El arado de discos son implementos de labranza primaria de masiva utilización para realizar la rotura inicial del suelo (Figura 1). Su trabajo es similar al de los arados de vertedera: cortan, invierten y mullen el terreno a profundidades superiores a 15 cm.
Están formados por una serie de discos cóncavos, montados individualmente, soportados por un armazón o “chasis”, que giran sobre un eje que pasa por su polo o centro. Generalmente, tienen de uno a siete discos, que cortan de 18 a 30 cm de ancho cada uno.
El uso del arado de discos, al igual que el de vertederas, ha estado ligado de manera inseparable al control de las malezas y a la incorporación de rastrojos. No obstante, su utilidad en ese sentido y en la preparación de la cama de siembra, ha sido cuestionado por su incidencia en los procesos que favorecen la erosión del suelo, principalmente en los terrenos con pendientes.
Figura 1. Arado de discos equipo para la labor de aradura ampliamente utilizado en Chile.
El arado de discos tiene un gran impacto sobre la degradación del suelo, ya que, al invertirlo, afecta su estructura y con ello sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Este implemento, al invertir el suelo lo deja descubierto en su superficie, desnudo y sin rastrojos del cultivo anterior, por lo cual, se favorece el impacto directo de las aguas lluvias sobre el mismo, y con ello, la escorrentía superficial y los procesos erosivos.
Además, una serie de investigaciones ha demostrado que la compactación producida por el tractor y sus implementos, después de varias operaciones de laboreo, afecta las propiedades físicas de los suelos, principalmente en la porosidad de estos, que incide en la aireación, infiltración y movimiento del agua, como en el crecimiento y desarrollo de las raíces, por lo cual, incide de forma negativa en la producción de los cultivos. La compactación originada por arados de discos, se ocasiona por araduras repetidas a una misma profundidad y por el paso de las ruedas del tractor al interior del surco labrado en la pasada anterior. La situación se agrava si el contenido de humedad del suelo es alto.
No obstante, una gran cantidad de agricultores sigue utilizando el sistema de laboreo tradicional, es decir, rompe e invierte el suelo con equipos como el arado de discos, debido, entre otras razones, a costumbres fuertemente arraigadas o desconocimiento de tecnologías conservacionistas. En consecuencia, es fundamental que el agricultor y técnicos conozcan cómo hacer más eficiente su utilización, para reducir y controlar los problemas que involucra.
Es común utilizar el arado de discos de enganche integral hidráulico, acoplado a los tres puntos al tractor y sostenido por éste durante el transporte.
El implemento corta el suelo y los rastrojos, invirtiéndolos y mezclándolos. El arado de discos, a diferencia al de vertedera, durante la labor de aradura no origina succión alguna en el suelo, por lo tanto, para conseguir la profundidad de suelo deseada, se requiere un ajuste del ángulo de “ataque” del disco y un abundante peso del armazón o estructura del arado (generalmente de 150 a 500 kg por disco). Los discos deben operarse a una velocidad uniforme y bastante lenta para conseguir la mejor acción y ancho del corte. Altas velocidades de trabajo provocan una tendencia a arrojar tierra en forma irregular y a reducir la profundidad, además de desnivelar la superficie del terreno.
Debido a que el arado de discos penetra por peso, la estructura de soporte es de mayor rigidez y masa que lo observado en otros equipos de labranza. Discos Unidades que realizan la inversión del suelo, presentan alternativas en cuanto a concavidad y diámetros. Son de uso común los de 28 a 30 pulgadas de diámetro.
Aunque escasamente utilizado por los operadores, permite limpiar el disco en cada giro y mejora la calidad de la inversión y mullimiento del suelo en situaciones de textura y humedad inapropiadas para la labranza.
También llamada rueda guía o de “cola”, va dispuesta en la parte posterior del arado. Contrarresta o anula los desplazamientos laterales del implemento provocados por la reacción del suelo al ser invertido.
Un excesivo ancho de corte del primer disco produce un mayor esfuerzo en la parte delantera, que tiende a cruzar el arado. El manual del operador, que acompaña al arado, señala la trocha del tractor necesaria para un corte adecuado del primer disco. Los ajustes finos se hacen girando el eje transversal (yuguillo) del arado. Esta acción permite desplazar la parte delantera del implemento hacia el lado izquierdo o derecho.
Es el más común en Chile, por lo cual, el presente documento se refiere particularmente a este tipo de arado. Cada disco gira independientemente, montado sobre su propio eje y unido al chasis por medio de una estructura metálica denominada timón.
Los discos van montados en un eje común, separados entre sí por carretes espaciadores, por lo que el cuerpo entero gira como una sola unidad, en forma similar a las rastras de discos.
- A diferencia del arado de vertedera, un terreno con presencia de obstáculos ocultos, como bolones de piedras, restos de raíces de árboles, posee la habilidad de rodar sobre ellos sin sufrir daños o roturas que significan pérdidas de tiempo y dinero.
- En suelos arcillosos y húmedos, donde no se alcanza fácilmente el estado friable, contenido de humedad adecuado para no dañar las propiedades físicas del suelo con la labor de aradura, este implemento realiza una aceptable labor, en la medida que los discos y raspadores se encuentran limpios y regulados.
- Con algunas limitantes, invierte de manera adecuada suelos secos o húmedos en exceso, donde la labor con un arado de vertederas se haría ineficiente.
- Efectúa un adecuado trabajo en superficies con excesos de cubierta vegetal. Para ello se debe aumentar el ángulo de inclinación vertical del disco y la velocidad de trabajo, para lograr una mejor inversión del suelo e incorporación de la cubierta vegetal. Un menor ángulo de inclinación favorecería una mayor intensidad de corte de malezas de reproducción vegetativa.
- Aunque las condiciones de trabajo no sean ideales para el arado de disco, se adapta bien a terrenos sueltos, previamente arados o rastreados, y se comporta mejor que un arado de vertedera. En los suelos de textura franco arenoso a arenoso, es más eficiente que otro tipo de arados.
- Los discos del arado por su gran área de corte, presenta desgastes unitarios. Esto significa, que con ello existirá un menor costo de mantención de los discos, o cambio individual de los que presentan problemas de filo.
- Tiene menos requerimientos de tracción por ancho de corte que otros arados, fundamentalmente porque se reduce el roce entre el disco y el suelo, ya que estos van girando sobre su eje, al momento del corte.
Se consigue modificando la posición de la rueda de timón en sentido vertical. En los arados integrales que utilizan el sistema de acople convencional de tres puntos, la nivelación se realiza variando la longitud del brazo superior (tercer punto).
En los arados integrales, se logra por medio del brazo lateral derecho del sistema de levante hidráulico, que se sube o baja, modificando la longitud de su soporte.
Tanto la regulación de nivelación longitudinal como transversal tienen por objeto mantener el paralelismo entre el plano formado por los fondos de la unidad de rotura y la superficie del terreno.
Como se señaló anteriormente, la penetración en el suelo cambia de acuerdo con el peso del arado y el ataque de los discos. Por ello, la regulación de profundidad permite disminuir o aumentar las unidades de rotura (discos) en el suelo, sin alterar la nivelación de estas. En los arados integrales, se efectúa por medio del sistema hidráulico, cuya palanca el operador acciona y fija en cualquier posición para bajar o levantar el implemento.
Para un funcionamiento óptimo, el arado debe ser remolcado en línea recta. Todos los discos deben funcionar a la misma profundidad de trabajo y, todas las secciones de los surcos de corte deben tener el mismo ancho de corte.
El ancho de corte del primer disco o disco delantero se determina por el ajuste de la distancia entre los puntos medios de los neumáticos de las ruedas delanteras del tractor (trocha).
El acople del arado tiene previsto un ajuste del ángulo horizontal y vertical de los discos, con el fin de obtener una operación óptima de diferentes condiciones de suelo.
Es el ángulo formado por el eje del giro del disco y la dirección de avance. Normalmente, es de 40° a 45° respecto a la dirección de avance. Al aumentar el ángulo se mejora la penetración.
Ángulo vertical o de inclinación
Generalmente, varía de 15° a 25°. Al aumentarlo, mejora la penetración en los suelos pesados y pegajosos. Al disminuirlo, beneficia el funcionamiento en suelos de textura arenosa. Sin embargo, debe destacarse que la inversión del suelo se ve afectada por la reducción de este ángulo.
El uso del arado de discos debe ir asociado al uso del arado escarificador. Este último debe formar parte de un programa de manejo y preparación de suelos en terrenos cultivados con maíz, donde debe ser utilizado, a lo menos, cada 3 temporadas, complementando el uso del arado de discos en la aradura de inversión para la incorporación de rastrojos de la temporada anterior.
El arado escarificador, por su forma de aradura de tipo vertical no invierte el suelo, pero produce resquebrajamiento y rotura de él en los primeros 30 a 35 cm de profundidad, lo cual impide la formación de “pie de arado” o compactación, que puede llegar a originar el uso del arado de discos. De esa forma favorece la infiltración del agua de riego, y la oxigenación del suelo, elemento importante para facilitar el crecimiento de las raíces de los cultivos a establecer, y la descomposición de los rastrojos del cultivo de maíz del año anterior.
No se recomienda el uso del arado de discos en terrenos con pendientes, porque el tipo de aradura de inversión genera procesos erosivos en los suelos. Lo recomendable es utilizar arados de tipo cincel o escarificador, que realizan aradura de tipo vertical, donde no hay inversión de suelos, permitiendo la presencia de rastrojos sobre la superficie, lo cual reduce problemas de procesos erosivos y, por lo tanto, de degradación de suelos.
No es recomendable evaluar su uso en suelos con alta presencia de malezas de reproducción vegetativa (maicillo, chépica, chufa, entre otros), ya que, los discos de este tipo de arados cortan y multiplican las malezas, permitiendo un aumento en la infestación del campo.
En suelos pedregosos, donde se hace agricultura, el arado más recomendable para la labor de aradura es el arado de discos, por la capacidad de cada disco del arado de rodar sobre las piedras sin sufrir daños y roturas.
En este tipo de arado, tratándose de un implemento de uso integral debe instalarse un contrapeso adecuado en el extremo frontal del tractor, para una mejor estabilidad en el transporte y operación.
Antes de guardar el equipo, al finalizar cada temporada de trabajo, se debe examinar visualmente si existen pernos y tuercas sueltas, piezas rotas y desgastadas, y si los neumáticos están desgastados.
Aplicar una capa de grasa a cada pieza del arado, en especial a los discos, para evitar oxidaciones que dañarían el equipo en el tiempo.
Cultivar espárragos en el huerto puede ser una tarea gratificante. Los espárragos (Asparagus officinalis) son una hortaliza perenne que puede producir durante más de 15 años si se cuida correctamente.
Se denominan sistemas de riegos al conjunto de estructuras y procesos que permiten aplicar agua al suelo, generalmente para proporcionar suficiente hidratación a un cultivo.