezclan con un producto a base de Thiram; el semillero se realiza a través de siembra directa en bolsas de plástico o en camas, siempre utilizando un techo tipo de vegetación para evitar la incidencia del sol de forma directa.
Para el trasplanté se construyen pequeñas zanjas de 40 x 40 x 50 cm de profundidad, integrando de 2 a 3 kg de gallinaza y 200 gr de superfosfato simple. Se siembran tres semillas por bolsa y se colocan a un centímetro de profundidad, luego se cubre con granza de arroz para guardar humedad e impedir que el golpe del agua descubra a las semillas. Para producir 1000 plantas se necesitan 70 gramos de semilla.
El material estará listo para siembra cuando alcance una altura de 15 - 20 cm; independientemente de si se propagó por semilla o por estaca, esto ocurre entre 1- 2 meses después de la siembra. En el fondo del hoyo se colocan 100 gramos de fórmula 18 - 46 - 0 de N,P 0 , K O y 2 5 2 5 gramos de carbofuran 5%; los que se mezclan con tierra y luego se coloca sobre esta mezcla una capa de 5 cm de tierra.
Las plantas de maracuyá tienen un crecimiento continuo y vigoroso; la absorción de nutrientes se intensifica a partir de los 250 días de edad lo que corresponde a la etapa de pre fructificación. En Brasil se recomienda aplicar anualmente 160 g de nitrógeno por planta por año, 80 de fósforo y 320 de potasio.
En suelos arenosos, pobres en materia orgánica, ocurren deficiencias de elementos menores, especialmente boro, zinc. Cuando se encuentra en el suelo niveles de boro inferiores; a 0,20 mg/dm3 y de zinc de 0,5 mg/dm3; se recomienda hacer tres aplicaciones anuales de ácido bórico al 0,1% y tres de sulfato de zinc al 0,3.
Métodos de control de plagas basados en compuestos aromáticos naturales que atraen o repelen a los insectos (Ecología Química).
La incorporación de rastrojos es una práctica alternativa al uso del fuego en la agricultura, la que se realiza con diversos tipos de implementos.