Columna: ¿Consejos de agua o consejos de cuenca?

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Columna: ¿Consejos de agua o consejos de cuenca?

Por Claudio Reyes Hurtado, Coordinador Diplomado Planificación Estratégica de Recursos Hídricos UCSC y consultor senior en AWUA 

Claudio Reyes Hurtado

Claudio Reyes Hurtado

El Gobierno ha iniciado acertadamente la instalación de Consejos de Cuenca en 16 cuencas piloto. Sin embargo, entre los incumbentes no se hace mayor distinción entre agua y cuenca, cuestión de la más absoluta relevancia. Para poder aclarar esta materia permítanme contar un breve cuento.

Una granjera le reveló a su hijo una lección que le tomó años comprender: “LAS VACAS NO DAN LECHE”

El hijo raudamente le retrucó: “¡Mamá! pero que esperas, ¡que pongan huevos!” – y luego se echó a reír.

La madre, muy reflexiva, le explicó: “Las vacas no dan leche. Las vacas deben ser cuidadas y alimentadas. Hay que levantarse de madrugada a ordeñarlas, y luego almacenar y transportar la leche. Se necesita un granero, alimento, herramientas y conocimiento. Solo así podrás tener leche”. 

De la misma forma, podemos preguntarnos. ¿Los bosques dan leña? Pues no, hay que manejarlos adecuadamente para poder tener leña en forma permanente.

Y las cuencas, ¿Dan agua? La respuesta es evidente. Para poder tener agua, debemos antes manejar adecuadamente nuestras cuencas.

Pero no tenemos un órgano de cuenca. Tenemos una Dirección General de Aguas (encargada de la leche), y una Dirección de Obras Hidráulicas (construye las obras para almacenar la leche). Tenemos Juntas de Vigilancia y Asociaciones de Canalistas (que distribuyen la leche), pero en ningún momento tenemos un instancia que tenga como propósito la restauración integral del sistema, es decir, del ciclo hidrológico completo, incluyendo todos los componentes en donde se encuentra el agua: océanos, nubes, glaciares, ríos, humedales, suelo y más abajo, incluso en los seres vivos; y menos para facilitar las interacciones que surgen del ciclo hidrosocial, con las asimetrías y vulnerabilidades de acceso al agua que no necesariamente dependen de la disponibilidad general, sino que también de su asequibilidad (costo), calidad, oportunidad, entre otros aspectos.

En consecuencia, el llamado a los Consejos de Cuencas es trascender la mirada tradicional del agua (aquella que se centra en la cantidad y en los derechos de aprovechamiento), para alcanzar una mirada sistémica o integral a nivel de territorio, y desde ahí avanzar hacia la Seguridad Hídrica mediante un camino que se ha denominado Transición hídrica justa.

Pero descuidamos la vaca hace mucho tiempo e ingenuamente nos rascamos la cabeza preguntándonos por qué se acabó la leche.

Tenemos un largo camino por recorrer.

 

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