Carozos chilenos: La importancia de contar con plantas certificadas
En Chile, en general cuando se habla de frutales de hueso o carozos se refiere principalmente a duraznos, nectarinos y ciruelas, sin embargo no hay que olvidarse de damascos, cerezos y guindos que son también frutales de carozos. Tal como existe esta diversidad de carozos, la situación varía dependiendo de cada uno de ellos, a juicio de Gamalier Lemus, ingeniero agrónomo, M.S., reconocido investigador chileno en fruticultura, con una trayectoria de 43 años y quien lideró como sub director I&D en INIA-Rayentué, reconoce que toda la industria frutícola en general ha tenido altos y bajos, y especial la de carozos, sin embargo la estrella de esta familia hoy es la cereza.
Lemus explica que el damasco para exportación en fresco prácticamente es inexistente en este país, aunque se hicieron grandes esfuerzos por hacer crecer este negocio y tener variedades adaptadas a la comercialización de fruta fresca, actualmente hay un bajo volumen. Y especialmente hoy surgen los nectarinos como una alternativa económica y productiva.
"En el caso del duraznero o durazno de mesa de consumo fresco y el nectarino tuvieron mejores momentos, ahora están en un segundo plano, sin embargo se han registrado precios interesantes y la posibilidad de mercados de exportación en el Lejano Oriente", señala.
Señala Lemus la temporada de carozos en general será buena, pero existe una necesidad imperiosa de recuperar mercados, contar con plantas certificadas que den garantías de sanidad para reponer con confianza y seguridad, a la vez que el Estado y sus agencias velen por la calidad, la idoneidad de las variedades.
¿En materia de carozos nos destacamos con la cereza, pero que pasa con otras especies?
Nos estamos destacando en la cereza, en los últimos 20 años ha tenido una curva de plantación y de venta explosiva. El ser Chile el mayor productor de cerezas del mundo demuestra que tenemos un cultivo muy expectante, muy particular, muy consolidado. Es tanto, así que la tecnología lo ha permitido, ofrecer cerezas al mundo desde el 13 de octubre, en el Año Nuevo Chino, cosechar en diciembre y terminar a medidos de enero, demuestra como se mueve este mercado.
Y ese es el rango de venta de una fruta con un precio muy atractivo para el para el productor chileno.
¿Y qué pasa con la ciruela?
Buena expectativa da el poder enviar la ciruela no solo para deshidratar sino como fruta fresca al Lejano Oriente, esto le cambia el precio en el valor de venta lo cual para el productor chileno le puede resultar muy interesante.
¿En el caso de los nectarinos ?
Algunas variedades de nectarinos que están teniendo buenos precios en diferentes mercados. Y el Lejano Oriente para fruta de pulpa blanca que lleguen buenas condiciones a destino, pasa a ser bastante atractivo.
¿Qué características son consideradas atractivas en las diferentes variedades de nectarines?
Si una variedad tiene pulpa blanca, no tiene coloración roja en la pulpa adherida, inmediatamente afirmada en el carozo. Si tiene buena condición de llegada, con buen nivel de azúcar, llega firme sin pardeamientos, sin alteraciones a lo largo de la temporada de cosecha, que se extiende de noviembre hasta mediados de marzo, es una buena señal para estas frutas.
Nosotros tenemos muchas posibilidades de variedades, hay muchas variedades desarrolladas por la Universidad de Chile que tienen una buena presencia en el mercado internacional. Aprovecho de felicitar a Rodrigo Infante, quien ha sido el pionero en el mejoramiento genético en Chile, consiguiendo variedades de mucha prestancia, de muy buena condición.
Actualmente los mejoradores ofrecen variedades de forma muy limitada. Tú no puedes plantar de la mejor variedad del mundo, todo lo que quieras, porque hay que pagar Royalty, pagar derechos y las empresas muchas veces proponen una superficie predeterminada para plantar, señalando queremos que se produzca 50 hectáreas o 100 hectáreas, y no van a producir más.
¿Usted nombra mucho al Lejano Oriente como mercado pero que pasa con Norteamérica?
El tema de las variedades es muy dinámico y en el caso de los mercados en su mayoría hay un deseo de pulpa blanca y firme. Como país deberíamos recuperar espacios en Norteamérica, Canadá, Estados Unidos, México y por supuesto Europa, vamos a tener que tener variedades que esos consumidores les agrade para tener un negocio competitivo.
¿Qué características reclaman los consumidores?
Bueno, todos los consumidores de fruta están cada día elevando más las exigencias. Y cuáles son las características que se le pide a una fruta que sea dulce, pero que tenga tonos de acidez para que sea un sabor equilibrado, con una pulpa firme, sin manchas en piel, uno primero compra la fruta por la vista y después la pruebo, ahí adquiere relevancia el sabor y el aroma. Y si es así el consumidor está dispuesto a pagar por esa fruta.
Por eso la calidad es importante, ya que nuestra fruta debe viajar varios días en barco. Quizás vale la pena decir que hace 25 años el durazno y el nectarino estaban en mucho mejor posición. Pero algunas situaciones sanitarias nos han complicado y algunas características genéticas de la fruta, tenían mucha propensión a desórdenes fisiológicos.
Qué quiere decir esto, que el productor cosechaba un durazno o un nectarino en una excelente condición pero durante el viaje no se apreciaba nada, sin embargo al llegar al anaquel de destino en Europa, Estados Unidos, Canadá, esos dos o tres días desarrollaban estos problemas que iban escondidos en la fruta, pardeamiento interno y harinosidad, los chilenos algo agarramos de eso cuando vamos a un supermercado y partimos un durazno y está un poquito café adentro o está seco y harinoso, la textura a sabor de boca harinosa, no jugosa, tú aprietas y en vez de que salga jugo harinoso.
¿ Y se ha estado trabajando en esto, en la reducción de los desórdenes fisiológicos?
Afortunadamente el mundo en los últimos 20 años se ha estado trabajando para evitar esto y nuevamente gracias al mejoramiento genético chileno se comenzó a saltar esta valla. En Chile había muchas variedades que tuvimos mucho tiempo muy buenas, producían muy bien, le daba muchos kilos al productor, se veían muy bonitas en la caja una vez cosechada, pero vendimos también este desorden fisiológicos y nos desprestigiamos.
En este sentido la tecnología ayuda a tener mejoras para solucionar esto en el duraznero y en el nectarín.
¿La superficie plantada de estas frutas, durazno y nectarino también ha disminuido, cuál es su opinión?
Teníamos en una época algo así como veinticinco mil hectáreas entre durazno y nectarinos, donde teníamos los duraznos conserveros los duraznos de mesa, alrededor de 25 mil hectáreas hoy, es menos. Y esto es por lo que hablamos anteriormente el negocio de la venta de fruta fresca del nectarino y durazno se vio afectada desde unos 18 años atrás, a diferencia de la ciruela y la cereza que están a otro nivel, uno mejor.
¿Qué es lo que tiene que hacer Chile para consolidar el negocio de los carozos?
En mi opinión un punto crucial es que los viveros vendan plantas sanas, pero no basta con que sean sanas tienen que ser certificadamente sanas. En todo el mundo desarrollado existen las plantas certificadas, donde se comprueba que proviene de un vivero está libre de virus, esto es fundamental. En términos de cómo el agricultor maneja el huerto de nectarinos por ejemplo, el tonelaje dependerá de la variedad y sus características, en este sentido estamos en buen pie, en Chile sabemos trabajar los huertos para que entren rápidamente en producción huertos con alta densidad huertos, sin embargo están más mecanizados y en otros se sigue dependiendo de mucha mano de obra.
El estándar de producción bastante aceptable. Por último hay que mantener la bandera de la producción de variedades chilenas, debemos mantener una dinámica de acción del mejoramiento genético para dar satisfacción a los requerimientos cada vez más deseable de los consumidores, en tamaño, forma, color sabor, aroma, condición como su capacidad de guarda en frigorífico, de manipulación y buen comportamiento en escaparate.
¿Cuáles son los desafíos en el fondo para los productores también en materia de post cosecha?
Junto con la calidad genética el manejo determina cómo va a llegar la fruta a cosecharse. En Chile esto es bastante aceptable, pero como muchos lugares estamos con riesgo ante los cambios del medio ambiente, lo cual expone a las plantas a muchas complicaciones, por ejemplo en el calibre. Si no tengo la suficiente agua para regar y agua de calidad voy a tener problemas que enfrentar, al igual debido al aumento de las temperaturas, lo cual genera aflicción térmica o estrés térmico.
Hay desafíos, pero las tecnologías están. Cuando aplicamos las tecnologías es cuando el retorno del precio del producto lo paga. Tú sabes que hoy día a las cerezas le ponen techo, las sacuden, las barren, esto podría ser para el nectarino, el duraznero, pero primero hay que tener primero un buen precio para jugársela por la aplicación de la completa tecnología y hoy ese precio no se está justificando.
La época de gloria fue a fines de los setenta principios de los 80 en que cualquier durazno chileno valía mucho en el extranjero. Hasta que el de extranjero empezó a rechazar la calidad por temas fisiológicos. Estábamos empezando a entender los desórdenes y nos aparecen estos virus que nos afectó seriamente y los compradores van cerrando las fronteras. Hay que tratar de tener una planta certificada libre de virus que nos asegura que los primeros años no se enferme.
... y el monitoreo o fiscalización de esto cómo podría ser?
Si se tiene una política a nivel regional de monitoreo para evitar que una planta con virus esté contaminando sus alrededores sería ideal. Es una condición un requerimiento urgente o no vamos a salir del pantano en que estamos.
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¿En cuánto a los ingresos de carozos a nuevos mercados que nos puede señalar, cómo ve este negocio para ser sustentable?
Por ejemplo Chile manda carozos nectarinos hace quince años y esto no ha sido fácil, debió existir desde hace muchos años un intercambio de negociaciones para poder consolidar la entrada de fruta chilena a China. Como ellos quieren tanto la cereza la dejan entrar toda, más del 90% de las cereza chilena va toda a China, pero le ponen más reparo al durazno y el nectarino, principalmente a este último, afortunadamente ahora surge un acuerdo en que los carozos chilenos podrán exportarse sin ningún inconveniente a China.
Hay que ver los negocios de manera integral y en cualquier fruta que se exporta. Si yo tengo un buen negocio como el caso hoy día de la cereza, es fundamental pensar qué va a pasar en cinco años más. Hoy en cinco años más puede ser que las variedades estrellas ya no lo sean o no gusten, y dónde están las reposiciones o qué le gustará al consumidores, entonces qué estamos haciendo nosotros por evaluar esas reposiciones, no para mañana, sino que para cinco u ocho años más.
Eso no se hizo en el durazno y en el nectarino en la década de fines de los noventa y en eso los viveros tienen esa gran responsabilidad de nutrir con la cantidad que se requiere para reponer y renovar. Sin embargo, el Estado de Chile y sus agencias que tienen que velar por la calidad, la idoneidad de la variedad, el cumplimiento de los compromisos internacionales para no tener trastornos. Los viveros tienen que colaborar en la inspección y llegar a escalar al Estado para lograr la certificación de sus plantas de buena calidad.
Hoy día la relación que tenemos con México o sea, empresas mexicanas, que están trabajando nuestro durazno conservero es buena, ellos son grandes consumidores y nosotros somos bastante buenos productores, por eso es necesario no solo consolidar la industria frutícola, sino la agroindustria para tener un producto que cumpla con estándares de seguridad alimentaria, condiciones adecuadas calidad de tal manera de recuperar la presencia que tuvimos décadas pasadas con estos carozos.
¿Cómo la temporada para los duraznos y nectarines?
En mi opinión vamos a tener una muy buena cosecha de cerezas, pero también vamos a tener una muy buena cosecha de duraznos y nectarines. En cuanto al conservero en la medida en que el comercio internacional tenga buenos precios para ellos, podremos ser un excelente proveedor de conservas y de gran calidad. Y las variedades con buenos resultados, en chilenas están Andesnec 1, Andesnec 2 y Andesnec 3, y otras como Perl Giant, Giant Perl, INIA, Isi white, white, Cansy.
Lo relevantes es que hay que llevar las plantas a su chequeo tal como las personas, muchas veces no hay suficientes laboratorios y el productor desiste, pero hay que romper este círculo vicioso.
Hay que recuperar lo que fue Norteamérica, México, Estados Unidos, Canadá y por supuesto Europa, que son importantes compradores de fruta chilena (España, Italia, Francia). En una época íbamos a ser grandes exportadores de pulpa de durazno conservero a Rusia, hoy estamos obnubilados con China y Dios quiera que en las próximas décadas siga siendo lo mismo con este país asiático.
Muchas veces no tenemos fuerza o la suficiente presencia haciendo lobby para mantener mercados abiertos como Europa y Norteamérica. Y en la medida en que Sudamérica sea competitiva también va a ser consumidora de frutas chilenas, porque los duraznos se dan no es que yo sea chovinista, pero son los mejores. Está también el mercado de Brasil, Centroamerica, que no hay que perder de vista etc.,
Datos de la temporada 2022-2023 a tener en cuenta
Durante la temporada de exportaciones de carozos chilenos 2022-2023 hubo una caída en el volumen total exportado de 11%, lo que se contrastó con un crecimiento de 19% en el valor movilizado FOB en relación a la temporada pasada (2021-2022), llegando a los USD 409 millones. Este resultado es el mayor obtenido por los carozos chilenos en el último tiempo, superando en 14% lo registrado la temporada 2020-2021, según datos de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex),
El descrecimiento de 11% que significó pasar de 271.000 (2021-2022) a 242.000 toneladas, influido por la disminución de 19% en ciruelas japonesas, pasando de 98.000 toneladas la temporada anterior a 79.000 toneladas.
Los nectarines si bien se contrajeron en 5%, pasando de 85.000 a 81.000 toneladas, fue la segunda mayor temporada en volumen de la historia de esta fruta.
Los envíos de ciruelas europeas cerraron con un volumen 3% menor, pero muy similar al de temporada pasada, llegando a 58.000 toneladas en comparación a las 60.000 de la campaña pasada. Un ejercicio exportador 2022-2023 que, nuevamente, tuvo un fuerte foco en China, donde llegaron el 99% de los envíos de estas especies.
Las exportaciones de duraznos mostraron una tendencia a la baja, cifrando casi las 23.000 toneladas, con 15% menos que la temporada pasada (27.000 T).