Jerte: Sus cinco variedades de cerezas autóctonas y la esperanza de una mejor temporada

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Jerte: Sus cinco variedades de cerezas autóctonas y la esperanza de una mejor temporada

En Valle del Jerte (Cáceres, España) se cultivan más de cien variedades de cerezas. De ellas, solo cinco variedades autóctonas cuentan con el sello de la Denominación de Origen Protegida “Cereza del Jerte” (D.O.P. “Cereza del Jerte”), las Cerezas del Jerte y Picotas del Jerte.

Las cerezas del Jerte y picotas del Jerte se cultivan de forma artesanal, un cultivo natural, cuya recogida y tratamiento tradicionales multiplican sus propiedades, con lo cual llegan al mercado en el momento óptimo para su consumo. Se trata de frutas ricas en flavonoides, oligoelementos y vitaminas, crecen entre montañas, regadas por arroyos de agua cristalina y se recogen a mano en cestas de castaño. Una tradición secular en el Valle del Jerte.

Las cerezas Navalinda y picotas del Jerte

Solo existe una variedad de cereza con pedúnculo certificada por D.O.P. “Cereza del Jerte”: la cereza Navalinda, una variedad temprana, que llega al mercado entre mediados y finales de mayo. Al igual que las picotas del Jerte son dulces, con forma acorazonada y  crujientes.

La Picota del Jerte, además de distinguirse por su sabor, tiene como característica más visible que se comercializa sin rabito. El pedúnculo se queda prendido del cerezo en la recolección, por lo que el orificio de unión con el fruto queda perfectamente sellado.


Estas son las cuatro variedades de picotas del Jerte: Ambrunés, Pico Colorado, Pico Negro y Pico Limón Negro.

picota de jerte


La cereza más grande y la esperanza en una mejor temporada

Recientemente se realizó el concurso convocado por esta tierra cereña, para encontrar el fruto más grande de la temporada, el cual tuvo un calibre de 42,8 milímetros,  presentada por el agricultor Daniel Prieto.

En cuanto a las cerezas picotas, la vencedora ha sido la presentada por el agricultor José Luis Núñez , de la Cooperativa San Lucas de El Torno, con 33,8 mm de diámetro.

"La resiliencia y esfuerzo de agricultores, cooperativas y todas y cada una de las personas que forman parte del tejido productivo agrario de la comarca, han permitido que el concurso se haya podido celebrar", tal y como ha destacado la Asociación Sociedad para la Promoción y Desarrollo del Valle del Jerte (SOPRODEVAJE).

Los productores de Jerte han debido sortear una dura temporada, según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte cerró la campaña de 2023 como una de las “peores en los últimos 35 años”, por las intensas lluvias caídas a finales de mayo y principios de junio. Las precipitaciones comenzaron cuando apenas se había empezado a recoger la cosecha, provocando que las cerezas, ya maduras, se rajaran y pudrieran por exceso de humedad.

La D.O.P ha confirmado que se ha podido salvar el 30% de la cosecha de cereza y picota del Jerte, que se esperaba entre 35 y 40 millones de kilos. Las pérdidas económicas ascienden a 70 millones de euros, según una estimación del presidente de la Denominación de Origen Protegida, José Antonio Tierno. “Es un drama para las familias del Jerte”, concluyó.

Las frutas que se han podido comercializar han sido de “buena calidad, equiparable a la de años anteriores, aunque de menor calibre por las adversidades climáticas”, según explica el Consejo Regulador. La escasez de cerezas ha provocado que se hayan tenido que “refugiar” en el mercado nacional y solo se ha podido exportar una pequeña cantidad de picota del Jerte al Reino Unido. Por ello, Tierno marca como objetivo de cara a la campaña del año que viene “recuperar el terreno perdido en el mercado internacional, que tiene un enorme peso” para la D.O.P.

La Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte garantiza la máxima calidad de las cerezas y picotas del Jerte. Estos productos se pueden diferenciar del resto por la contraetiqueta que acompaña a cada caja procedente del Valle del Jerte.

El presidente de la D.O.P. Cereza del Jerte considera que las ayudas del gobierno son “insuficientes”. No obstante, reconoce que “menos es nada”. “No van a servir para paliar las pérdidas de los agricultores, ni la falta de sus rentas. Ayudarán a aminorar los costes de producción, pero no dan para más”, concluye Tierno.

Con el objetivo de ayudar a los agricultores y garantizar la correcta preparación de la próxima cosecha, Tierno reclama que se amplíe la protección.

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