Chile cuenta con nuevo Centro Nacional de Bioinsumos
La agricultura ha comenzado el camino de utilizar productos amigables con el medio ambiente y que generen el mismo resultado que los agroquímicos. Según datos de la consultora News Genesis la demanda de productos biológicos en Chie el año 2021 generó ventas en biofungicidas de 4,56 millones de dólares anuales y en bioinsecticidas un total de 4,92 millones de dólares. Y proyecta un alza al año 2025 debido a la demanda de los consumidores por productos orgánicos.
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En esa línea el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) inauguró el primer Centro Nacional de Bioinsumos (CeNBI), con el objetivo de coordinar el desarrollo de bioproductos como bioestimulante y biocontroladores para combatir plagas y enfermedades.
La inauguración del nuevo centro se llevó a cabo en el Centro Regional INIA Quilamapu y contó con la participación de la directora nacional de INIA, Iris Lobos; la subdirectora nacional del SAG, Fabiola González; seremi de Ciencias zona Centro Sur, Sofía Valenzuela; autoridades regionales, representantes de los servicios del agro y productores de la zona.
CeNBI
El nuevo centro cuenta con un equipo de investigadores/as, infraestructura e infraestructura para el pilotaje a escala industrial y la masificación comercial de bioinsumos, basados en microorganismos nativos de todo Chile que han sido colectado por el INIA y que actualmente se conservan en el Banco de Recursos Microbianos de la institución, siendo único en América Latina y reconocido por entidades internacionales.
A la fecha se han desarrollado dos tecnologías: la innovadora línea de probióticos endófitos bajo la marca Endomix®, y los Hongos Entomopatógenos HEP-BioINIA, que fueron desarrollado hace más de 20 años, pero que han sido renovados para cumplir con los requisitos de los consumidores actuales.
Dichos productos se venden en envases adaptados para uso en predios medianos y de pequeñas explotaciones, e incluso en versiones para uso doméstico en jardines urbanos.
En la oportunidad los asistentes conocieron las características y productos biológicos que ha desarrollado el INIA, las instalaciones del centro y del Banco de Recursos Genéticos Microbianos, lugar donde se conserva el patrimonio microbiano del país con reconocimiento internacional, y que se encuentra celebrando sus 10 años de existencia.
La directora nacional de INIA comentó, “el uso de agroquímicos afecta la salud de los consumidores, de los trabajadores agrícolas; genera un deterioro del medio ambiente por la contaminación del agua; reduce la biodiversidad e incrementa la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, por nombras algunos efectos”.
La encargada del Centro Nacional de Bioinsumos, la investigadora de INIA Quilamapu, Lorena Barra, destacó que el centro “busca desarrollar tecnologías con foco en el mercado. Sin embargo, no necesariamente va a escalar todo lo que desarrolle, porque algunas tecnologías se licenciarán a empresas y cooperativas para su producción masiva”.
Se espera que CeNBi produzca 15 mil dosis de bioinsumos, bajo un sistema de fermentación sólida en base a hongos y, a través del licenciamiento de Endomix B1 como biofungicida, el que se puede aplicar a 50 mil ha de cerezos, arándanos, frutillas y vides, y 20 ha entre avellano europeo y berries con Endomix B4, como controlador de plagas de curculiónidos.
Con la creación del CeNBI se espera reducir el tiempo de traspaso de las tecnologías INIA hacia el mundo productivo local e internacional, que ha enfrentado una fuerte alza en los precios de los fertilizantes, a consecuencia del incremento de la demanda mundial.