A raíz del último día de cosecha de la Frutera Aguas Blancas, productora y exportadora de uva de mesa chilena, Portalfruticola.com visitó las inmediaciones del campo en Chacabuco, Región Metropolitana, para presenciar cada paso del proceso productivo de los últimos cargamentos de la temporada.
La frutera se concentra en la producción de la variedad Thompson, de alto consumo en los mercados de Estados Unidos y Asia.
Conversamos con Catalina Cohen, directora comercial y marketing, y Patricia Godoy, gerente de operaciones, quienes repasaron los desafíos de la actual temporada, el estado del mercado y los retos a futuro para la industria de la uva de mesa.
Patricia Godoy y Catalina Cohen
La temporada que acaba de concluir presentó una serie de desafíos para la uva de mesa que llevaron a una caída del 15% del volumen estimado para la Frutera Aguas Blancas.
“Esta disminución de volumen se debe principalmente a lo que ha pasado a nivel climático, un verano muy caluroso, invierno con poca lluvia, baja oscilación térmica entre el día y la noche, y las heladas, por ende ha sido una temporada difícil,” dijo Patricia Godoy.
Un inicio de temporada lento y errático en cuanto a los niveles de azúcar en los racimos y con el peso de las bayas por debajo de lo estimado, hicieron que la tarea de producir uva de la mejor calidad fuera aún más difícil.
“Lo bueno es que tenemos un equipo de gente estable que nos permite abordar los desafíos para lograr el producto que necesitamos. Pudimos terminar la temporada como pensábamos y por ese lado quedamos muy contentos”, agregó Godoy.
Este año, la Frutera Aguas Blancas exportará un total de 230,000 cajas a los mercados extranjeros.
La industria chilena de uva de mesa tenía estimado exportar un total de 62 millones de cajas combinadas entre los tres colores de uva, sin embargo, para la semana del 6 de marzo, llevaban solo 35 millones.
Según la última estimación de ASOEX, el volumen actual de exportaciones es 12% menor al del año pasado.
Catalina Cohen explicó que si bien la tendencia del mercado en los últimos años ha sido enfocarse en Estados Unidos, se requiere una mayor homogeneidad en los volúmenes que se distribuyen a los distintos mercados.
“Sobre el 50% del volumen siempre se concentra en Estados Unidos, esta temporada, hasta la fecha vamos con un 51% de volumen acumulado en EE.UU.”, dijo Cohen. “Lo que esperábamos los que participamos en esta industria, es que otros países Asiáticos, además de Corea, Taiwán, Vietnam y China, aumenten sus volúmenes, ya que estamos hablando de mercados de millones de habitantes”.
Sumando más mercados asiáticos, la distribución sería más pareja entre EE.UU. y Asia, algo que los productores desean que ocurra.
Europa solía ser un consumidor de uva de mesa chilena, sin embargo, hace alrededor de 10 años, India comenzó a producir uva de alta calidad, al igual que Sudáfrica y Egipto. Por un asunto geográfico, estos mercados se volvieron más económicos para los consumidores Europeos, por ende, ese volumen que salía de Chile se trasladó a EE.UU.
India y Sudáfrica al tener su temporada al mismo tiempo que Chile se volvieron competidores importantes. Adicionalmente, tuvieron acceso a nuevas variedades antes que Chile, logrando una uva de gran calidad que les permitió acaparar el mercado Europeo.
Este año, por primera vez, el volumen de uvas que se produjeron en Chile de nuevas variedades fue superior al de variedades tradicionales.
En Frutera Aguas Blancas reconocen la necesidad de probar nuevas variedades, por que así lo exige el mercado.
Actualmente están probando con la variedad Sweet Globe.
“Es algo que llegó y sabemos que el consumidor lo quiere, porque son sabores nuevos, con otros colores y mayores calibres, entonces tenemos que adaptarnos al cambio y eso estamos haciendo”, dijo Godoy.
Sin embargo, la decisión de mantener gran mayoría de su producción destinada a la uva Thompson se debe a que así lo han pedido sus clientes, indicando que el sabor de la uva es superior al de otras variedades.
“El sabor de la Thompson sigue teniendo un espacio en el mercado, a pesar que los grandes retailers ya no quieren comprarla, hay un nicho en el mercado, de retailers más focalizados que siguen prefiriendo una Thompson de esta calidad”, indicó Cohen.
Según Cohen, la estrategia de marketing para las nuevas variedades de Chile, es que solo aquellos que pueden producir la fruta de mejor calidad tengan acceso a hacerlo para así mantener el prestigio de la fruta chilena.
De esta forma, el producto nacional puede competir y destacarse, con una calidad superior a la del mercado peruano.
Para Godoy, el crecimiento de Perú, a pesar de ser una amenaza para el mercado chileno, tiene muchas cosas positivas, ya que permite adoptar nuevas tecnologías y buscar mayores inversiones dentro de la industria.
“Perú sí deja una ventana para que entre la fruta chilena, y donde nos podemos destacar es en producir una fruta de mejor calidad y mejor sabor, porque consumidores para buena fruta siempre van a haber”, aseguró la gerente.
Agronómicamente, al igual que en todas las industrias de frutas, el desafío siempre está en cómo producir una muy buena fruta, a un bajo costo, y -especialmente en Chile-, con un menor consumo de agua.
“El tema hídrico es un tema país, y mientras no hayan políticas de Estado que tomen este tema, tenemos que lograr producir el volumen que necesitamos con el agua que tenemos. Mientras no haya un avance a nivel estatal, nos tenemos que adaptar a las condiciones hídricas que hay”, dijo Godoy.
Existen nuevas tecnologías y productos que ayudan a mantener el agua más concentrada en el suelo, por ende, los productores deben hacer los estudios e implementar estas herramientas para optimizar su producción.
Para enfrentar los desafíos hídricos, Cohen señala que las entidades públicas de agricultura deben hacer más por los productores chilenos.
“Hace muchos años está en proyecto en esta zona (Chacabuco) hacer dos embalses, lo cual permitiría que las comunidades, al igual que los pequeños, medianos y grandes productores de la Quinta Región y la Metropolitana tengan mejor acceso a agua”.
“Estos proyectos tienen que ocurrir para darle a Chile una oportunidad de seguir siendo una potencia alimentaria a futuro. De lo contrario, con el cambio climático, cada vez va a llover y nevar menos, entonces si a nivel estatal no se toman acciones, vamos a estar en una situación complicada”, concluyó Cohen.
