Soluciones postcosecha para cerezas ante los efectos de una primavera inestable
Por Pace International
Si bien gran parte la calidad de un fruto y las posibilidades de que este llegue a un mercado distante, se explican por factores de pre-cosecha como el clima, equilibrio mineral y la presencia de inóculo de patógenos, la postcosecha toma un protagonismo mayor en temporadas complejas como la actual y actuar con anticipación es la clave de una venta exitosa.
Para conocer los puntos críticos a considerar en la presente campaña de cerezas, Héctor Garcia, co-fundador y Gerente General de Laboratorios Diagnofruit y Juan Carlos Labarca, Asesor Técnico Comercial de Pace International, la división postcosecha de Sumitomo Chemical, nos entregan algunas recomendaciones.
El clima y los patógenos
Las regiones de O’Higgins y el Maule son consideradas las zonas con más alta producción de cerezas en Chile. No obstante, la irregularidad en las temperaturas y las sorpresivas lluvias han dado como resultado un proceso fenológico heterogéneo intra y entre plantas.
Esto, en opinión de Héctor García, puede traducirse en que en una planta se puede observar varios estados desde flores hasta frutos con varios milímetros de diámetro.
“De acuerdo con esto, nos podríamos enfrentar a una cosecha con varias edades de fruta, que obviamente tendrán diversa calidad de acuerdo con el momento de formación del fruto; dicha heterogeneidad será la primera piedra que sobrepasar para los equipos técnicos de postcosecha, ya que como sabemos, la segregación de lotes es una de las labores que marcan una exportación exitosa”, comenta Héctor García.
Las primaveras inestables siempre se asocian a una mayor presencia de patógenos, por lo que los monitoreos en campo juegan un rol fundamental.
Frente a esto, el Gerente General de Diagnofruit señala que “a través de qPCR hacemos estos monitoreos y de esta forma podemos tener una visión de cambios en las poblaciones de patógenos recurrentes. Para el caso de las cerezas, en plena flor cuantificamos hongos y bacterias que producen tizón de flores y aprovechamos de observar otros más asociados a pudriciones, para tener una visión muy general de como viene el año”.
Además, agrega que “hemos tenido una primavera húmeda y fría, como las de antes, el resultado ha sido una mayor cantidad de Pseudomonas (con algunos ataques severos) y niveles más bien moderados de hongos como Botrytis y Alternaria, sin observación de grandes problemáticas de ataques en flor. Sin embargo, otros hongos, que las últimas temporadas aparecían en muy baja frecuencia como Geotrichum, han registrado aumentos de hasta 30 veces con respecto al año pasado”.
García comenta que existen al menos 3 escenarios climáticos posibles: Lluvias en primavera temprana que puede afectar la floración (que ya ocurrió o está ocurriendo) lluvias de media y fines de primavera que afectan al fruto en proceso de maduración y en tercer lugar el desarrollo de intensas olas de calor en el periodo estival.
“El peor escenario son las lluvias a mediados y fines de la primavera, ya que las cerezas son muy susceptibles al cracking, lo que por sí solo es un problema de calidad que deja las puertas abiertas a infecciones por diversos hongos”, señala.
Asimismo, las olas de calor pueden afectar la calidad en términos de firmeza y deshidratación del pedicelo, y también “el estrés puede ser llave para que los hongos de madera puedan hacer de las suyas y colonizar plantas sanas”, agrega.
La recomendación por parte de García es tener una estrategia temprana en pre y postcosecha para prevenir los hongos en escenario de fruta con partidura, con especial atención en la aparición del Geotrichum.
“Este es un hongo complejo de controlar, genera la llamada pudrición ácida, es levaduriforme con escasas herramientas químicas de control, que además es capaz de contaminar líneas de embalaje, algo muy común en procesos de carozos, por lo tanto, debemos tener una estrategia para que no se transforme en un problema, que se suma a lo que realizamos para el control de Botrytis, Alternaria y Penicillium”, concluye.
Medidas preventivas en el embalaje
Juan Carlos Labarca, Asesor Técnico Comercial de Pace International, la División Postcosecha de Sumitomo Chemical, señala que la misma preocupación existente hoy en día en el huerto debe ser considerada en el packing.
“Teniendo en cuenta que al día de hoy la exposición de la fruta al agua caída ha ido en aumento, debemos considerar realizar una correcta y acertada segregación de fruta en cuanto a su condición final y su embalaje, donde debemos cuidar la etiqueta y evitar problemas en destino final”.
Para esto, recomienda evaluar la aplicación de fungicida en hidrocooler de forma preventiva para mantener bajo control cualquier expresión de patógenos. Además de considerar efectiva sanitización del medio y limpieza en profundidad.
Por último, señala que bajo estas condiciones de predispoción a partiduras debemos evaluar aplicaciones de calcio en hidrocooler para cambiar el potencial osmótico de la solución y así evitar una mayor absorción de agua hacia el interior del fruto.
Adicionalmente, señala que hay que manejar los tiempos de hidroenfriado y temperatura en cultivares más susceptibles a partiduras o en huertos de mayor exposición a las precipitaciones.
“Se debe realizar previamente un test de partiduras que permita tomar decisiones con los tiempos de exposición en hidrocooler (Lotes más susceptibles). Además de realizar cambios de agua, limpieza y sanitización efectiva diaria de pozos de hidrocooler, vaciado y cortapedicelos”, dice Labarca.
Para evitar desviaciones hacia el descarte de fruta por los sistemas de clasificación, recomienda hacer una limpieza diaria y constante en la zona del Electronic Sorter, “con esto mantenemos bien ajustado el programa y evitamos desviaciones”.
Otro punto importante a considerar en el proceso de embalaje, es realizar extensiones del pozo de fungicida en forma más limitada, no extender como en temporadas normales donde la fruta no está expuesta a mayores patógenos y a heterogeneidad en madurez, señala el experto.
“Manejos en la optimización del fungicida en pozo tratamiento final (Pozo Fungicida), trabajar en forma preventiva para minimizar la formación de espuma, decantación y entrada de aire al sistema, con esto aseguramos mayor eficiencia en el posicionamiento del activo sobre la fruta”, agrega.
Para esta temporada, recomienda mantener una residualidad química de fludioxonil mayor a 1 ppm en todos los tratamientos. También considerar la aplicación de un segundo activo como Tebuconazol para aumentar el espectro de control hacia otros patógenos.
Asimismo, “manejar contramuestras de cada lote que permitan monitorear el comportamiento o la expresión de patógenos o partiduras - fisuras en la fruta frente a posibles reclamos en destino”.
Labarca concluye con que hay que mantener manejos de frio con mayor exactitud en cuanto a temperaturas de recepción de fruta, proceso de packing, prefrio, mantención de producto terminado y de despacho a puerto.
El trabajo integral y complementario que realiza Pace International, junto al Laboratorio Diagnofruit, permite a los productores y exportadores de cerezas tomar todas las precauciones necesarias para evitar sorpresas en esta nueva campaña y minimizar los riesgos de reclamos en los mercados de destino.