La agricultura sin tecnología, no es sostenible
Por Miguel A. Sánchez, PhD. Director Ejecutivo de ChileBio
Si pensamos en la producción de alimentos del presente y del futuro es innegable que la tecnología e innovación son pilares indispensables para alcanzar una agricultura productiva. Estos elementos son no solo garantizan la seguridad alimentaria, también la sostenibilidad de la actividad. El uso de tecnologías es esencial para adaptarnos a los desafíos climáticos, incrementar la productividad, reducir emisiones y disminuir el uso de insumos para generar sistemas agrícolas resilientes.
La agricultura de precisión, con el uso de drones, satélites y sistemas de monitoreo, permite que los agricultores puedan obtener datos detallados sobre sus cultivos, como la humedad del suelo, la calidad del aire y el estado de las plantas. Paralelamente, el mejoramiento genético vegetal, a través de técnicas como la selección y la modificación genética, permite obtener variedades de cultivos más resistentes a enfermedades, plagas y condiciones ambientales adversas. Esto permite aumentar la productividad y reducir el uso de ciertos pesticidas.
La biotecnología está revolucionando la agricultura, disminuyendo costos y tiempos para el desarrollo de nuevas variedades, así como al entregar alternativas más amigables con el ecosistema, como los biofertilizantes y biopesticidas.
La investigación y desarrollo de productos fitosanitarios amigables y efectivos, es fundamental para que reducir los efectos de riesgos de plagas y enfermedades en las plantas. También deben ser capaces de controlar eficazmente las malezas, minimizando al máximo cualquier impacto negativo en la calidad de la tierra y del agua. Esto es esencial para preservar la inocuidad y calidad de los alimentos que se obtienen de la agricultura.
Miremos la tecnología e innovación sin prejuicios, para seguir avanzando hacia una agricultura productiva y más sostenible. Debemos asegurar el bienestar social y económico de los pequeños agricultores, y para ello es esencial que el Estado aumente significativamente la inversión en investigación e innovación agrícola. Las iniciativas actuales, aunque valiosas, no son suficientes frente a los desafíos que enfrentamos.
Es necesario que el Estado a través del Ministerio de Agricultura estimule al sector privado para el desarrollo de tecnologías que beneficien a toda la agricultura, y por supuesto a los consumidores. Ante la situación de urgencia que enfrentamos debido al crecimiento constante de la población y a los desafíos climáticos, estamos convencidos que la agricultura sin tecnología, no es sustentable.