¿Alguna vez has intentado injertar árboles frutales o rosales? Injertar un árbol se llama «acodo», una técnica que, aunque requiere ciertos conocimientos, puede ser facilitada con una pequeña bola llamada «bola de enraizamiento o de acodo». ¡Hablemos de ellas!
El acodo es una técnica de injerto que consiste en cubrir una parte del tallo con musgo o tierra para permitir que la «planta madre» se multiplique. En una rama de manzano, por ejemplo, se debe cubrir con tierra la parte donde hay un brote, para que forme raíces. Cuando el tallo sea suficientemente robusto, la «bola» formada alrededor del tallo podrá ser replantada.
También conocido como acodo por acamado, se realiza preferentemente a principios de primavera o a finales de verano, aunque puede extenderse hasta el otoño.
Para llevarlo a cabo, elige un tallo largo ubicado en la base de la planta. Luego, retira las hojas de 5 centímetros y haz una incisión diagonal en el tallo de unos pocos centímetros. La parte sin hojas debe ser cubierta con tierra a una profundidad de 2 a 3 centímetros.
Después, ata este tallo a un tutor para evitar que se rompa. Después de un periodo de 6 meses a 1 año, podrás separar el acodo de la planta madre cortando el tallo que los conecta.
Esta segunda técnica, similar a la anterior, se realiza preferentemente en primavera sobre un tallo que haya crecido el año anterior.
También se utiliza para multiplicar plantas de interior, una operación que puede llevarse a cabo todo el año.
Elige un tallo del año anterior de un centímetro de diámetro como mínimo. Retira las hojas en una longitud de 15 centímetros y raspa un anillo de corteza de 4 centímetros de largo.
Si la planta no tiene corteza, haz una incisión de 2.5 centímetros de alto formando una lengüeta hacia arriba del tallo. Coloca una bolsa de plástico sobre la zona a acodar y fíjala con cinta adhesiva. Aplica hormona de enraizamiento debajo de la lengüeta o en el lugar donde se quitó la corteza. Llena la bolsa con musgo o tierra húmeda para formar un manguito alrededor del tallo.
Después de varios meses, manteniendo la capa de tierra o musgo húmeda, podrás cortar el tallo debajo del manguito y replantar el acodo.
Si la idea de instalar una bolsa de plástico en tus árboles no te convence, puedes optar por las bolas de acodo. Estas bolas también son de plástico, pero son robustas y reutilizables durante varios años. Solo necesitas sujetar la bola de acodo alrededor del tallo, quitar la corteza en una longitud de 2 a 2.5 centímetros y llenar la bola con tierra. Después de 6 a 8 semanas, deberías ver las primeras raíces y podrás replantar tus acodos en el jardín.
El acodo es una técnica eficiente y práctica para multiplicar tus plantas favoritas sin gastar mucho dinero. Con la innovación de las bolas de acodo, este proceso se vuelve aún más accesible y sostenible. ¿Conoces otras técnicas relacionadas con el acodo? Nos encantaría leer tus impresiones o conocer tu experiencia al respecto. Y, si encuentras algún error en este artículo, no dudes en indicárnoslo.
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