Isabelina, la nueva mandarina chilena sin semillas y fácil de pelar
Isabelina, la nueva mandarina chilena, es una clementina tempranera -que se cosecha a partir de abril dependiendo de la zona- y que, a todo evento, tiene una probabilidad de semillas extremadamente baja, es decir, seedless. Además, es easypeeler o fácil de pelar y posee un color naranjo rojizo, con una forma más redonda.
Para conocer más detalles de la nueva mandarina desarrollada en Chile y el aporte a la industria citrícola, conversó con Portalfruticola.com, la Dra. Johanna Mártiz, experta en citricultura y mejoramiento genético de cítricos, e investigadora de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, que dio origen a la creación de Isabelina.
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Investigación
El proceso de desarrollo de la nueva variedad duró 15 años de investigación. Mártiz indicó “el programa empezó en 2007 con 10 mil plantas y después de 5 años llegamos a tener 400 plantas que ya comenzaban a parecer una nueva variedad”.
La investigadora añadió “lo primero fue elegir qué material vegetal íbamos a mejorar, esa decisión se tomó en conjunto con las empresas que participaron de la primera parte del programa”.
Posteriormente, se realizó el proceso de irradiación, se hicieron las plantas y se estableció el bloque de evaluación. “Para seleccionar tuvimos que cortar toda la fruta de cada árbol por 3 años, para ver si tenía o no semillas” dijo Mártiz.
La investigadora comentó que, si el primer año la fruta tenía semillas, se eliminaba. Si no tenía semillas el primer año, el segundo año tenían que asegurarse que tampoco tuviesen semillas. Y después lo mismo el tercer año. “Debíamos asegurarnos de que su característica seedless o low seed no era producto del azar ni por falta de polinización, sino debido a una característica propia de la planta” señaló Johanna Mártiz.
Sin mallas
Por su naturaleza no es necesario usar mallas para protegerlas de otros cítricos cercanos para evitar la polinización cruzada. La investigadora explicó “permite cultivarla sin necesidad de utilizar mallas, por lo tanto, es un ahorro importante de inversión que puede bordear los 15 mil dólares por hectárea. Al no utilizar malla es más sustentable, las mallas se van deteriorando y es necesario cambiarlas; por lo que es un tema ambiental que se debe abordar, trabajar y mejorar. En el caso de las clementinas el uso de mallas también puede inducir una reducción en la producción, por lo que en este caso vamos a mantener el potencial productivo”.
Perspectiva comercial
A juicio de la investigadora de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, Isabelina puede ser plantada tanto en el norte chico de Chile como en zonas más al sur que tengan riesgos de heladas, porque se puede cosechar temprano y el árbol cuando está más descargado aumenta la tolerancia al frío, va a hacer una buena alternativa.
Mártiz comentó “hoy estamos comenzando la multiplicación, por lo que esperamos que el 2024 tener las primeras plantas comerciales. Nosotros somos el tercer exportar de clementinas en el mundo y aquí vamos a empezar nuestra temporada mucho más fuerte con una fruta sin semillas. Y es chilena, nació bajo nuestras condiciones edafoclimáticas y es un plus”.
Respecto a la exportación de Isabelina, la investigadora mencionó que el mercado por excelencia de los cítricos chilenos es Estados Unidos, donde hoy se venden las mandarinas y clementinas bajo la marca seedless, “por lo que vamos a entrar con mayor facilidad para asegurarle a nuestro comprador que no tiene semillas y así aseguramos buenos precios”.
Añadió que la idea es internacionalizar la nueva variedad y llevarla idealmente a España, principal productor a nivel mundial de clementinas con el objetivo que la vean y la prueben. “Sudáfrica también es un potencial mercado, la idea es expandirla una vez que terminemos las pruebas comerciales” dijo Mártiz.