En la campaña 2024-2025 de uva de mesa en el Perú, Ica ya no va estar tan beneficiada por los precios internacionales en alza y la débil producción de fruta en Piura. “En mi opinión, este va a ser un año de precios normales, tanto para Piura como para Ica”, señala Breno Lacourt, reconocido asesor de uva de mesa en Perú, Portugal y Brasil, a Portalfruticola.com.
Breno es Ingeniero agrónomo de la Universidad de São Paulo (1985) y tiene una especialización en Enología de la Universidad de Borgoña en Francia. “Trabajo en la agroindustria de la uva desde que me gradué”, dice. Empezó asesorando empresas en Brasil y desde 2008 lo hace en Perú, donde trabaja con importantes agroindustriales, normalmente al norte del país, como Agroindustrial Beta, Sociedad Agrícola Saturno, Avo Perú, San Miguel y Fundo Los Paltos, entre otras.
“Sé que quizá sea muy temprano para emitir una opinión respecto a los precios de la uva peruana en esta campaña, pero sería demasiada suerte que falte tanta fruta en el mercado como el año pasado. No nos olvidemos que lo de California fue un problema climático focalizado, eso no va a suceder todos los años. Los precios internacionales no estarán al alza, como lo estuvieron el año pasado”, comenta.
El asesor brasileño señala que, en lo que va de 2024, en el norte peruano ha habido poca influencia de El Niño: “El año empezó con un Niño bajo, moderado, pero prácticamente a partir de la poda de formación ya se estaba desarmando el fenómeno. Ahora estamos frente a un Niño neutral y se cree más bien que a partir de este mes de mayo, será La Niña quien se exprese, un fenómeno inverso al Niño".
Agrega que "hay un 60% de probabilidades de que experimentemos en mayo, junio, julio, La Niña. Las tasas de fertilidad, en los números que ya he podido ver con los clientes, están dentro del normal. Así que se espera una campaña normal en el norte, en Piura, Lambayeque, y también diría que en general”.
Breno explica que Ica, al sur de Lima, tradicionalmente siempre ha sido una zona poco influenciada por el fenómeno de El Niño. “Piura, estando al norte, es la más golpeada, menos en el Bajo Piura, bastante más en el Medio Piura y mucho más en el Alto Piura, cerca de la sierra de los Andes. Normalmente es así y el año pasado no ha sido la excepción".
Especifica que en Perú, cuanto más al sur el parrón se encuentra, menos influencia negativa del fenómeno de El Niño sufre: "Ya hemos visto la pequeña cantidad de cajas que produjo Piura en la campaña pasada. Ica no ha sido influenciada, no tuvo ningún problema climático el año pasado. Yo estuve ahí y la producción estaba normalísima”.
Ica, lejos de las lluvias
Las zonas de más baja latitud, las que están más cerca al Ecuador, son más calurosas y, naturalmente, son más golpeadas por El Niño. La humedad ahí es insidiosa, llueve mucho más y hay mucha más merma productiva.
En ese sentido Breno indica que “más al sur, las zonas son más frías, y ocurre todo lo contrario. Que yo sepa, en Ica no ha llovido ni un solo día. Y si llueve, es poquísimo, menos de 10 mm en un día. Al contrario de Piura, Ica tuvo una producción normal en la campaña pasada, quizá incluso más que los años anteriores, ya los parrones están más adultos, están en edad más productiva. Además Ica ha sido muy beneficiada por la baja producción de California, los precios en alza, han ganado mucha más plata de lo que estaba presupuestado".
Añade que "si queremos seguir comparando, habría que mencionar al Alto Piura; parrones que no estuvieron afectados por problemas de sobre raleo, han sido afectados después de la cosecha, con lluvias de fin de ciclo, ¡eso es mucho peor! Porque, ahí, si el parrón no está cubierto por plástico no hay cómo defenderse, simplemente estás con la fruta madura, la lluvia viene y las ballas se van a partir”.
El experto en uva de mesa advierte que todas las variedades, patentadas o no, son sumamente sensibles a una lluvia de finales de ciclo. “Las dos únicas variedades patentadas que son muy resistentes son dos secundarias: la Arra 15 y la Sugar Crisp. Estas son muy resistentes, pero el área plantada es muy pequeña, no es significativo frente al todo".
Ejemplifica diciendo que la uva más sembrada hoy en Perú, que es la Sweet Globe, es súper sensible a las lluvias de final del ciclo, y eso ha cobrado una merma muy importante en el Alto Piura el año pasado, porque tuvieron lluvias de final del ciclo. "Todas estas otras variedades como Autumn Crisp, la misma Red Globe, o Thompson Seedless…,bueno, la Thompson Seedless… cuando teníamos esa uva en Brasil decíamos que uno no podía pasar al costado y estornudar porque partía las ballas. Es un chiste, pero significa que si llueve 5 mm ya se pierden las ballas, se parten, empiezan a entrar en pudrición. Con una lluvia de 5 mm, se puede perder el 80%, 85% de la producción".
Finaliza comentando que Arra 15 puede resistir una lluvia de 50 mm y "no se parte, y prácticamente no hay ninguna merma, y a los dos o tres días ya se puede cosechar de nuevo”.
El 8 de agosto Chile y Perú se unirán en el primer Global Grape Convention en el Centro de Eventos Casino Monticello, para enfrentar el gran desafío de la uva a nivel mundial. Este es un evento único en su categoría y es organizado por Yentzen Group.