Zona de impacto: Lluvias e inundaciones en el norte del Perú
No tan desastrosas como en el 2017. Así califican los expertos de la agroindustria las consecuencias de las lluvias e inundaciones en el norte del Perú, intensificadas por el ciclón Yaku, en Piura, uno de los principales focos agrícolas de este país.
Algunos de los cultivos bandera de la región, como el mango y la uva habían terminado la campaña, el banano está feliz con el agua, pero aún no se puede prever lo que se viene a futuro. Por lo pronto, se va a perder uva de la ventana que va de marzo a abril, así como paltos de Olmos. Conversamos con César Morocho y Francisco Moraga, gerentes de empresas agroindustriales en la región.
En la madrugada del día que César Morocho brindó declaraciones a Portalfruticola.com, el jueves 23 de marzo, hubo una lluvia fuerte en Piura, “sumamente fuerte”, según las palabras del director gerente de Frutas de Piura y miembro del Consejo de la National Mango Board. “Un desastre, Piura nunca está preparada para las lluvias, esto es algo que ya hemos vivido en 1983, en 1998, en el 2017, y ahora en el 2023… La historia se repite”.
En su oficina, tiene fotos colgadas en la pared que dan cuenta de esos desastres, lugares emblemáticos de la ciudad norteña inundados. “No podemos seguir cometiendo los mismos errores, como construir centros comerciales donde antes pasaba el río, o construir casas cerca de las quebradas, no se le puede robar espacio a la naturaleza, luego eso nos pasa la factura”.
Las autoridades, por su parte, no toman precauciones a largo plazo, advierte Morocho, “borran lo que se hizo en la gestión anterior, y no protegen las zonas vulnerables de la región". Entonces menciona a la tan mentada, por estos días, en medio de los daños causados por el ciclón Yaku, Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), un programa que se inició en la gestión del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski, en abril del 2017, y tenía como objetivo restablecer toda la infraestructura física dañada y destruída por el Fenómeno de El Niño Costero de entonces.
“Las lluvias fuertes estaban previstas, el Senamhi lo venía advirtiendo meses antes de que empezaran, pero Yaku ha hecho que éstas sean más intensas y más prolongadas. Y, supuestamente, la Reconstrucción con Cambios en Piura iba a hacerse efectiva en tres años, pero ya han pasado seis años y seguimos en lo mismo”.
Afectación de la agroindustria en Piura
César Morocho dice que son cuatro los productos bandera en Piura: mango, uva, banano y limón. En líneas generales, dice que la agroindustria en la región no se ha visto tan afectada, pues algunos de estos productos ya habían finalizado su campaña.
“El impacto no es enorme. Muchas empresas ya habían terminado su campaña de mango y de uva; al banano le hace muy bien el agua, las lluvias les han dado mucho nitrógeno y oxígeno a las plantas; y el limón tiene temporalidades distintas”.
El mango terminó la campaña, pero advierte que podría verse afectada la siguiente (noviembre a marzo). “Me temo que las lluvias puedan haber removido las esporas en el suelo y eso podría significar proliferación de hongos. También se podría retrasar la floración de las plantas y eso podría ocasionar que el mango salga dos o tres semanas después de lo habitual”.
La uva de mesa en Piura tiene dos campañas, según Morocho; una pequeña que va de junio a julio; y una grande, que va de septiembre a diciembre. “Esta siguiente campaña pequeña se podría ver afectada por las lluvias; tanta agua va a traer plagas y enfermedades a la uva; van a haber efectos fitosanitarios en la fruta, pero son pocos los que participan de esta campaña”.
Si bien el director gerente de Frutas de Piura dice que las lluvias afectan positivamente al banano, precisa que los productores que no tomaron precauciones, como la construcción de canales o drenes de irrigación van a tener problemas en sus campañas futuras.
“El banano está inmerso en un ciclo casi matemático y si no hay salida para el agua en los campos, se pueden complicar las cosechas, incluso por años. Y muchos pequeños productores no han podido tomar sus previsiones en ese sentido”.
En relación a la logística, dice que nadie escapó de la incertidumbre de no saber si las vías de comunicación estaban interrumpidas. “En valle de Tambogrande, por ejemplo, uno de los principales de Piura, la crecida de una quebrada ocasionó una ruptura vial. Hay que recordar que la fruta de Piura sale por el puerto de Paita. Pero el problema no tiene que ver solamente con el traslado de fruta a los mercados, sino también al packing".
"En Piura no hay mucha palta, pero sí en Olmos y Motupe, y esa palta sale por Paita; productores de palta, grandes y pequeños, tienen que comenzar a cosechar, pero las lluvias han atrasado esta labor, y ya la palta no puede durar mucho en el árbol; además, los campos de palta están muy metidos en el campo y esas vías de comunicación se ponen horribles con las lluvias, lo que lleva a que mucha fruta se golpee y se dañe estéticamente” señala.
La uva que se pierde
Francisco Moraga, gerente general de Dole Perú, trabaja en Piura desde hace trece años, también ha dirigido Agrícola San José, otra empresa agroexportadora de la región, quien conversó con Portalfruticola.com dos días después de la entrevista con Morocho, el sábado 25 de marzo. “Como se está desarrollando esta situación en el norte, me hace recordar al 2017. No es lo que esperábamos, el escenario actual nos pone en una situación compleja, pero no devastadora, como fue el 2017. En todo caso, no sabemos aún los alcances de lo que viene sucediendo este año”.
La situación es distinta a la del 2017. Por ejemplo, en ese año no había arándanos en Piura. Hoy, Piura no constituye un jugador importante en materia de arándanos a nivel nacional, representa el 5% o 7% de la producción peruana, y el impacto a nivel nacional sería marginal, “a pesar de que en Piura se pueda sentir un poco fuerte. En todo caso, aún falta para que la campaña de arándano inicie aquí”.
Uno de los grandes problemas de las lluvias e inundaciones en el norte del Perú tiene que ver con la gran dificultad para poder aplicar productos para combatir los hongos y los insectos; se aplica en la mañana, pero por la tarde puede llover y lavar las plantas, y hay que volver a aplicar.
“Hay un impacto económico importante en la uva y el arándano por la proliferación de insectos como trips y enfermedades fungosas como el mildiú. El mildiú, por ejemplo, se ha hecho presente en las variedades nuevas, las cuales se ven afectadas por este hongo, tanto como las convencionales”.
La situación es distinta a la del 2017. Por ejemplo, en ese año no existía la ventana para la uva de la última semana de marzo a abril –antes de que empiece la campaña en México y al término de la de Chile–, que algunas empresas aprovechan en Piura.
“Esta doble cosecha es posible gracias a las variedades licenciadas”, acota Moraga. “Bueno, esta segunda cosecha se ha complicado; con estas lluvias hay frutas que se van a perder, definitivamente. Además, los mercados se ponen nerviosos con estas lluvias, ya saben lo que está pasando en Perú, por lo que van a tener mayor cuidado con la uva que se pueda cosechar ahora en el norte del país. Aquí también hay un impacto económico importante”.
Como Morocho, Moraga también prevé complicaciones para la palta de Olmos que sale por Piura, y da más detalles. “La acumulación de agua en el palto lo hace susceptible a la asfixia radicular; el suelo se satura de agua, el agua reemplaza al oxígeno, y las plantas se mueren. Esto ya está sucediendo en Olmos, no lo podría cuantificar, pero es una realidad. En todo caso, no creo que las pérdidas en la palta sean algo tan significativo”.
Francisco Moraga dice que la primera medida que tomó como gerente general de Dole Perú, ante los embates de la naturaleza, fue abastecerse de insecticidas y fungicidas para las aplicaciones adicionales; la demanda de estos productos iba a ser mayor y los proveedores no estarían preparados para atenderla. La segunda medida tuvo que ver con el mantenimiento y refuerzo de los sistemas de drenaje en los campos en los sectores de aniego.
“Es difícil saber si está situación se va a acabar o no. Por lo pronto, puedo decir que se pronostican precipitaciones para la próxima semana, se vienen diez días difíciles; luego de esto, recién podremos evaluar con más precisión”, concluye.
Más de 23.899 hectáreas afectadas por lluvias e inundaciones en el norte del Perú
- Las intensas lluvias que vienen cayendo en Perú desde comienzos de año, han cobrado la vida de 69 personas, dejando 12.789 damnificados y unos 80.000 afectados. Tumbes, Piura y Lambayeque son las regiones más golpeadas. El Gobierno declaró estado de emergencia nacional en los departamentos mencionados.
- Más de 23.899 hectáreas de cultivos afectados y 11.492 hectáreas de cultivos perdidos se calculan, producto de las lluvias, inundaciones y huaicos, en Tumbes, Piura y Lambayeque, según el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Julio Pérez Alván.
- Fue en Tumbes y Piura donde el ciclón Yaku y las consecuentes inundaciones empezaron, extendiéndose luego a La Libertad, Lambayeque, Lima e Ica, coincidentemente las principales regiones agroexportadoras del país, explicó Pérez Alván. El año pasado, estas regiones representaron el 78% del total de los envíos, concentrando casi US$ 7.274 millones (de los US$ 9.876 millones que sumaron las agroexportaciones peruanas, mostrando un aumento de +12.3% respecto a 2021).
- Agroexportaciones alcanzarían los US$ 10.608 millones este año, lo que significaría un incremento de +7.4% respecto al 2022.
- En declaraciones recientes, jefe del Indeci, Carlos Yáñez, dijo que el ciclón Yaku ya se alejó de las costas peruanas y ya no representaría un peligro para el Perú. Pero agregó que el calentamiento del mar se mantiene y, por lo tanto, las lluvias se prolongarían hasta mayo. De mantenerse estas condiciones por tres meses, podría declararse el Niño Costero como tal.
- La presidenta Dina Boluarte anunció que se destinarán 4.000 millones de soles (1.052 millones de dólares) para atender las emergencias del norte. Dijo que, según los informes recibidos, el Niño Costero podría estar llegando a partir de abril o mayo, mientras que el Niño Global se presentaría en diciembre o enero próximo.