Las avispas son comunes de ver cerca de los hábitats urbanos. Se puede distinguir entre avispas papeleras y avispas alfareras. Las primeras, confeccionan sus nidos con una pasta parecida al papel que hacen a partir de fibras de madera mezclada con su saliva y, las segundas, lo construyen con barro.
Existen varias especies, siendo la más abundante Polistes dominula. Es de tamaño medio, especialmente las reinas. Su morfología y coloración son, a primera vista, similares a las de las Vespula.
Es una avispa que alcanza un tamaño promedio de 14 mm con cabeza, tórax y abdomen negro con bandas amarillas. Esta avispa suele confundirse con la chaqueta amarilla (Vespula germanica), pero la diferencia morfológica entre ambas son sus antenas, ya que Polistes presenta antenas amarillo anaranjado y Vespula antenas negras (Figura 1A, 1B).
Polistes, frecuentemente construye sus nidos en aleros y lugares resguardados de la intemperie (techos de edificaciones y construcciones humanas), menos frecuente es encontrarlos en árboles, bajo piedras y otras zonas naturales que no estén muy expuestas (Figura 2A, 2B).
Vespula construye sus nidos en el suelo, para ello recolectan agua y fibra para ir agrandando el nido, como también remover el suelo para ir dejándolo en mayor profundidad (Figura 3).
Las hembras adultas de ambas especies se alimentan principalmente de frutas maduras. Polistes alimenta sus larvas, con insectos que ha cazado o carroña de todo tipo, incluso otras avispas de su propia especie. Esta no es una avispa agresiva, puede atacar sólo cuando percibe agresiones hacia su nido o en defensa propia. Sin embargo, Vespula si es agresiva.
El género Sceliphron (Klug, 1801) lo componen avispas generalmente negras con diseños amarillos, un largo peciolo y un metasoma (Figura 4).
Se conocen como avispas alfareras o avispas del barro, porque construyen con este material sus nidos que aprovisionan con pequeñas arañas pertenecientes a varias familias. Estas arañaras, son paralizadas y más adelante servirán de alimento a sus larvas. Cuando han acumulado suficientes ejemplares de arañas, la avispa pone un huevo e inmediatamente tapona la entrada de la celda con barro (una larva por cada celda del nido) (Figura 5).
Las hembras de estas avispas solitarias construyen nidos con celdas unicelulares (Figura 6A) y en otras especies el nido está conformado por celdas pegadas unas contra otras lateralmente (Figura 6B). Los nidos se construyen con barro que recogen las hembras en zonas apropiadas, transportándolo en forma de bolitas, con la textura adecuada para ser amasado en sucesivas capas horizontales.
Estas avispas pueden picar a las personas al acercarse a sus nidos, ya que se sienten amenazadas. Su ataque no es frecuente, pero la picadura provoca inflamación en la zona afectada y dolor. Sin embargo, dependerá de la reacción alérgica de la persona.
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