Perú en guerra contra el chanchito blanco
Hay países que tienen tolerancia cero, respecto al chanchito blanco en la uva de mesa. ¿Cómo cuáles? Corea, Nueva Zelanda, Colombia e India. Es decir, si encuentran un solo chanchito o cochinilla en algún contenedor, rechazan ese contenedor. El fenómeno El Niño ha hecho que se experimente una suerte de primavera constante en la costa peruana durante este año y las temperaturas subirán más, ahora que se viene el verano, lo que complicará aún más la situación en relación a esta plaga. Mónica Narrea, entomóloga de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y asesora de empresas agroexportadoras lo confirma: “Lógicamente, las altas temperaturas favorecen el ciclo biológico de esta plaga; se acorta el ciclo y tenemos más chanchos por hectárea”.
Rafael Ibarguren, gerente general de Agrícola Don Ricardo y líder de la agroindustria en el Perú, subraya el carácter cuarentenario de la plaga, así como el hecho de estar diseminada a lo largo de la costa. “El chanchito blanco nos causa muchísimo perjuicio económico. Algunos países tienen una tolerancia que fluctúa entre el 2% y 4% respecto a la cantidad de este insecto en los envíos, pero hay otros donde la tolerancia es cero. El caso más especial es Corea, un mercado muy interesante para la uva de mesa peruana. El gran problema es que la autoridad sanitaria de ese país hace la inspección en el origen, una vez que la carga está terminada y etiquetada, lista para ser embarcada; ellos son muy meticulosos, y si encuentran un solo chanchito, la carga es rechazada y tiene que ser destinada a otros países que no apliquen la cero tolerancia; hay que volver a etiquetar, empacar, en algunos casos cambiar de cajas, etc. El daño económico es enorme”, advierte Ibarguren.
En la campaña 2020-2021, solo el 44% de los envíos de uva de mesa a Corea de Agrícola Don Ricardo fueron aprobados, “perdimos más de la mitad de embarques”, precisa Rafael. “En la campaña 2021-2022, mejoramos nuestros controles y manejos en el campo, y esa vez el 80% de nuestros contenedores fueron aprobados en Corea; en la última campaña hemos alcanzado el 90% de contenedores aprobados en ese país, lo cual es muy bueno, por supuesto. Pero no podemos bajar la guardia”.
La entomóloga Mónica Narrea, es probablemente la que más sabe de cochinilla en el Perú. Ella dice que no solo es la plaga número uno de la uva, sino que también ahora lo es del arándano, granado, caqui y de los cítricos. Pero, ¿por qué ha aumentando el chanchito blanco en el Perú? Una de las respuestas tiene que ver con el arándano. Mónica lo explica: “La arquitectura del arándano se presta para esta plaga; tiene un montón de brotes, es una planta de un metro y medio, más o menos, con muchos tallos, y de alta densidad; estamos hablando de 5000 o 10,000 plantas por hectárea, mientras que en la uva la densidad es de 1,600 plantas por hectárea. Todas estas condiciones han hecho que el arándano se convierta en una suerte de corredor para el chanchito blanco; al chanchito le gusta mucho el arándano, lo consideran un buen hospedero, les gusta su fruta, los brix, se benefician de la alta densidad”.
Tanto en Ica como en Piura
Otro factor que incide a favor de esta plaga, tiene que ver con las pésimas maquinarias de aplicación que hay en los campos, según Mónica. “No tienen presión, no llegan bien al centro, mojar las plantas no significa controlarlas… Cuando yo voy a los fundos a asesorar respecto al Programa de Manejo Integrado de Plagas, me aseguro de que las máquinas estén calibradas, de qué funcionen bien; una mala aplicación no sirve para nada, por gusto se gasta la plata”, dice la entomóloga.
El chanchito blanco se reproduce en zonas calientes, como en Piura, donde hoy no hay temperaturas mínimas, es el clima perfecto para esta plaga. Pero, como dice Rafael Ibarguren, en Ica, donde opera Agrícola Don Ricardo, no es el paraíso. “En Ica también hay una infestación importante. Para nosotros es fundamental complementar las aplicaciones químicas con el control biológico; nosotros tenemos un laboratorio donde producimos entomopatógenos para combatir al chanchito blanco. Como nosotros, muchas empresas están mejorando en el control del chanchito, utilizando tecnologías como el GPS para poder mapear los campos e identificar las plantas afectadas. El trabajo que hace el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) con las agroexportadoras es fundamental. No podemos bajar la guardia; estamos ante una plaga endémica que no va a ser posible erradicar; tenemos que hacer un frente común entre todos, porque no se trata de la uva de tal o cual empresa, sino de la uva peruana”, dice Ibarguren.
Mónica advierte que los mercados europeos han prohibido algunos agroquímicos, por diversos motivos, como el hecho de que afectan a las abejas o hasta los mismos seres humanos. Dice: “Podemos utilizar algunos productos, pero la plaga ha generado resistencia a algunos de ellos, no controlan bien, y a veces hay que aplicar mucha más cantidad, hay que ser muy estratégico al aplicar los productos; podríamos utilizar un piriproxifen, que es la última molécula que he desarrollado, que he investigado, que he evaluado”.
Hay una herramienta que habría que tomar en cuenta: las feromonas sexuales (la feromona de interrupción no está funcionando). ¿De qué se trata? Mónica responde: “Los científicos hemos sintetizado el olor de una cochinilla hembra para contenerlo dentro de una trampa pegante; los machos van hacia la trampa atraídos por el olor y mueren; se necesitan unas 15 feromonas por hectárea, muchas empresas grandes me han agradecido cuando les he recomendado esta trampa, se puede llegar bien a los mercados si se utiliza bien. Otra herramienta que mencionaría son los extractos. Es bueno aplicar extractos de canela, cítricos, ajo o piretrina, funcionan muy bien, incluso sirven para controlar enfermedades como oídium, botrytis o pudrición ácida, y eso significa ahorro para las empresas. A veces, en los fundos, dicen que hay que aplicar extractos en la fruta para sacar el chancho; y yo siempre les digo que la aplicación se tiene que hacer en el tronco, en los brazos para evitar que suba a la fruta, en el momento oportuno; porque los chanchos que ya subieron a la fruta no los saca nadie, ni San Pedro”.