Concientizar a las comunidades sobre el valor de nuestros bosques
Por: Katia Aguilar Chávez, Gerente de Proyectos Técnicos e Inocuidad en la Asociación de Productores Empacadores y Exportadores de Aguacate de México (APEAM).
La prolongación del ciclo de producción del agua es una de las funciones más valiosas que tienen los bosques, al impedir el rápido escurrimiento de la lluvia y propiciar su infiltración en la tierra para alimentar los mantos acuíferos, por lo que su preservación es clave para nuestro futuro.
Generar una conciencia ambiental a partir del entendimiento del papel que juegan los árboles al captar el agua, para el mantenimiento de la vida en nuestro planeta, es uno de los principales logros del Programa de Conservación y Reforestación (PR) de la Asociación de Productores Empacadores y Exportadores de Aguacate de México (APEAM) en la que colaboro como actual responsable del mismo, el cual hemos puesto en marcha desde el 2011 en las zonas de cultivo de aguacate en el estado de Michoacán.
Mi responsabilidad es dar soporte a los proyectos de nuestra organización, como los de reforestación, inocuidad, calidad del aguacate, uso responsable de plaguicidas en los huertos, entre otros. Tengo once años trabajando en la APEAM y nueve al frente de áreas estratégicas en las que, de la mano de mi equipo, alcanzamos los objetivos que nos planteamos.
En un inicio no fue fácil desempeñarme con seguridad en un mundo masculino de productores, empacadores e ingenieros, pues desconfiaban de que una mujer los dirigiera, pero demostré mi conocimiento y lo logré. Hoy estoy orgullosa de ello. Creo que las mujeres complementamos con nuestra visión la perspectiva de los hombres, pues no se trata de competir, sino de trabajar en conjunto para lograr un equilibrio.
APEAM Reforesta consiste en la producción de especies de pinos nativos de las localidades aguacateras, el mapeo de zonas prioritarias para sembrarlos, el lanzamiento de la convocatoria (en la cual pueden participar ejidos, comunidades, ayuntamientos, productores, empacadores e incluso particulares), la asignación de las donaciones, la validación de la entrega y siembra, y la evaluación del desempeño de los árboles sembrados. Hasta ahora, la sobrevivencia de los mismos está entre el 85 y el 87 por ciento, esto significa que lo estamos haciendo bien.
Participar en la transformación del programa desde 2019 ha sido muy satisfactorio, pues de iniciar solo con acciones de producción, siembra y cuidado de pinos en áreas estratégicas para la preservación de bosques, se extendió a la creación de brigadas forestales, planes de prevención de incendios, elaboración de mapas de calor y el involucramiento de las comunidades. Propusimos las mejoras en función de las tendencias medioambientales de la industria aguacatera.
Los objetivos del Programa se dividen en tres ámbitos: el técnico (relacionado con tácticas para la conservación, restauración y mantenimiento de bosques); el social (involucramiento de productores y empacadores en las acciones para recuperar ecosistemas y crearles una conciencia ambiental) y el sustentable (integrar a las comunidades dueñas de los huertos en el cuidado de los bosques para que se sigan beneficiando de ellos).
Para alcanzar dichas metas, en la APEAM enfrentamos importantes retos, como la verificación de que la reforestación en verdad se realiza en las zonas donde se entregan los árboles y que sea el total de los que se donaron, que en la última temporada fueron 560 mil. Otro más es que la producción de los mismos sea más sustentable (usar "tubetes" reusables en lugar de bolsas para evitar la contaminación con estas) y por último, conseguir certificaciones nacionales o internacionales que nos ayuden a dimensionar el impacto del programa en la zona aguacatera.
Como siguiente paso en la evolución del Programa, contemplamos establecer parámetros específicos para su cobertura, en función de las áreas en donde está logrando más resultados para ampliar su impacto ahí mismo. Pretendemos abarcar todo el ciclo que conlleva el cuidado de cada área reforestada.
El mayor aprendizaje que me ha dejado este programa es el conocimiento que han adquirido las comunidades sobre el cuidado de los bosques a través de generaciones y la forma en que los valoran como herencia de sus antepasados ejidatarios. Nos enorgullece ayudar y guiar a las personas en el cuidado de las plantas, así como ver el compromiso que adquieren con el bosque.
Lo que más me motiva a buscar mejoras ambientales en la zona aguacatera es la necesidad de dejar un mundo mejor para los hijos y nietos de las familias de nuestras comunidades aguacateras, y para los míos también. Me inspiran mucho los rostros maravillados de los niños cuando entienden que los árboles "jalan agua" para su hogar y los resguardan del sol. Me satisface sembrar en ellos la semilla de la responsabilidad que tenemos con el medio ambiente.
Hoy en día no es suficiente que las organizaciones de esta industria cuenten con programas ambientales aislados, es necesario generar alianzas entre todas, junto con el gobierno y la sociedad, para lograr la restauración de grandes zonas de bosque, hacer trabajo en equipo. Para lograr ese objetivo, a nivel personal recomiendo a la población que no se pierda en sus actividades diarias, que se mantenga consciente de las bondades que nos da la naturaleza para nuestra vida y que nos hagamos responsables de cuidar los recursos que nos brindan los bosques.