Luego de conocer las características principales de la hidroponía, sus ventajas y desventajas, los diferentes sistemas disponibles y las plagas que pueden atacarlos, te presentamos a continuación unos pasos sencillos para que puedas comenzar un cultivo hidropónico casero.
De igual forma, esta información te será útil si ya tienes una finca agrícola y deseas modificar los procesos, incorporando la tecnología hidropónica, cuya base principal es el agua, no la tierra.
Nueve componentes necesarios para comenzar un cultivo hidropónico casero:
Son las semillas que utilizarás en el cultivo hidropónico. Es recomendable comenzar primero con una sola especie de planta hasta que aprendas cómo cultivarla.
El sustrato es lo que le brindará apoyo a la planta y retendrá los nutrientes que necesita. En la mayoría de los sistemas se requiere que uses sustrato. Hay varios tipos, como por ejemplo el peat moss, la vermiculita, la fibra de coco, el foami agrícola y la perlita.
Aquí será donde colocaremos nuestro cultivo. Pueden ser bolsas negras, contenedores o tubos de PVC. El recipiente debe tener una profundidad de 20 a 30 centímetros.
Esta tabla debe tener las mismas dimensiones que el recipiente.
Este será útil para hacer los cambios de agua cuando sean necesarios.
Es el material más importante pues de ella dependerá el crecimiento saludable de las plantas. Puede ser una solución casera o una ya disponible en el mercado y que tenga los nutrientes balanceados.
Se utiliza para que el agua tenga buena oxigenación.
Las estrategias naturales para el control de las plagas son una parte muy importante de la hidroponía. Lee el artículo dedicado a este tema.
Este es el lugar que escogerás para realizar la siembra, ya sea en un invernadero, en una azotea o al aire libre (patio).
Si ya cuentas con todos los materiales antes mencionados, podrás comenzar tu huerto hidropónico. Solo debes seguir estos pasos:
Para empezar debes hacerle un agujero al recipiente escogido con la profundidad especificada. En este agujero insertarás el tapón de goma o plástico que permitirá realizar los cambios de agua cada vez que sean necesarios.
Utilizando un taladro haz varios agujeros, dejando el mismo espacio entre ellos. Vigila que sean proporcionales al tamaño de la madera. Por esos orificios insertarás las raíces de la planta, teniendo mucho cuidado de no lastimarlas. Debes verificar que las raíces queden dentro del agua y el tallo sobre la tabla (encima de la superficie del agua).
Asegura la planta con el sustrato seleccionado, que será la vía por la cual recibirá los nutrientes.
Los cultivos deben colocarse en un área donde puedan recibir la luz del sol, aunque esto también dependerá de la especie de planta. El área a escoger también puede ser vertical (una pared).
Con la bomba aireadora se oxigenarán las plantas cada dos a tres horas. A la misma vez se verificará la solución nutritiva.
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