El 6 de junio, la RASF (Rapid Alert System Feed and Food) de la Comisión Europea emitió una alerta por la presencia del pesticida en naranjas procedentes del país africano con destino España.

La fruta fue retirada de inmediato, bajo una decisión de 'alto' riesgo, por lo que no llegó a los consumidores. En la alerta no se detalla qué tipo de naranjas son las involucradas ni el nombre de la exportadora.

El análisis reveló que las naranjas contenían 0,086 mg/kg-ppm, cuando el límite máximo establecido es de 0,01 mg/kg-ppm.

Según reporta el medio español Antena 3, este pesticida fue prohibido hace cuatro años por la Comisión Europea, tras concluir que era un potencial peligro para el organismos de las personas.

El clorpirifós puede repercutir en la salud humana si se consume en una alta dosis. Se pueden presentar náuseas, vómitos, dolor de cabeza y pérdida de la coordinación, entre otros síntomas.