Fuertes lluvias azotan el sur de Brasil, perjudicando a los cultivos de soya y maíz. Río Grande del Sur, el segundo mayor productor de soya y el sexto mayor productor estatal de maíz en el país sudamericano, se encuentra en estado de emergencia y es el más afectado por las inundaciones.

Las incesantes precipitaciones son las peores en más de 80 años. Decenas han muerto y casi cien personas han sido desplazadas o han desaparecido por los fuertes vientos y lluvias.

Según la Empresa de Servicio Técnico y Extensión del Estado (Emater), las inundaciones causaron una disminución significativa en los cultivos de maíz y soya. La disminución esperada en el rendimiento del maíz es del 37% y una caída del 15,6% en los cultivos de soya. Emater proyectó una cosecha récord de 22,25 millones de toneladas métricas esta temporada.

Según el informe más reciente de la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB), aproximadamente el 17% del maíz y el 40% de los cultivos de soya en el sur y centro de Brasil aún no habían sido cosechados, lo cual dificulta estimar las pérdidas.

Debido al clima adverso, la agencia de cultivos redujo las proyecciones para la producción de soya y maíz en marzo de 2,6 millones de toneladas métricas a 146,858 millones toneladas métricas. La organización revisará las previsiones nacionales el 14 de mayo.

Antes de las fuertes lluvias, CONAB estimó que la producción de soya en Río Grande del Sur sería de 1,89 millones de toneladas, mientras que Emater pronosticó 22,25 millones de toneladas.

Pérdidas de frutas

Los cultivos de frutas en la región sur y sureste también han sufrido debido a las fuertes lluvias. Petrolina, un municipio en Pernambuco, ha perdido el 30% de sus exportaciones de frutas que incluyen uvas y mangos. Las manzanas en el norte de Brasil ya habían sido cosechadas, lo cual significa que los cultivos no sufrieron daños.

Según Carlo Porro, CEO de Agrícola Famosa, las lluvias han causado grandes pérdidas en la producción de melones, algunas granjas en el norte perdieron de 20% a 35% de la producción. Las granjas de sandías perdieron hasta el 30% de su cosecha debido a las continuas lluvias intensas de 100 mm por día.

Las cosechas de manzanas, uvas y plátanos también podrían verse afectadas debido a las inundaciones y la alta humedad que ya está causando enfermedades en las plantas y podría provocar un aumento en los precios locales.