El mercado mundial de la uva se encuentra actualmente en medio de transformaciones sustanciales, provocadas principalmente por una serie de acontecimientos climáticos imprevistos que se han desencadenado en las principales regiones productoras de uva.
California se enfrenta a una caída del 50% en el rendimiento de su cosecha de uva. Esta reducción de la producción puede atribuirse a una confluencia de factores, como olas de calor, incendios incontrolados y los efectos de la tormenta tropical Hillary.
Chile, en cambio, parece haber capeado relativamente bien el temporal, y su cosecha de uva se mantiene sana a pesar de algunas lluvias. Se trata de una noticia positiva para el mercado, ya que Chile desempeña un papel importante en las exportaciones mundiales de uva. Sin embargo, dada la continua volatilidad de los patrones climáticos, es crucial seguir de cerca la situación.
El norte de Perú, otro actor vital en el mercado mundial de la uva, se enfrenta a contratiempos con una caída del 20-25% en el rendimiento de la cosecha. La climatología adversa de principios de temporada, con lluvias torrenciales e inundaciones, ha creado condiciones desfavorables para la producción de uva. Esto ha provocado una disminución del volumen y problemas con el mildiu, afectando a la calidad de los globos dulces y tensando la cadena de suministro de uva.
La creciente frecuencia de los fenómenos de El Niño y La Niña está afectando innegablemente a la producción mundial de uva, al introducir imprevisibilidad en las condiciones de cultivo. Esto dificulta a productores y clientes la predicción precisa de los rendimientos, lo que se traduce en una demanda muy superior a la oferta.
