La industria bananera ecuatoriana eleva la responsabilidad social y la sostenibilidad

La Asociación de Exportadores de Banano de Ecuador celebró recientemente la 20ª Convención Banana Time en Guayaquil (Ecuador), que reunió a todos los actores de la cadena de suministro del banano en una feria comercial y un programa de conferencias.

Las actividades en torno a la convención también mostraron los avances de la industria en materia de responsabilidad social y sostenibilidad.

La inversión en producción orgánica está aumentando en la zona del Guayas, que ahora cuenta con 3.000 hectareas de producción orgánica de banano. En esta región, Fyffes opera una finca de 380 acres en San Jorge, que produce banano orgánico Fairtrade y mantiene a 120 trabajadores. "Esta zona es beneficiosa para los productos orgánicos porque es más árida y menos húmeda", dijo Leslie Medina, gerente general de producción de banano de Fyffe.

El sistema de producción bananera de Fyffes en San Jorge está diseñado para ser sostenible. "Por ejemplo, el 100% de nuestra energía procede de fuentes renovables y los grandes árboles de la finca forman parte del corredor biológico de la región de Tumbes", explica Medina. "Los plátanos son muy sostenibles. Sólo el 19% de la biomasa se exporta fuera de la explotación. El resto se queda en la finca y se composta o recicla".

En la región de Machala, el productor Hacienda Nueva Pubenza se esfuerza por preservar y beneficiar el medio ambiente, así como a su comunidad y sus trabajadores. La explotación incorpora medidas sostenibles en toda su tierra, preservando árboles y abejas autóctonos y atrayendo a especies de aves raras anteriores.

El campo ofrece programas de educación nutricional y alfabetización de adultos, así como vacunaciones para los trabajadores y sus familias.

"Hasta el 70% del agua utilizada para el riego se recicla", afirma Marcel Laniado, gerente. "Esperamos que algún día la producción de plátanos se combine con la silvicultura y la apicultura. Esto es muy importante para la sostenibilidad de la tierra".

La huerta, construida por el abuelo de Laniado en los años 50, cuenta con personal médico a tiempo completo para los trabajadores y sus familias. "También somos muy activos en programas de nutrición, fluoración y vacunación", dice Laniado. "Y gestionamos un programa de alfabetización de adultos".

En 1982, un grupo de bananeros visionarios de la región de Machala creó PROBANAEXPOR C. LTDA para potenciar la consecución de objetivos comunes. En 2009, esa empresa dio a luz a la Asociación de Agricultores Bananeros del Litoral (ASOAGRIBAL) para promover temas de desarrollo social y conservación del medio ambiente. Uno de los rendimientos de ellos es el Hospital Esperanza. El hospital fue iniciativa y es obra de la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Machala, quien busco la empresa privada para el apoyo. “Asoagribal y Probanaexpor, colaboran con esta obra social desde 2003, cuyo beneficio es para toda la comunidad incluyendo a familiares de los trabajadores agrícolas,” explica Susana Astudillo, directora administrativa del Hospital Esperanza. "Contribuimos significativamente a la salud de la comunidad”.

El productor y exportador Jasafrut, también de la zona de Machala, tiene un largo historial de participación en programas de sostenibilidad y responsabilidad social a través de su fundación EQUAPAK. La empresa es líder en promoción y empoderamiento de la mujer e igualdad en la mano de obra.

"La explotación fomenta activamente la promoción de la mujer en la alta dirección, imparte talleres sobre autoestima y asesoramiento psicológico, mantiene la representación de la mano de obra mediante un sistema de comité de trabajadores electos y pone en marcha diversas oportunidades de formación sobre igualdad de género, discriminación, violencia y seguridad", afirma Paola Cabrera Romero, responsable de certificaciones y seguridad.

En la región productora de Los Ríos, el productor-exportador Reybanpac apoya a su comunidad local a través de la Fundación Wong, que imparte educación para el desarrollo rural desde 1993. A lo largo de los años, la Escuela Wong ha ofrecido a jóvenes y adultos acceso a una enseñanza de alta calidad en su comunidad. Actualmente, 900 personas se benefician de los programas educativos.

Ricardo Romero, director de la Fundación Wong, explica que en 2011 la escuela Wong, con Reybanpac y el Ministerio de Educación de Ecuador implementaron una carrera técnica de producción para trabajadores agrícolas y los graduados de la Fundación Wong adquirieron conocimientos agrícolas, ampliando así las oportunidades laborales.

"Estamos evolucionando para ser una escuela secundaria técnica", dice. "Las parcelas de producción alrededor de la escuela permiten un aprendizaje práctico. Los graduados del programa ya han tenido éxito con el empleo y la promoción laboral en los campos."