Chile: SAG instalará 425 mil emisores de confusión sexual en el Biobío para control de Lobesia botrana
La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana, es una de las principales plagas que amenaza la oferta exportadora de uva de mesa, arándano y ciruela. Originaria de Europa fue detectada por primera vez en Chile el año 2008, en la zona de Linderos, Región Metropolitana.
Debido al grave daño fitosanitario que genera en los cultivos de exportación, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) instalará emisores de confusión sexual en sectores urbanos de las comunas de Mulchén, Santa Bárbara, Negrete, Nacimiento, Laja, Los Ángeles, Cabrero, Yumbel, San Rosendo, Florida y Santa Juana. Esta medida contemplada en la estrategia de control del Programa Nacional de Lobesia botrana busca evitar la dispersión de la plaga.
Al respecto el alcalde la Florida, Jorge Roa, señaló que “es importante que se dé inicio a esta actividad a través del SAG, porque en nuestra comuna hay muchas viñas, somos una comuna que se dedica en parte a esa área, entonces la polilla puede hacer muchos estragos. Que se inicie esta postura en distintos sectores de emisores que pretenden minimizar el daño que puedan causar las polillas en los hogares, familias y producción, para nosotros es tremendamente importante, por lo tanto hemos aceptado que el SAG venga a nuestra comuna y se de inicio a esta campaña”.
Por su parte, el directivo del SAG de Biobío, Roberto Ferrada, indicó que “la técnica de la confusión sexual es la principal medida de control de esta plaga, ya que se busca evitar la reproducción de esta polilla, por lo que es muy importante su oportuna instalación. Para esto llamamos a la comunidad a permitir el ingreso de los inspectores del Servicio a las viviendas priorizadas en la instalación de estos dispositivos, quienes se encuentran debidamente identificadas.
Confusores sexuales
Son pequeños dispositivos plásticos que se instalan en los árboles frutales emitiendo una feromona sintética que desorienta al macho, impidiendo que se encuentre con la hembra para reproducirse, lo que se traduce en una disminución de la descendencia y de los daños en la fruta.
Los dispositivos tienen una vida útil de unos 6 meses aproximadamente, no son tóxicos ni provocan problemas a la salud de las personas, de los animales, abejas, enemigos naturales y/o insectos benéficos.