El cultivo de cerezos es una actividad agrícola de gran importancia económica en diversas regiones del mundo. Para asegurar una producción óptima y sostenible, es crucial prestar atención a los manejos agronómicos específicos que requiere este cultivo, especialmente durante el período de dormancia y el invierno. En este artículo, exploraremos las estrategias y prácticas clave para la preparación para la dormancia y los manejos invernales de cerezos.
La dormancia es un estado de reposo fisiológico que permite a los cerezos sobrevivir a las condiciones adversas del invierno. Durante este período, el árbol reduce su actividad metabólica y detiene su crecimiento. La dormancia se divide en tres fases: dormancia inducida, dormancia verdadera y dormancia impuesta.
La preparación para la dormancia comienza en el otoño, antes de la llegada del invierno. Durante este tiempo, es esencial realizar las siguientes acciones:
Durante el invierno, es crucial proteger a los cerezos de las heladas y asegurar que cumplan con sus requerimientos de frío para una adecuada brotación en primavera.
A medida que se acerca la primavera, es importante preparar a los cerezos para el despertar de la dormancia y el inicio de la brotación.
La preparación para la dormancia y los manejos invernales de cerezos son aspectos fundamentales en este frutal. Estas prácticas no solo protegen a los árboles durante el invierno, sino que también preparan el escenario para una brotación exitosa y una cosecha abundante en la primavera. Una gestión cuidadosa y proactiva durante estos períodos puede marcar la diferencia en la salud y productividad de los cerezos.
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