Consecuencias de El Niño: “Este año fue duro para los productores de arándanos en Olmos”
Las condiciones de Perú son óptimas para la agroexportación por su clima y alta técnica agrícola de los profesionales peruanos, pero según Pablo Ferreyros, no hay que bajar la guardia en relación a la uva, la palta y los arándanos, los tres cultivos con los que trabajan en la empresa que dirige, Ingleby Farms Perú-Plantaciones del Sol.
De la uva dijo que el reciente cambio varietal en Perú, puede impactar significativamente en un aumento de producción en los próximos años. Respecto a la palta, hizo referencia a producciones mayores a la demanda en los siguientes cinco años y confesó bajas producciones para los arándanos, sobre todo para variedades tradicionales como Biloxi o Ventura, en la campaña 23/24, debido al fenómeno El Niño. Además anuncia recambios varietales.
Ingleby Farms tiene su sede central en Dinamarca, pero es una empresa transnacional que opera en nueve países. Su producción en Perú se concentra principalmente en dos valles del norte, Motupe y Olmos, donde trabajan con uva, arándanos y paltos. Pablo Ferreyros, es director de Ingleby Farms Perú-Plantaciones del Sol. Antes fue gerente de otras importantes agroexportadoras como Sociedad Agrícola Viru, Agrícola Cerro Prieto y Agrícola Saturno. En Portalfruticola.com conversamos con él respecto a los tres cultivos con los que trabajan en la empresa que dirige.
Para Pablo, los principales productos en Perú (uva, arándanos y palto), van a atravesar por un incremento de la producción en los próximos años. Esa es la tendencia. Pero, ¿cuál es la situación de la uva en Perú? ¿Cómo le va a la uva de Ingleby Farms en el fundo de Motupe (Piura)?
“En el caso de la uva, la situación es aparentemente estable, pero estimo que en realidad no es tanto así. El hectareaje ha aumentado ligeramente al 7% en los últimos cuatro años. Sin embargo, el reciente cambio varietal puede impactar significativamente en un aumento de producción en los próximos años. Las nuevas variedades sembradas están entrando a su etapa de madurez y tienen significativamente mayor rendimiento, un 35% más. Actualmente, tenemos 22.000 hectáreas en Perú, 75% sembradas con las nuevas variedades y 25% con las variedades tradicionales. Este recambio va a continuar y consecuentemente aumentara la oferta”, dijo.
La ventaja, según Ferreyros, es que en Perú hay un excelente clima y técnicos especializados para producir una uva con altos rendimientos, bajo costo unitario y de altísima calidad, que compite muy bien con la uva de otros países como la de Estados Unidos y Chile.
Ferreyros se centra en la calidad: “La estrategia que debemos de seguir este año y los siguientes, por la alta producción que se espera, tiene que ver con producir una más alta calidad de fruta. Los agricultores debemos esforzarnos en realizar las prácticas que nos lleven a tener la más alta calidad del mercado para diferenciarnos. ¿Cómo? Con el manejo adecuado de bioestimulantes, por ejemplo, escogiendo bien el número de racimos por planta (aun a costa del rendimiento), rapidez al frío, entre otras acciones. Esta será la clave del éxito y asegurará una permanencia en el negocio para los próximos años”.
Pablo Ferreyros confiesa que en Ingleby han pasado por una campaña regular debido a las lluvias del 2023. “Trabajamos mucho en mejorar el suelo con materia orgánica y microrganismos. Actualmente las plantas están recuperadas y los cargadores en óptimo estado, esperamos una muy buena producción en esta campaña 2024/2025. Tenemos sembrada toda el área con variedades nuevas como la Sweet Globe y Jack Salute. Estamos siempre atentos a los adelantos de la genética”.
Palta y arándanos: Sin bajar la guardia
Respecto a la palta, Pablo Ferreyros advierte que es un cultivo que se está 'comoditizando'. Dice: “No solo hay grandes productores. Como es un cultivo de fácil entrada, también los pequeños y medianos agricultores han sembrado recientemente. La producción va a seguir aumentando en los próximos 5 años a un ritmo superior a la demanda. Al tener más producción y mayor número de productores, el reto para los exportadores está en diferenciarse. Como por ejemplo, cumplir con las certificaciones internacionales, enviar fruta con bajos niveles de metales pesados, menor número y niveles de moléculas de pesticidas, con bajos residuos de los mismos, adecuada materia seca, etcétera”.
De esta manera, asegura Ferreyros, los exportadores podrán ingresar a los programas de comercialización más importantes del mercado en los países de destino y, por ende, conseguir más estables y mejores precios. “En Perú estamos trabajando con ProHass para diferenciar a los productores que cumplan con óptimas condiciones de cultivo y proceso, así su esfuerzo será reconocido en el mercado mundial. También somos conscientes de que las producciones deben estar por encima de las 25 toneladas para contrarrestar los potenciales precios bajos por la alta producción”.
En Plantaciones del Sol suelen tener buena producción y calidad de palta, salvo la presente campaña, la cual, debido al exceso de calor que Perú experimentó producto de un fenómeno El Niño, vino produciendo menor cantidad de frutos y de menor tamaño. “Pero las plantas ya están recuperadas y en óptimo estado”, asegura el director de la empresa. “Este 2025, esperamos regresar a las producciones normales, con buen calibre y calidad”.
¿Y cómo le va al arándano de Ingleby Farms en Olmos? ¿Esta campaña viene con más volumen? Pablo Ferreyros responde: “Este año fue duro para los productores de arándanos de Olmos, con producciones de 30% a 40% menores, debido a las altas temperaturas, consecuencia del fenómeno El Niño, especialmente en los campos donde se trabaja con variedades tradicionales como Biloxi o Ventura, como es nuestro caso. Hoy las plantas están recuperadas y en óptimo estado. Estamos impulsando un agresivo programa de ensayos de variedades nuevas cuyos resultados se verán en un año. También tenemos un fluido intercambio de experiencias con nuestros vecinos. Esperamos muy pronto hacer el cambio varietal”.
Al referirse a las ventajas de la nueva genética, Pablo dice que son impresionantes y las describe de la siguiente manera: “Mayor eficiencia de cosecha por concentración de fruta y mayor peso de baya, 50% más de producción por hectárea, resistencia a cambios climáticos, mejor calidad para mercados más exigentes con el consecuente aumento de precio, entre otras. En Perú tenemos la ventaja de contar con las principales empresas genéticas del mundo”.
Concluye resaltando la importancia de cuidar un modelo productivo basado en la sostenibilidad: “La visión de Ingleby es cuidar el entorno de sus fundos para los próximos 150 años; cuidar la tierra y su microbioma, el agua, la comunidad, trabajando con la naturaleza y utilizando la más moderna tecnología agrícola”.