Relevancia de la dormancia en cerezos
El cerezo es un árbol de hoja caduca que para su ciclo productivo necesita botar sus hojas, para reducir su metabolismo y así iniciar el proceso de dormancia o latencia; para posteriormente entrar de muy buena manera al inicio de la floración y brotación. En este artículo nos enfocaremos en la dormancia en cerezos y su importancia.
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Para conocer el rol de la dormancia en cerezos y en qué estado se encuentran los cerezos actualmente conversó con Portalfruticola.com el ingeniero agrónomo, asesor técnico y especialista en el cultivo de cerezas, Walter Masman, junto al director técnico de Avium y asesor de cerezos Carlos Tapia.
Para Walter Masman la dormancia en cerezos, requiere que reciba ciertas señales y una de ellas es la luminosidad. “A partir del 21 de diciembre, la luz comienza a disminuir y así llegamos al invierno donde la exposición a la luz es más corta. Junto con eso, la lógica es que va bajando la temperatura y eso conduce a que el árbol en algún momento bote en un 100% las hojas”.
Fuente fotos: Carlos Tapia
Por su parte Tapia comentó que cerca del 1 de mayo los árboles pueden tener un 50% de las hojas caídas, “por lo tanto, tener la dormancia fisiológica las primeras semanas de mayo, indica que estamos aprovechando de mejor forma todo el periodo de dormancia”.
Dormancia en cerezos hoy
Los meteorólogos se han referido que el presente verano fue uno de los más cálidos y las altas temperaturas se extendieron hasta marzo e incluso inicios de abril.
Respecto a las actuales condiciones, Masman señaló “el año pasado a estas alturas del partido, ya era un marzo más frío y eso uno lo puede ir viendo en el comportamiento del árbol, cuando comienza a botar las hojas, empieza poco a poco a degradar la clorofila, hasta que uno ve la hoja amarilla y posteriormente se genera su caída”.
Masman agregó “en estos momentos uno ve en un gran porcentaje, dependiendo en la zona donde se encuentren, los árboles bastante verdes, por lo que no ha habido un cambio importante en la coloración de hoja. En otras palabras, el árbol no ha acusado esta condición de querer comenzar el proceso de dormancia en cerezos. Sino que es al revés, porque las condiciones siguen favorables; esa condición ocurre generalmente bajo una condición de un árbol muy estresado”.
A juicio de Tapia los meses de marzo y abril son meses de transición para la dormancia; “por lo tanto queremos que la planta se empiece a aclimatar en forma natural y a partir de la segunda quincena de abril tenga una entrada en dormancia en forma normal”.
Masman plantea una hipótesis sobre el estado de los árboles. “Aquel productor que no se preocupó de hidratar y regar bien los árboles, de realizar las fertilizaciones postcosecha, mantener aplicaciones que evitan la condición de estrés hídrico, radiativo y térmico; bajo una condición como esa es muy probable que el árbol pueda estar más estresado. Si eso se suma un inicio de otoño que se sigue manteniendo como verano, la señala es muy errática, el árbol tiende un comportamiento de querer mantener actividad”.
Más allá que se retrase la dormancia y que el cerezo todavía no tenga las condiciones adecuadas para comenzar el periodo de receso, Walter Masman explicó durante este periodo el árbol sigue votando energía y en el caso del cerezo es muy potente. “Ya que es un árbol cuyo periodo de floración y cosecha es muy corto y las reservas energéticas son muy relevantes para la producción del siguiente año”.
Durante el mes de abril, las condiciones climáticas no han bajado respecto a años anteriores, por lo que sigue siendo cálido y eso genera señales en los árboles, “porque hoy el clima es muy cambiante y poco predecible. Las señales que indican que cuando parten con fríos erráticos, es probable que la producción este año no vaya muy bien encaminada. Queda mucho todavía por abordar, pero hay señales que tenemos que observar” dijo Masman.
Importancia de un buen inicio
La dormancia en cerezos es de vital importancia así lo explicó Masman “para que pueda ingresar de muy buena manera al receso de periodo adverso, lograr reducir el metabolismo con la finalidad de haber acumulado la mayor cantidad de reservas, para que la primavera siguiente la floración sea la más efectiva, productiva y de mayor calidad”.
Agregó que la dormancia, se evalúa en base a la acumulación de las horas de frío de los cerezos. “Los años buenos de frío, entre ellos el año pasado, se ve traducido en un año productivo. No sacamos nada con tener en las últimas semanas de julio o inicios de agostos frío, para poder sopesar la calidad de frío que puede haber faltado los meses anteriores”.
El director técnico de Avium indicó que la fecha límite que tienen los productores para realizar un análisis de la senescencia de hoja “es entre el 15 y 20 de abril y si no vemos un porcentaje de senescencia mínima, pensando en tener un 50% a inicios de mayo; tenemos que tomar acciones para apoyar la caída de hojas de forma artificial hacia la segunda 15 de abril”.
Fuente de fotos: Carlos Tapia
Por su parte Masman recomienda evitar cualquier condición que estimule a los árboles, para evitar que se activen y salgan del estado que ellos se están preparando. “Hoy día una activación del punto de vista de fertilizaciones tardías o algún tipo de estímulo que genere un comportamiento distinto al árbol, lo tenemos que evitar”.
Riego
Es importante entender qué pasa con el riego en esta etapa tan importante del cerezo. Para Tapia, el riego como la nutrición tiene un espacio muy importante en la postcosecha del cerezo. “El riego lo deberíamos de trasladar hacia fines de marzo o las primeras semanas de abril, para que sea una señal ecológica importante para gatillar una dormancia relativamente normal en las plantas”.
Para el asesor Walter Masman la demanda del agua de parte del árbol va bajando, “por lo que recomiendo ir reduciendo gradualmente el agua que el árbol va necesitando. Llevarlo a una condición de estrés manejado, nunca extremo. Si el productor estaba regando los últimos días de febrero cada cuatro días, probablemente de marzo en adelante se debe ir distanciando cada semana entre un riego y otro. En algunos casos la primera semana de marzo el riego puede ser cada 7 días, la segunda semana a los 9 días y a la tercera semana a los 10 días”.
El siguiente paso
En los meses de noviembre y diciembre se realiza la cosecha del cerezo, momento en el cuál el árbol recibe la fertilización de postcosecha, con el objetivo que pueda recuperar lo que el árbol exportó a nivel de fruta y poder entregárselo nuevamente.
En la postcosecha, el árbol sigue trabajando la formación de frutas que viene la próxima temporada. “El árbol sigue generando la estructura de la flor particularmente desde diciembre en adelante y en estos momentos todavía continua, porque es un proceso largo. Si a eso lo asociamos que el árbol está en un periodo tenso, donde hay mucha temperatura, con una demanda hídrica porque hay mucha temperatura, tenemos que evitar mantener el estrés, para evitar que el árbol siga trabajando y se siga desarrollando de manera normal todo el periodo de diferenciación floral” dijo Masman.
Una vez finalizado el verano, los expertos coinciden que el árbol necesita acumular la mayor cantidad de reservas posibles, para enfrentar el periodo adverso, que es el invierno y partir de muy buena manera el periodo que viene posteriormente, que es de la floración en adelante.
“Cuando el árbol del cerezo florece y luego brota y tiene hojas o áreas foliar, es capaz de hacer fotosíntesis; a partir de ahí recién puede generar su propio alimento en relación a lo que ha desarrollado, por lo que el cerezo como árbol recién comienza a trabajar para su temporada más o menos desde 5 a 10 de octubre en adelante. Por lo tanto, todo lo que el árbol genero anteriormente, floración, la cuaja, el inicio de crecimiento de los primeros frutos; todo lo realizó a expensas de lo que pudo haber acumulado antes del inicio de la dormancia” indicó Masman.