La Autoridad Canal de Panamá redujo en julio en 2 metros las restricciones de calado para los buques que transitan por sus esclusas más grandes. Además, el volumen de tránsitos diarios se redujo en un 20%, a sólo 32 buques al día. 

Las medidas, que buscan hacer frente a la sequía y al fenómeno de El Niño, se mantendrán durante los próximos diez meses, según informó la administradora adjunta del canal, Ilya Espino.

Estas restricciones han provocado que un gran número de buques se detengan en ambos extremos del canal. El recuento oficial es de 129 buques, menos que el máximo de 165 registrado a principios de mes, pero un 43% superior a la media. 

Los límites a los tránsitos han provocado un amontonamiento de buques: según algunos informes, hace unos días había 200 haciendo cola, con tiempos de espera de hasta 21 días.

En el caso de los portacontenedores, para los buques más grandes, que probablemente seguirán teniendo restricciones de calado, eso significa que no pueden utilizarse unos 2.500 TEU de espacio.

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Para los buques de más de 12.000 TEU, el desvío a través de Suez sería una opción que muchos transatlánticos estarían considerando, dado que las restricciones, al parecer, han llegado para quedarse. 

En el caso de los portacontenedores más pequeños, que aún pueden pasar con carga completa, el regreso a Asia a través de Suez o el Cabo, con una distancia y un tiempo ligeramente mayores, es otra opción viable para reducir la demanda global y, al mismo tiempo, absorber capacidad. 

Algunos observadores y proveedores logísticos han advertido que las mercancías necesarias para las compras navideñas podrían llegar con retraso. Según la CPA, mercancías por valor de US$ 270.000 millones -aproximadamente el 73% del volumen anual del canal- se dirigen al mercado estadounidense.

En los últimos quince días, los problemas del canal no han tenido un efecto notable en los precios al contado de los contenedores.