Las cerezas más australes del mundo se producen con luz artificial

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Las cerezas más australes del mundo se producen con luz artificial

A algunos kilómetros del Parque Nacional Patagonia, en el extremo sur de Chile, en Chile Chico, cerca de la frontera con Argentina, se producen cerezas en condiciones muy particulares.

En este pequeño pueblo a lo largo de la Carretera Austral, no hay calor natural para producir cerezas, lo que significa que los productores deben crear un microclima para cultivar la fruta, protegiéndola del frío y de los fuertes vientos.

PortalFruticola.com conversó con Oscar Aliaga, uno de los pocos asesores de cerezas que trabajan en la región, para conocer más sobre este particular proyecto. Durante Cherry Tech 2023 el 29 de julio, Aliaga fue reconocido por sus contribuciones a la industria de la cereza a lo largo de su larga carrera.

"Chile Chico es un lugar único en el mundo donde se está produciendo la cereza más austral del mundo en condiciones muy singulares. Como no hay calor natural, la fruta se cultiva con luz artificial, por lo que es una fruta diferente a la que se obtiene en las regiones de cultivo convencionales del país (zona central)", afirma Aliaga.

Aliaga cree que la característica distintiva de este proceso de producción no se ha explotado como centro de origen de la fruta.

"Hemos visto que la cereza de Chile Chico es distinta, tiene más materia seca y logra muy buenos calibres. Es una fruta muy buena", añade Aliaga.

Retos de la producción

Cuando se le pregunta por la logística de producir fruta tan al sur, en un lugar tan remoto, Aliaga coincide en que: "Chile Chico está muy alejado y las condiciones climáticas son muy adversas".

Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, en ese lugar en particular existe un microclima muy benigno en lo que respecta a las precipitaciones. No llueve.

Sin embargo, "hay vientos diarios de entre 70 y 90 kilómetros por hora, que muchas veces son helados y frecuentes durante todo el año, lo que obliga a los productores a controlar esas condiciones".

Aunque la región tiene potencial para cultivar todas las variedades tardías, la lejanía de Chile Chico hace muy difícil abastecerse, ya que hay que traerlas desde el centro de Chile, a unos 1.200 kilómetros.

"Esto encarece la producción porque también hay que traer la mano de obra desde el centro del país", explica Aliaga.

A pesar de las difíciles condiciones, en 2022 se exportaron 2.400 toneladas de cerezas desde Chile Chico.

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